El habitual Farah y los sprinters
La estrella del medio fondo despeja la incógnita, mientras Schippers y Dasaolu se coronan en 100.

El tiempo cambió en Zúrich y alteró el desarrollo de la segunda jornada de los Campeonatos de Europa, retrasando a la tarde la prueba de pértiga del decatlón e iniciando la jornada vespertina con media hora de retraso. La lluvia y sobre todo un fuerte viento que se intensificó hasta derribar alguna pantalla y otros elementos del mobiliario en el estadio Letzigrund, llamaron a la prudencia. Tuvo trabajo la mascota del certamen entreteniendo al personal y demostró que sabe bailar y saltar, nada menos que con pértiga.
Así que la salida de la última carrera, los 100 metros masculinos, siguiendo la tónica de la jornada se hizo esperar por una salida falsa con la que no se castigó a nadie, aunque el portugués Nascimento se dio por aludido y hasta se quitó el dorsal.
Y eso que no fue el quien se había movido sino Harry Aikines-Aryeetey, que luego se colgó el bronce en otro éxito británico puesto que su compatriota James Dasaolu se hizo con el oro -10.06 con viento contrario de 0,4 m/s- e impidió a Christophe Lemaitre lograr su tercer título consecutivo. El francés salió más rápido que Dasaolu (158 milésimas frente a 166), pero el subcampeón de Europa bajo techo en 2013 aguantó mejor.
El galo se desayunó con la noticia de la confirmación de la baja de Jimmy Vicaut -que la víspera se resintió de su lesión en el muslo tras firmar el mejor tiempo de las series y se toma vacaciones-, dando por concluida su temporada para evitar males mayores. Lemaitre perdió un adversario pero también un aliado para el relevo 4x100.
Sin él, el primer blanco que bajó de los 10 segundos y Dasaolu coincidieron en la semifinal, primer acto, donde también dominó el británico 10.04 (v: +0,6 m/s), por 10.10 del francés.
Antes se decidió la prueba femenina donde Dafne Schippers se proclamó nueva reina europea del sprint. La holandesa es una heptatleta que ganó el bronce en el Mundial de Moscú y esta temporada decidió aparcar la combinada y dedicarse a la velocidad. No le ha ido nada mal. Líder europea del año en 100 y 200, ayer se impuso a la francesa Myriam Soumaré, que salió bastante mejor, pero se vio superada por el ímpetu de la orange, vencedora con 11.12 (v- 1,7 m/s), mientras la gala llegaba cuatro centésimas después. Ahora les queda el 200. La búlgara Lalova, que defendía el título, ni siquiera subió al podio. Fue quinta con 11.33.
Mo Farah sí consiguió el primero de sus dos objetivos en un 10.000 muy británico, puesto que la plata fue para Andy Vernon. El inglés busca su cuarto doblete -tras los conseguidos en el Europeo de Barcelona'2010, los Juegos Olímpicos de Londres'2012 y el Mundial de Moscú'2013-, pero una temporada con algún desmayo, alguna hospitalización y poca competición había sembrado dudas.
Farah comenzó a moverse a partir del sexto kilómetro de una prueba en la que Arikan tiró hasta entonces. Siete atletas, de los 24 que tomaron la salida, formaban el grupo de cabeza. En la penúltima vuelta todavía quedaban seis, luego cuatro. La emoción duró hasta el final cuando a falta de 100 metros Mo se fue a por el oro. Arikan fue el sacrificado porque Vernon y Ali Kaya, que como Arikan ahora es turco aunque ambos nacieron keniatas, se guardaron ese plus que el gastó.
Farah cumplió su ritual. Beso al tartán antes de irse a abrazar a Usain Bolt, que seguía el campeonato con gafas negras y capucha hasta que le descubrió la televisión y lo sacaron a la pista para entrevistarle.
Fresca marcha
Llegó la lluvia y refrescó por la mañana hasta los 13º así que lo que resultó malo para algunos -como los peligrosos patinazos que amargaron a algún saltador en la calificación de altura y dejaron al ruso Aleksey Dmitrik, un hombre de 2,40 sin final-, simultáneamente no resultó tan malo para pruebas de fondo como los 20 kilómetros marcha que inauguraron la segunda jornada por el centro de la ciudad.
34 andarines tomaron la salida y concluyeron 28. La prueba tuvo un final excepcional, puesto que se salvaron de los obligados descartes los más fuertes y el último kilómetro transcurrió con los cuatro favoritos jugándose las tres medallas. Ganó el murciano Miguel Ángel López, bronce en Moscú, que atacó a 200 metros del arco de meta para superar por un miserable segundo al campeón mundial Aleksandr Ivanov y a su compatriota Denis Strelkov. El ucraniano Dmytrenko, el más controlado tras su victoria en la Copa del Mundo, se quedó sin medalla.

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