ESPANYOL 2

REAL SOCIEDAD 0

La Real no es capaz de abandonar el mal hábito que ha adquirido de comenzar mal las últimas temporadas y de conceder ventaja al rival en todos los partidos. Lleva nueve en los que el rival se ha adelantado y diez sin acabar un partido sin encajar un gol y además en ataque tiene muchos problemas para marcar gol. Y fuera ni es capaz de competir. Solo lo hizo en Vigo.

El partido de Cornellá reflejó a la perfección lo que es la trayectoria del equipo de toda esta temporada. El rival no tiene que hacer mucho, le bastó una jugada, para adelantarse en el marcador y a partir de ahí juega con el marcador y defiende como no sabe hacerlo la Real.

En una época en la que se da demasiada importancia a lo que se hace con el balón y poca a las virtudes de orden, concentración, colocación y trabajo defensivo, el Espanyol demostró lo que le falta a la Real. Jugó con las líneas muy juntas, cerró bien las posiciones centrales en las que se generan las ocasiones de más peligro y eso le sirvió para encadenar su tercer partido seguido sin encajar un gol, en los que ha sumado siete puntos.

Es muy importante no encajar un gol, estar bien colocado, tener las líneas juntas, defender como un bloque y un equipo debe construirse desde ahí. No puede ser que por norma al rival le valga una jugada para adelantarse con remates sin oposición desde dentro del área.

Por muy bueno que sea Sergio García, un jugador solo no puede provocar tantos problemas como el delantero catalán en el primer tiempo y la Real deberá comenzar su reacción por una mejor defensa porque no puede empezar los partidos en desventaja por sistema. Sobre todo porque tampoco tiene tantos recursos ofensivos para superar planteamientos cerrados.

Problemas en ataque

Le pasó a la Real en su primera salida a Ipurua, en su visita al Sevilla y ayer en Cornellá, tres partidos en los que se adelantó el rival y no fue capaz de generar ocasiones y marcar.

A la Real no le sobra calidad para atacar planteamientos serios. Seis de sus ocho goles los ha marcado ante equipos que dejaron muchos espacios como el Real Madrid y el Celta, pero cuando los rivales se cierran y, sobre todo, fuera de casa, a la Real le cuesta no ya solo marcar, también generar ocasiones.

El Espanyol le cedió la iniciativa, buscó durante 84 minutos el gol del empate y la única ocasión clara que tuvo fue un gran remate de Jon Gaztañaga en el minuto 87 desde fuera del área que se fue fuera por poco.

Solo en los primeros minutos del segundo tiempo la Real salió con otro aire tras el cambio de Gaztañaga por De la Bella. Tuvo tres llegadas con Canales. Agirretxe y un lanzamiento alto de Iñigo Martínez, pero no fue capaz de encontrar una sola buena posición de remate.

Agirretxe está demasiado fuera del área, Canales no puede hacer lo mismo que Griezmann y la aportación ofensiva de Vela, aunque va a más, se limita por ahora a provocar tarjetas. El mexicano fue el destinatario de la mayorías de las faltas que motivaron que los cuatro defensas y los dos medios centros vieran la amarilla. Pero eso también forma parte de los recursos que debe manejar un equipo para ser competitivo e impedir que los rivales le hagan ocasiones.

Cuando Vela cogía el balón cortaban la jugada o la desbarataban con las ayudas. Cuando lo cogía Sergio García hacía casi lo que quería. La Real solo vio dos tarjetas y una fue porque Mikel González perdió el balón como último defensor y encima tuvo que dar las gracias por no ver la roja con la falta que realizó.

Tampoco los cambios que introdujo Arrasate dieron resultados porque Jon Gaztañaga estuvo desacertado en los pases, Iñigo Martínez no está acostumbrado a jugar en el lateral y ni tan siquiera Chory Castro mejoró lo que hizo Canales. Y eso que era fácil porque no aportó nada, como Xabi Prieto. Agirretxe está demasiado tiempo fuera del área y no por jugar con dos delanteros centros con la entrada de Finnbogason se generan más oportunidades. Solo se provoca que se busque el juego directo que no domina el islandés.

Por contra, los dos cambios del Espanyol, Montañés y Stuani, protagonizaron la jugada del segundo gol, en la que la Real volvió a demostrar su endeblez defensiva. Toca mejorar.