Fortín, feudo, baluarte... Son sustantivos que a menudo se emparejan con Ipurua. Y bien que se lo ha ganado el Eibar a lo largo de la historia. Pero los números de los armeros en su estadio palidecen, como los de casi todos, comparados con los de su próximo rival. Si hay un campo inexpugnable, o casi, ese es el Camp Nou.

Las cifras asustan. Tomando solo las de la última década, el Barcelona ha ganado el 80% de sus partidos como local. Incluyendo los de Copa, Supercopa y, lo que aumenta la dificultad, también los de Liga de Campeones. Han sido 291 partidos los que ha disputado, en total, en estos diez últimos años en su estadio. Solo 43 equipos han conseguido rascar un empate y apenas 19 han podido celebrar la victoria.

En realidad, ese ha sido el número de partidos pero el de equipos capaces de hacerlo ha sido inferior, ya que un puñado de ellos se reparte un buen número de asaltos al fortín culé. El Real Madrid -también es el que más visitas ha efectuado al Camp Nou, ya que lo ha hecho en cuatro competiciones diferentes- es el que más disgustos ha propinado al Barcelona, con cuatro victorias y cinco empates en la última década, mientras el Atlético de Madrid ha celebrado dos triunfos y cuatro empates. Chelsea o Valencia también se cuentan entre los que han encontrado la medida al estadio catalán, aunque en la lista también aparecen nombres de escuadras más modestas, al menos en comparación con el Barcelona. Es el caso del Villarreal (tres empates y un triunfo en los diez últimos años), Espanyol (tres empates y una victoria), Betis (dos empates y un triunfo) o Sevilla (dos empates y un triunfo).

No es menos espectacular el capítulo referido a los goles. 805 han marcado los culés en su campo, nada menos, en los diez últimos años, lo que arroja una media de 2'7 por partido. Cuatro veces más de los que han encajado, un total de 200. Pero es que además, más de la mitad de los equipos (148, un 50'8%) que han pasado por el Camp Nou en este tiempo han sido incapaces de batir la portería blaugrana.

Los números se disparan en la época de Pep Guardiola, sobre todo en espectacular temporada 11/12. 115 goles marcó el Barcelona en su estadio (3'8 por partido), donde apenas encajó 21. 18 visitantes, un 60%, se marcharon sin haber podido marcar. El resultado, 25 victorias, cuatro empates y una sola derrota.

La dinámica no ha variado, todo lo contrario, esta temporada. El equipo de Luis Enrique ha disputado cuatro partidos en su estadio, tres de Liga y uno de Liga de Campeones, y los resultados son apabullantes: cuatro partidos, cuatro victorias, 12 goles a favor, ninguno en contra.

El mejor Barcelona

A esas estadísticas de escándalo se enfrenta el sábado el Eibar, en el que posiblemente es su desplazamiento más complicado de la temporada. «No vamos a descubrir ahora al Barcelona. Es uno de los mejores equipos del mundo, que se ha reforzado y que además con el nuevo entrenador parece que está recuperando su mejor versión», asume Javi Lara. En este sentido, el cordobés cree que el equipo de Luis Enrique «recuerda un poco más al de Guardiola. Las comparaciones son complicadas porque cambian los jugadores y cada entrenador, aunque tenga una visión del juego parecida, intenta introducir sus matices. Pero se parece al mejor Barça que hemos visto».

Pero no hay nada imposible, aunque a veces lo parezca. «De momento nadie ha encontrado la fórmula al cien por cien, sería aburrido si un equipo lo ganase absolutamente todo -sonríe el atacante armero-. Seguro que algún punto débil tendrá».

No es fácil encontrarlo en el caso del Barcelona y, quizá por eso, los eibarreses prefieren centrarse en fortalecer sus virtudes ante la visita al Camp Nou. Las visitas a Vicente Calderón y Camp Nou pueden ser sus referencias más válidas, aunque Lara no hace distinciones en ese sentido. «Hemos afrontado todos de manera parecida. En esos dos y en los demás, siempre hemos dado la cara y hemos jugado con intensidad sin olvidarnos de intentar tratar bien el balón. Somos un equipo que trabaja, en el que los compañeros siempre se sacrifican por los demás y así tenemos que intentar hacerlo también allí». Y que para intentar dar la campanada, debe «respetar al máximo al rival, como hacemos siempre, pero saber que podemos tener un buen día. Es verdad que tenemos que hacerlo todo muy bien y esperar que ellos no tengan un buen día, es muy complicado, pero si pensásemos que no tenemos ninguna opción, nos quedaríamos aquí».

En cualquier caso, el andaluz deja claro que el reto «no asusta, yo más bien diría que es bonito. Después de jugar partidos en Segunda B con cien espectadores en las gradas, ahora lo que queremos es disfrutar». Algo que, según Javi Lara, hace todos los días desde su llegada a Eibar este pasado verano. «Jugar en el Camp Nou es especial pero, sinceramente, vivo el día a día de forma muy especial. Miro atrás, cuando ni me esperaba estar en Primera, y pienso que venir cada día a trabajar es especial, todas las semanas el rival es especial... Esta semana quizá más pero todos los días son especiales», insiste.