GBC-BARLELONA

Viendo las últimas victorias del Barcelona -y eso que llega con la baja de Navarro afectado por una lesión muscular-, parece difícil imaginar que Gipuzkoa Basket vaya a poder estrenar su casillero de triunfos precisamente ante el conjunto blaugrana. Pero como dijera el preparador Jaume Ponsarnau durante la semana, «ellos son muy buenos, pero son humanos».

Mientras se demuestre lo contrario, así se tendrá que aceptar la afirmación del preparador catalán, pero viendo la actuación de dos suplentes como Tibor Pleiss y Alex Abrines frente al Armani Milano, partido en el cual erraron entre los dos un único lanzamiento de campo de 14 intentos -firmando además un escalofriante 6 de 6 en triples-, uno no puede sino dudar.

Gipuzkoa Basket, tal y como preparara el partido frente al Real Madrid, espera ante todo ser competitivo, aunque lo cierto es que los donostiarras parten con la vitola de que saldrán a la cancha a verlas venir. Si la escuadra barcelonesa mantiene su acierto de la Euroliga, adiós muy buenas. Si, por contra, los tiros de los de Xavi Pascual no hallan la canasta por la defensa local o por tener un día aciago, pues entonces habrá discusión.

«Agarrarte a más cosas»

Pero por encima de los poderes de un Barcelona a ratos sobrenatural, Gipuzkoa Basket debe atender a sus propios puntos fuertes y débiles. Así, Jaume Ponsarnau busca en su trabajo semanal «a más cosas» con las que poder competir los 40 minutos, por encima de 40 minutos de buen juego, situación que todavía no se da.

«El primer defecto que debemos corregir es que no sabemos competir los 40 minutos», declaraba contundente. «En los cinco últimos partidos, incluyendo los dos últimos de pretemporada, hacia el último cuarto hemos recibido un parcial que ha resultado decisivo».

El entrenador guipuzcoano añadía que «competimos cuando jugamos bien, y en los momentos en los que dejamos de jugar bien, dejamos de competir. A estas alturas de temporada, ni nuestro próximo rival es capaz de jugar 40 minutos de buen baloncesto. Por eso, para poder competir en los minutos en los que no juegas bien, tienes que agarrarte a más cosas», recalcaba Ponsarnau, que se centraba principalmente en la defensa «para poder ser más competitivos durante más ratos de los partidos».

Para poder darse esa mejoría, Ponsarnau se lamentaba de la ausencia de Iarochevitch, convaleciente aún tras haber sido operado de apendicitis. «Su baja nos trastoca, porque además frena su progresión. Pero esto es lo que hay, y tendremos que aprovechar esta realidad para encontrar a otros jugadores», explicaba.

En ese sentido, pese a que la baja de Iarochevitch descompensa el juego interior, en el último partido fue la nula anotación de Jared Jordan lo que más se echó de menos. Con los puntos del base titular de GBC, tal vez el Barça sea más accesible.