El francés Tony Gallopin (Lotto), nuevo líder del Tour, se mostró muy contento tras la etapa de ayer y su maillot amarillo. «Voilà, lo he conseguido. Llevo con ello en mente desde la etapa del pavés pero, pese a ello, lo que siento en estos momentos es indescriptible. Cuando era un niño era algo con lo que no podía ni soñar. ¡Me dejaban atrás en todas las carreras!», explicó.

El vencedor de la Clásica de Donostia el año pasado destacó que «sabía que hoy (por ayer) tendría una oportunidad, así que he querido sumarme como fuera a la fuga. He saltado sobre todo lo que se movía durante casi 40 kilómetros, pero lo he conseguido. He tenido que pelear toda la jornada para aguantar arriba. No quería creérmelo hasta cruzar la meta».

Ahora, sin embargo, le toca mantener el liderato: «Mañana (hoy), día de la fiesta nacional francesa, voy a lucir el maillot amarillo: es increíble, sencillamente increíble. Ahora bien, no será la etapa más sencilla para defenderlo. Es evidente que los favoritos van a intentar algo y solo cuento con 1:30 de ventaja. En cualquier caso, voy a darlo todo para conservar el maillot».

Por su parte, el antiguo dueño del maillot amarillo, Vincenzo Nibali (Astana), sorprendió al afirmar que «no hemos perdido el maillot, lo hemos prestado. Era muy complejo mantenerlo porque el equipo ha gastado muchas energías en los últimos días y queda todo el Tour por delante y el objetivo es tenerlo el último día en París».

Para Alberto Contador (Tinkoff-Saxo), «mañana (hoy) será otra cosa, empieza mi Tour y veremos cómo están las fuerzas de cada uno», refiriéndose al primer final en alto de hoy en La Planche des Belles Filles.

En ese sentido, Eusebio Unzue, director del Movistar, tiene claro que, en la jornada con final en alto de hoy, «llega una de las citas claves del Tour y será el día para ver una foto más real de cómo está cada uno».