Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

El fallo de la caverna

Como recordarán las lectoras (y los lectores, claro) de esta lupa, la semana pasada se hizo pública la absolución de las 40 jóvenes que fueron juzgadas y juzgados durante varios meses por su militancia independentista. No se puede decir que se hiciera justicia con esas personas a las que después de un calvario de años, en los que han sufrido tortura y cárcel y no han podido llevar una vida normalizada, pero al menos la pesadilla ha terminado. La sentencia de la Audiencia Nacional dejaba claro que esas y esos jóvenes desarrollaban un trabajo exclusivamente político, y ponía en duda que cuando estuvieron incomunicadas en dependencias policiales hubieran declarado libremente. Lo recuerdan, ¿verdad? Pues hay quien también lo recuerda pero, como ya había juzgado por su cuenta, aplica su propio fallo a la «información».

A lo que este diario describía ayer como una recepción del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, «a una representación de los 40 jóvenes independentistas a quienes la Audiencia Nacional absolvió la semana pasada», y que «Berria» titulaba igualmente «Absolbitutako gazte independentisten ordezkaritza bat hartu du Garitanok», «El Diario Vasco» le dedicaba este titular: «Garitano recibe a los jóvenes de Segi absueltos». Qué mala gente esta de Segi y qué malo el tribunal que la absolvió. Sin embargo, después aclaraba que habían sido absueltos «de la acusación de pertenecer a la ilegalizada Segi». Lo dicho, el de Vocento ya había condenado a esas y esos jóvenes.

Lo mismo que «El Mundo», otro para el que las sentencias judiciales, todo el juicio, están de sobra. Ayer titulaba la información de esa recepción en la Diputación guipuzcoana «Garitano apoya a los jóvenes de Segi tras su `injusta represión'» (un inciso: servidora también les muestra su apoyo e incide en su injusta represión, pero sin comillas). E insistía: «Vuelve a recibir en sede foral a la organización juvenil ilegalizada». Utilizan la mentira como recurso habitual, una costumbre, por cierto, muy facha. Y comenzaba así el simulacro de información: «Cinco días después de que la Audiencia Nacional absolviera a los 40 jóvenes de la organización juvenil ilegalizada Segi acusados de integración en banda terrorista, una representación de este colectivo pisó ayer la alfombra del Palacio Foral de Gipuzkoa invitados por el diputado General». Ser independentista es ilegal, y mentir como «El Mundo» es periodismo al servicio de la democracia. Según «El Mundo», claro.