Agustín GOIKOETXEA BILBO
SOMBRA DEL FRAUDE DE HIRIKO EN BIZKAIA

Denokinn teje una red empresarial financiada con ayudas públicas

Una parte del entramado empresarial que rodeó a los fiascos de Epsilon y Hiriko continúa en pie. Denokinn, una sociedad creada por consistorios vizcainos para la promoción de proyectos innovadores, sigue ampliando su red, ahora en manos privadas muy vinculadas al PNV y su gestión institucional, después de que se destapase el fraude del coche eléctrico, en que se perdieron 17 millones de dinero público.

El jueves 2 de octubre se votó en la Cámara de Gasteiz las conclusiones de la comisión en la que se ha investigado exhaustivamente todo lo que rodeó a la pérdida de 65 millones de euros de las arcas públicas en los fallidos proyectos automovilísticos de Epsilon e Hiriko. En esa sesión, en la que el PNV se quedó solo en la defensa de la limpieza de su gestión, varios fueron las voces desde la oposición que apuntaron a que no iban a ser los únicos fraudes empresariales subvencionados con dinero público que salieran a la luz.

«Habrá más Epsilon e Hirikos en el futuro», aventuró el parlamentario de EH Bildu Igor López de Munain, quien añadió que lo podía asegurar «por una razón muy sencilla, porque todos aquellos empresarios y personas cercanas al poder que han vivido del dinero público necesitan seguir recibiendo dinero, su problema -precisó- es que hoy hay menos para dar, por lo que vemos claramente como aquellos que antes no comían en el mismo pesebre ahora se ven obligados a hacerlo y por ello aparecen nombres relacionados con proyectos económicos diferentes».

Al realizar esa reflexión, López de Munain hacía referencia entre otras a Denokinn, una sociedad pública constituida en 2008 por los ayuntamientos de Bermeo, Mundaka y Elantxobe, gobernados por el PNV, pero que ha extendido su ámbito geográfico de actuación y también la razón social de su creación. En octubre de 2008, el entonces alcalde de Bermeo, Xabier Legarreta; Joseba Lander Arregi, del centro integral para la formación, inserción y desarrollo rural-litoral Itsasmendikoi, dependiente de Lakua; y Unai Rementeria, en su condición de primer edil de Mundaka, constituyeron Denokinn.

Un año después, con la presencia del lehendakari Juan José Ibarretxe y otras autoridades, se presentó el que iba a ser «un polo de innovación» en la costa vizcaina. Todo fueron promesas, pues nada se cumplió. No se atrajeron nuevas actividades empresariales a Bermeo, Elantxobe y Mundaka.

La que se definió como asociación para la promoción de la innovación perseguía, según sus impulsores, generar actividad en Busturialdea, aunque se volcó en desarrollar el proyecto Hiriko sin que nadie desde las instituciones que la apadrinaban dijera nada y menos fiscalizara su actividad. La base de operaciones de Denokinn iba a ser el antiguo edificio de la cofradía de Bermeo, aunque se limitó a iniciativas relacionadas con el frustrado coche eléctrico.

Denokinn era uno de los proyectos de cuatro integrantes del centro de investigación MIK, que lo abandonaron cuando se adscribió a la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea. Para cuando se fueron, ya tenían inscrita una de las empresas embrión del entramado Hiriko: Business Innovation Brokers (BIB).

Carlos Fernández Izoird, Iñigo Urkidi, Juan Antonio Martín Prado y Javier Fínez, a los que se sumó un antiguo compañero de MIK, Greg Rivera, comenzaron a poner en marcha diferentes iniciativas. Al poco tiempo, se situó como director de Denokinn, Luis Miguel Macías, concejal jeltzale de Trapaga y en su tiempo viceconsejero de Agricultura. Otros nombres vinculados al PNV, como Koldo Niembro y Gorka Espiau, se sumaron.

Según se pudo constatar en la comisión de investigación parlamentaria, el ingeniero Carlos Fernández Izoird e Iñigo Urkidi, por su relación con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), consiguieron que esa institución estadounidense aceptase a Denokinn como socio y pudiera traer el proyecto de desarrollo del coche eléctrico.

De pública a privada

Tras destaparse el fraude de Hiriko, Denokinn pasa de ser una sociedad pública a una empresa privada, escapando del control institucional. Todos los activos que antes se controlaban por parte de los consistorios, siguen en las mismas manos pero sin esa fiscalización. Se adujo en un informe jurídico que la ley española de Racionalización de la Administración impedía la participación de los ayuntamientos en ese grupo de empresas.

La matriz de Denokinn, BIB fue ampliando su entramado de empresas, constituyendo Innovalab, Bordebi, Eraikinn, Urola Distribución Alimentaria, Herritage Kultur Ondarea, Social Innovation Park y Zain. Al mismo tiempo, Denokinn deja Busturialdea, donde los jeltzales pierden peso en las instituciones locales, para asentarse en otros municipios vizcainos.

