Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR La actualidad

La confianza, base del éxito

Raúl Albentosa ve al equipo azulgrana capacitado para competir de tú a tú con cualquier rival.

La inercia positiva con la que ha llegado el Eibar a Primera División, tras celebrar dos ascensos consecutivos, se ha visto prolongada con su buena actuación en las dos primeras jornadas ligueras. La confianza, primordial a la hora de saltar al terreno de juego, no será la pata de la que cojeen los azulgranas.

Raúl Albentosa le pone voz al sentimiento, subrayando su fe en el equipo. «Confío en el equipo, en los que estábamos y en los que han venido, no me veo inferior a ningún otro equipo». Tanto, que el central armero asegura que «yo sí pensaba que podíamos ganar a la Real y también pensaba que podíamos ganar al Atlético. Que no se malinterprete, no es que esté crecido, es que el equipo me da mucha confianza». La basa, fundamentalmente, «en el trabajo del día a día y en que veo a los compañeros al cien por cien. Todos trabajamos mucho para ganarnos un puesto, todo el mundo pelea por un sitio. La competencia es dura y eso se nota, es bueno».

Tampoco le sorprende a Albentosa que el Eibar esté ofreciendo un rendimiento tan destacable con un planteamiento prácticamente idéntico al que ha utilizado las dos campañas anteriores, pese al evidente salto de categoría. «El cuerpo técnico tiene un perfil de juego, aunque se vaya adaptando a las características de cada partido. Pero las bases son claras, la exigencia en ese sentido es máxima, y nosotros vamos a morir con eso. Hace 15 meses pensábamos así en Segunda B y ahora intentaremos dar guerra en Primera. Queda muchísimo, pero lo que veo en el equipo me da mucha confianza», insistió.

Otra de las fórmulas que mantienen los azulgranas es la del «partido a partido». «Sin duda, no podemos pensar a largo plazo. Hay que pensar siempre en el próximo partido porque cada uno es un mundo, repleto de detalles que hay que trabajar. No puedes empezar a hacer cálculos, porque además igual ganas con el que creías que ibas a perder y pierdes con el que parecía más sencillo. Trabajamos día a día pensando exclusivamente en el próximo partido».

Unas bases que, de momento, ya le han dado tres puntos al Eibar. Y bien pudieron haberle supuesto alguno más en el Vicente Calderón. Dos actuaciones que pueden haber elevado el listón de cara a los próximos encuentros, teóricamente más asequibles -Deportivo y Villarreal-, aunque no cree Albentosa que se vaya a incurrir en el error de exigir a los azulgranas objetivos desproporcionados. «Yo creo que nadie nos va a exigir nada a nivel de resultados, es nuestro primer año en Primera y hace quince meses estábamos en Segunda B», asegura. El defensa considera, de hecho, que sería «un error exigirnos victorias. Lo que hay que exigir al equipo es que trabaje y se deje todo en el campo, lo que sería imperdonable sería la apatía. Pero victorias no, sería un error, correríamos el riesgo de ponernos nerviosos... Aunque yo creo que no va a pasar, la gente nos ha demostrado que anima cuando ganas y cuando pierdes». Además se muestra convencido de que «la principal exigencia se la tiene que poner uno mismo, como en cualquier otro puesto de trabajo, para hacerlo lo mejor posible. Y desde luego para intentar ganar, sea cual sea el rival».

La renovación, secundaria

También se refirió el jugador a su situación personal, de lo más satisfactoria tras haber formado parte del once inicial en las dos primeras jornadas de Liga. La confianza, en su opinión, ha sido igualmente básica en este caso. «Sí tenía la incertidumbre de saber si iba a jugar -concedió- pero mantenía la confianza en mí mismo intacta. No hay que perderla nunca. Me ha pasado en otros equipos, que quizá las cosas no han ido bien, pierdes la confianza y acabas perdiendo el juego, el físico...».

Algo ha contribuído a ello el saberse una pieza clave para su entrenador y para el club -«gracias a ellos me ha cambiado la vida en dos años», aseguró-, algo que le llena de «satisfacción». «Si valoran tu trabajo y te quieren, estás mucho más a gusto, quiere decir que estás haciendo algo bien y estás más contento y con más confianza.

Eso no quiere decir, sin embargo, que el central vaya a defender eternamente la camiseta azulgrana. Ni siquiera está claro que vaya a hacerlo la próxima temporada. Albentosa es uno de los jugadores que acaba contrato el próximo 30 de junio, y su renovación una de las proridades del club, tal y como confesaba Fran Garagarza la semana pasada. «Estratégicamente es una operación muy importante para el Eibar», aseguró el secretario técnico azulgrana, que explicó que se encontraba en plenas negociaciones con el agente del jugador. Ambas partes mantendrán en breve, de hecho, una cuarta reunión, en la que Garagarza espera «poder cerrar» la renovación. No parece tenerlo tan claro el jugador. O al menos no se quiere mojar lo más mínimo al ser preguntado al respecto. «Está en manos de la gente que lleva esos asuntos, yo no estoy pensando en eso. Ahora mismo me parece secundario -zanjó-. Pienso en trabajar día a día, en luchar cada día entrenando y en cada partido. Es lo prioritario para mí». No fue más allá al ser cuestionado sobre si le gustaría seguir en el Eibar. «A ver qué dice el club, mi representante... Ahora mismo no pienso en eso», insistió.

A cal y canto

En el plano estrictamente deportivo, el equipo regresó ayer al trabajo sin novedades. Gaizka Garitano ha establecido que todos los entrenamientos de la semana a partir de mañana se realicen a puerta cerrada. Una decisión posiblemente influenciada por la emisión de las famosas imágenes del técnico en una sesión previa a la visita al Atlético de Madrid.

El Deportivo trabaja con la duda de Insua

Como el Eibar, también el Deportivo comenzó a preparar ayer el choque del próximo lunes. La principal novedad fue la presencia de Insua, aunque trabajó al margen como consecuencia de los problemas que arrastra en el tobillo derecho y que le convierten en duda para el partido de Ipurua.

Su ausencia podría forzar el debut de Diakité o Sidnei, los dos fichajes que realizó el equipo gallego el último día de mercado, aprovechando que el parón liguero ha dado a Víctor Fernández más tiempo para trabajar con ellos. La prueba definitiva puede llegar mañana en un amistoso ante el Arosa. GARA