Joseba ITURRIA
Giro de Italia

Weening amplía la racha del Orica

El holandés dio la tercera victoria al equipo australiano en una novena etapa en la que Pozzovivo fue el más fuerte entre los favoritos.

Pieter Weening amplió la racha victoriosa del Orica GreenEdge al imponerse en el final en alto de Sestola a Davide Malacarne. Fueron los dos hombres fuertes de la escapada de una jornada en la que el italiano Domenico Pozzovivo sorprendió en el grupo de favoritos al obtener una ventaja de 26 segundos, 30 con la bonificación, que le permite pasar de la décima a la cuarta plaza de una general que sigue encabezada por Evans.

Su equipo, el BMC, dio permiso a una escapada formada por catorce corredores (Bérard, Bandiera, Barbin, Bono, Duque, Gatto, Malacarne, Monsalve, Puccio, Jackson Rodríguez, Tanner, Van der Sande, Vorganov y Weening) que llegaron a tener ocho minutos de ventaja a sesenta kilómetros para la meta.

A falta de 18 atacó Pieter Weening y después se fue con él Davide Malacarne para realizar juntos la larga, pero no muy dura, ascensión al puerto de Segunda de Sestola. Los dos quisieron jugarse la victoria al sprint y el holandés se impuso al italiano con el instinto ganador que caracteriza a un Orica que, a falta de grandes líderes, tiene muchos rematadores.

Además están en racha. La de ayer fue la tercera victoria del equipo de Stephens en este Giro en nueve etapas y en siete han vestido la maglia rosa con Tuft y Matthews, que fue el que inició la serie de doce triunfos logrados en los últimos 40 días al ganar en la Vuelta a la Rioja y en la etapa de Gasteiz de la Itzulia.

Después Gerrans ganó la Lieja, Albasini tres etapas en Romandía, Adam Yates una y la general de Turquía y Esteban Chaves se impuso el sábado en Mountain High en California. Nadie esperaba que con el nueve del Giro Orica iba a tener tantos éxitos, pero se cumplió el pronóstico en la crono por equipos y Matthews y Weening se han impuesto en dos de las cuatro llegadas en alto.

Pozzovivo, el mejor italiano

Tampoco se esperaba que Domenico Pozzovivo fuera el más fuerte en la llegada en alto de ayer. Ag2r preparó el terreno, el italiano atacó a falta de cuatro kilómetros y en un puerto que no presentaba demasiada dureza fue capaz de arañar treinta segundos a un grupo de 23 corredores en el que Diego Ulissi volvió a ser el más rápido.

Urán fue el que intentó responder a Pozzovivo, lo que provocó que Evans saltara a por él. Lo más destacado fue que Nairo Quintana no pudiera seguir al italiano y se tuviera que conformar con llegar en el mismo tiempo que el resto de los candidatos a la general.

En la meta admitió que acusa las consecuencias de las caídas en las que se ha visto implicado. No es un Giro fácil para Movistar, que ayer vio cómo Gorka Izagirre volvía a caerse y dio un susto porque estuvo varios minutos tendido en la carretera. Al final subió a la bicicleta y, aunque llegó a meta muy retrasado, desde el equipo navarro no trasmitieron ninguna inquietud sobre su continuidad en la carrera.

La jornada de descanso de hoy será bienvenida en el Movistar para recuperarse de los golpes que merman el rendimiento de sus corredores porque la segunda semana presenta una crono de 41 kilómetros el jueves y dos finales en alto el fin de semana que pueden marcar la carrera. En una crono llana tan larga, si Nairo Quintana no está bien, Cadel Evans puede sacarle una diferencia importante que luego será difícil de recuperar en la montaña.

Mikel Landa, otra vez adelante

Si Movistar fue otro día más el protagonista negativo para los aficionados vascos, Mikel Landa volvió a responder bien y llegó en el grupo de los elegidos. Mientras su compañero Michele Scarponi volvía a perder ocho minutos, el de Murgia y Fabio Aru dieron presencia a Astana en el grupo cabecero y deberá aprovechar los 22 minutos que tiene perdidos en la general para buscar una etapa como la de ayer con final en alto. BMC parece decidido a dar permiso a todas las fugas que no presenten una amenaza para la general y Landa puede tener su opción.

La novena etapa trajo además la retirada de dos corredores importantes, Steven Kruijswijk y Francesco Chicchi. El italiano era una de las bazas del Neri para ganarse la invitación y no ha podido entrar en los sprints. El holandés fue la revelación del Giro de 2011 al acabar octavo con solo 23 años, pero no ha confirmado esa progresión.

Todo lo contrario que su compañero Kelderman, que ayer volvió a ser uno de los más fuertes entre los elegidos, aunque habrá que esperar a esta segunda semana que comenzará mañana para sacar conclusiones.

Cadel y Nairo, sensaciones diferentes

Cadel Evans mantuvo por vez primera una maglia rosa tras perderla en las dos ediciones anteriores el mismo día y se mostraba satisfecho en la meta porque «la etapa no era fácil, pero el equipo ha controlado bien la carrera. Es una buena jornada, se ha visto en la subida final que los hombres de la general están más o menos al mismo nivel. No veo a nadie capaz de hacer grandes diferencias en este tipo de puertos y eso me conviene».

Su satisfacción contrastó con las dudas de Nairo Quintana: «No estoy todo lo bien que me gustaría. Acabé con los favoritos y no pierdo tiempo, pero cuando Pozzovivo ha atacado no he podido seguirle. No tenía buenas piernas. Mis heridas tras la caída de la sexta etapa me hacen mal, sobre todo cuando hay ataques. Espero recuperar durante la jornada de descanso, que llega en un buen momento para mí».

Pieter Weening se mostraba «feliz con esta victoria. Es un Giro fantástico para nuestro equipo. Tenía en mente hacer algo. El sábado quise recuperar y perder tiempo para intentarlo. No pretendí descolgar a Malacarne en la subida, quise jugármela al sprint y salió bien». GARA