De Bermeo a Santurtzi

Santurtzi se convierte en el centro de la actividad del grupo, después Zierbena. La diversificación de las actividades gira en la búsqueda de financiación pública. Ahí está el ejemplo del Ayuntamiento gobernado por Ricardo Ituarte que permitió a BIB que se instalara en el polígono El Arbol para montar un vivero de empresas a coste cero, cediéndoles un pabellón. Son varias las sedes que tienen en esa localidad de Ezkerradea, que albergan firmas vinculadas al diseño o a técnicas energéticas del frío como es Bordebi SL, orientada al aprovechamiento energético. Las firmas que se constituyeron fueron las vinculadas al grupo, con lo que justificaba ese promesa al Consistorio.

Para EH Bildu, en el caso de Santurtzi, se pone de manifiesto la «falta de control exhaustivo» del Consistorio gobernado por el PNV sobre el rendimiento y resultados reales de los fondos públicos destinados. Argumentan los soberanistas que este tipo de entramados de empresas constituyen «un paraguas« para que «puedan subcontratarse mutuamente con el fin de ir justificando gastos y facturas su así se requieren en algún momento dado por las administraciones».

A su entender, lo sucedido con Hiriko pone de manifiesto la mala praxis de Denokinn y de toda la red empresarial, con consecuencias negativas sobre otros que efectivamente realizan actividades de I+D. «No todos son como Denokinn, pero la imagen está dañada para toda la comunidad», advierten.

Entre las reflexiones que se han suscitado a raíz de los fiascos de Epsilon e Hiriko, está el de que el actual modelo de financiación para la I+D y proyectos estratégicos está caduco, «sin mecanismos de control y sin mayor responsabilidad política que la de aparecer en los medios para promocionar cortinas de humo como Hiriko». Recuerdan que Hiriko, al contrario de lo que siguen defendiendo sus promotores, «no es un éxito. Tras millones de euros de dinero público -precisan- no se ha industrializado, y sus patentes tampoco han quedado en manos públicas».

En Santurtzi, en 2001, Denokinn abre un «parque de innovación social», al que respalda con ayudas el Gobierno español como ha sucedido en otros proyectos, en el que impulsan empresas en los campos del envejecimiento activo, cuidados paliativos, recuperación de lesiones físicas y neurológicas, y eficacía energética, entre otros. También tiene cabida Basque Lab, un laboratorio que nace de la experiencia de otro viejo conocido, el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que trabaja en la fabricación digital. Su objetivo pasa por integrar en un solo espacio tecnologías con las que se puede fabricar casi cualquier cosa, promoviendo «la creatividad, el pensamiento tecnológico y la democratización del conocimiento». Este proyecto se asentó en Bermeo y se trasladó a Ezkerraldea.

También en Santurtzi, Denokinn tiene una instalación singular como es un antiguo pesquero que tiene habilitado como sala de reuniones. Se trata de un viejo atunero de 30 metros de eslora y 8 de manga reconvertido, según sus promotores, en un «laboratorio de creatividad en la lámina de agua del puerto».

Centro de formación en videojuegos en Zierbena

Denokinn se encarga también de DigiPen, el centro de formación en videojuegos, que se edificó sobre un solar en el que el Ayuntamiento de Zierbena -gobernado por el PNV- les otorgó derecho de superficie por un periodo de 70 años. Los terrenos en los que se asienta DigiPen son en los que antes estuvo emplazada la empresa química Cabot.

Denokinn obtiene un trato de favor en los consistorios gobernados por los jeltzales; sucede en Santurtzi, donde se le han cedido dependencias, y también en Zierbena, donde el canon que deben abonar depende de los ingresos que genera la nueva actividad, según se conoció al poco de adjudicarle la dirección del centro. La firma dispone de 60.000 metros cuadrados de suelo disponible, 2.500 construidos en el edificio de madera más grande del Estado español, según destacan sus promotores. Ese espacio está dedicado a la formación universitaria, la formación continua I+d+i, así como empresas del sector del videojuego como DigiPen.

Conscientes del nicho de negocio que hay en el ocio digital, y con los contactos de los que disponen en la Administración autonómica, Diputación vizcaina y en la Cámara de Comercio, la empresa que dirige Luis Miguel Macías, se hizo con ese jugoso contrato. Según señaló el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, el campus que iba a dirigir Denokinn en Zierbena se iba a unir a los que DigiPen tienen en Redmond, junto a la sede de Microsoft en EEUU, y en Singapur.

La primera generación de alumnos de la «universidad» del videojuego DigiPen Bilbao ya está en la calle. Después de cuatro años, ocho chicos y dos chicas se licenciaron en mayo pasado, después de cursar los estudios necesarios para incorporarse a la industria del videojuego.

A.G.