GARA GAZA
Ataque israelí contra Gaza

Tras diez días de bombardeos, Israel comienza la ofensiva por tierra

Después de diez días de bombardeos desde tanques, aviones y barcos, que han dejado al menos 240 muertos en la Franja de Gaza, la mayoría de ellos civiles, Israel comenzó ayer por la noche la ofensiva terrestre con la que había amenazado. La operación estuvo precedida de intensos bombardeos en los que atacó un hospital y, de nuevo, mató a varios niños.

Después de diez días de intentos y continuos bombardeos que han causado 240 muertos, la mayoría civiles, Israel lanzó ayer el ataque terrestre contra la Franja de Gaza, con el que había amenazado.

El Ejército afirmó que el Gobierno ordenó la operación con el objetivo de «destruir las infraestructuras terroristas de Hamas» y «devolver la seguridad a los ciudadanos de Israel», e incluye el uso de infantería, artillería y espionaje, con el apoyo de la aviación y la marina de una de las maquinarias de guerra más poderosas del mundo.

Poco antes del anuncio, los bombardeos desde tanques, barcos, aviones y drones se intensificaron. Hamas tachó de «estúpida» la ofensiva terrestre y advirtió de que acarreará «espantosas consecuencias». Por la mañana, tras una tregua de cinco horas negociada por la ONU para que los habitantes de Gaza pudieran comprar agua y alimentos, Israel había reanudado una sus bombardeos en los que volvió a matar a varios niños.

Otra vez niños muertos

Si la víspera había perseguido con las bombas a varios menores que jugaban en la playa, matando a cuatro de ellos, ayer fueron otros tres niños de una misma familia los muertos en el bombardeo en el barrio de Sabra, el centro de la ciudad de Gaza. Las víctimas eran Jihad y Wassim Sheheibar, dos hermanos de ocho y siete años, respectivamente, y su primo Fulla Sheheibar, de diez. Otras cinco personas resultaron heridas en el ataque. Una cuarta niña falleció en otro ataque israelí sobre la localidad meridional de Jan Yunis, una de las más castigadas por la ofensiva.

Con estas muertes, son 240 los palestinos fallecidos en los diez días de operación aérea israelí sobre Gaza, 49 de ellos niños y menores de edad.

Inmediatamente después de la tregua que finalizó a las 15.00 (12.00 GMT) un cohete disparado desde Gaza caía sobre un descampado cerca de la ciudad israelí de Ashkelon (Asqalun en árabe. La ciudad fue destruida en 1948 y sus habitantes se refugiaron en Gaza) y la Aviación israelí comenzó a bombardear el enclave palestino donde viven 1,8 millones de personas.

Nada más ponerse el sol, los cazabombarderos y buques israelíes redoblaron su ofensiva contra las ciudades del norte y el este de la franja, en particular Beir Hanun, Beit Lahia y Zaitum, en la zona que había ordenado desalojar. En esas localidades viven cerca de 200.000 personas, una parte de las cuales han buscado refugio en escuelas, especialmente las gestionadas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA), pero que en la práctica, se encuentran atrapadas sin un lugar seguro donde protegerse.

Contra el hospital de Wafa

Entre los objetivos bombardeados se encuentra el hospital de discapacitados de Wafa, financiado por la UE, y en el que hay 16 pacientes, la mayoría paralizados o en coma. Su director, Basma Alashi, subrayaba que tampoco hay un lugar donde poder trasladarlos y que Israel conoce su situación «Si un hospital no es seguro, qué lugar lo es?», se preguntaba. Aun así, cuando cayeron las primeras bombas intentaron sacar a algunos pacientes. Varios enfermeros resultaron heridos. En el centro hay también varios extranjeros como escudos humanos. El hospital se encuentra a unos cientos de metros de los tanques israelíes y ya fue atacado el pasado viernes por su artillería, que derribó parte de su planta superior.

Tregua antes de la invasión

La pausa en las hostilidades de la mañana permitió a los habitantes de Gaza salir de sus casas, después de varios días encerrados en ellas, aunque las calles volvieron a quedar desiertas tras la tregua.

Alimentos, medicinas, combustible y sobre todo agua eran los bienes más demandados por los gazatíes, exhaustos tras diez días de intensos y continuos bombardeos. Los ataques han dañado pozos, bombas e infraestructuras de suministro y alcantarillado, agravando una situación ya anteriormente catastrófica por el bloqueo israelí. Algunos dedicaron la mañana a visitar los de restos de sus casas bombardeadas por Israel. «No sé que vamos a hacer. Tardaremos años en reconstruir esto y no tenemos dinero. Aquí estaba toda nuestra vida», explicaba a Efe una mujer en el barrio de Zaitun. Edificios derruidos, infraestructuras destruidas, muebles y electrodomésticos esparcidos entre los escombros... reflejaban la violencia de semana y media de ataques.

Los rumores sobre un acuerdo del alto el fuego fueron rápidamente desmentidos tanto por el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, como por el portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri.

Mientras el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas se reunió con el presidente egipcio, Abdelfatah al Sissi, en el Cairo para estudiar fórmulas para lograr un alto el fuego permanente, pero la mediación egipcia ha quedado muy devaluada por la hostilidad del gobierno golpista hacia Hamas.

Hamas destaca que una tregua no puede suponer una vuelta al statu quo anterior, con una población encerrada en la Franja. También reclama la liberación de los detenidos por Israel.

Movilizaciones en el mundo contra la agresión israelí

Las movilizaciones de solidaridad con la población palestina y contra el bombardeo israelí que vienen llevándose a cabo en todo el mundo se repitieron ayer en Madrid, Barcelona, Atenas, Estambul o Ciudad del Cabo. En el Estado francés medio centenar de partidos políticos, sindicatos y colectivos sociales también convocaron a miles de personas en varias ciudades contra el ataque israelí y por las sanciones contra Israel.

Incluso en Tel Aviv, varios cientos de personas se enfrentaron al clima bélico generalizado y demandaron el fin de los bombardeos. Durante varias horas, frente a ellos se situaron contramanifestantes a favor de los ataques que gritaban lemas como «Muerte a los árabes». Incluso bailaron cuando oyeron que el Ejército se disponía a acometer la invasión terrestre de la Franja de Gaza.

En Euskal Herria las movilizaciones se repitieron en Iruñea, Bilbo, Donostia, Tolosa, Errenteria y Ermua. En ellas, entre numerosas banderas palestinas, se escucharon lemas como «No es una guerrra, es un genocidio», «Palestina, askatu y llamamientos al boicot a Israel. Precisamente dentro de la campaña de boicot, varios cientos de personas se concentraron el miércoles en el polideportivo de Mendizorrotza antes del inicio del Festival de Jazz de Gasteiz para denunciar la presencia de la artista israelí Noa y el genocidio en Gaza.

La protesta estuvo precedida las semanas anteriores por un intercambio de cartas entre la cantante israelí y un grupo de artistas vascos que le pidieron que se posicionara en torno a los derechos humanos del pueblo palestino. Noa leyó una carta antes del concierto en la que denunció el «fracaso y cobardía de los líderes políticos y religiosos», tanto palestinos como israelíes, que no han hecho todo lo necesario por evitar el conflicto. Solidarios con Palestina criticó que «culpara igualmente a las dos partes, agresores y víctimas, de la masacre» y lamentó que Noa denunciara «de manera genérica la violencia, sin hacer ninguna referencia al último ataque a Gaza», excepto a «los cohetes que desde Gaza se lanzan contra Israel». GARA