Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR La actualidad

La solidez a prueba

Los armeros han encajado nueve goles en los cuatro últimos partidos. Solo han dejado su puerta a cero en tres ocasiones. «El equipo trabaja bien pero en Primera los rivales son mejores», recuerda Borja Ekiza.

El Eibar vive una plácida resaca. La victoria en Vallecas acabó con la dinámica en que se había metido el equipo y además tuvo un envoltorio espectacular. Templados los ánimos, los azulgranas lo siguen celebrando, pero reconocen que el partido también dejó aspectos menos positivos en los que trabajar.

Se hará mejor con tres puntos más en el bolsillo. «Sin duda. El equipo estaba tranquilo -explica Borja Ekiza- pero también somos conscientes de que jugar bien, saber que se están haciendo las cosas correctamente, está bien y es bueno para el ánimo, pero que de la imagen no se vive. Y aunque teníamos la sensación de que en algunos partidos no habíamos obtenido el premio que merecíamos, también sabíamos que no nos podíamos quedar ahí. Había que volver a sumar de tres en tres».

Lo consiguieron tirando de una de las características históricas del equipo azulgrana, la fe. «Sí, además de la victoria, fue importante cómo la conseguimos -coincide el central-. Porque el equipo supo afrontar un momento muy duro cuando nos empataron en un minuto. Ver que te empatan, que el rival está en una inercia positiva en la que le sale todo, el temor a que se te escape todo lo que has conseguido... Pero el equipo supo sobreponerse a esa adversidad, volver a centrarse en el partido, aguantar e incluso marcar otro gol. Hay que darle mucho valor a lo que hizo el equipo».

Claro que para protagonizar esa emocionante voltereta, antes tuvo que verse en la tesitura de dejarse los puntos en Vallecas. Tras una primorosa primera parte, en la que el equipo mantuvo la concentración que, por momentos, le había faltado en algunos encuentros previos, la locura del Rayo se encontró después con algunas facilidades por parte visitante, que le permitieron levantar un 0-2 que debía haber sido definitivo.

Lo cierto es que las cifras en ese sentido se han disparado para el Eibar que, tras haber encajado solo cuatro goles en las seis primeras jornadas, ha visto cómo le marcaban diez en las cuatro últimas. Unos números a los que no está acostumbrada la escuadra armera, consciente de que, como recalca a menudo Gaizka Garitano, y pese a lo que sucedió en Vallecas, en los intercambios de golpes tiene casi todas las de perder.

Ekiza admite que «estamos encajando más goles de los que nos gustaría» pero no lo achaca tanto al propio Eibar, «porque estamos trabajando bien, con los mismos argumentos que se trabajaba el año pasado y que hemos asimilado los nuevos», como al potencial de los rivales, que evidentemente ha crecido con el cambio de categoría.

La solidez mostrada en las temporadas anteriores se pone a prueba en un escenario mucho más complicado. «No podemos olvidar que los rivales son mejores, hay más calidad y es más difícil mantener la portería a cero». Aún así, el central navarro reconoce que el Eibar trabaja para recuperar sus mejores costumbres. «El equipo se ha caracterizado por tener una defensa muy sólida, en la que, de hecho, ha basado sus éxitos. Y para conseguir ahora la permanencia, igual sí tenemos que arrimar más todos el hombro para evitar que nos metan tantos goles. Si mantenemos la portería a cero tendremos mucho camino recorrido en los partidos, porque estamos demostrando que también somos capaces de generar ocasiones arriba».

Defensa de cinco

Quién sabe si la venda a esta herida puede llegar en forma de defensa de cinco. Garitano la ha utilizado muy excepcionalmente en sus dos años al frente del equipo, pero realizó pruebas con ese dibujo este verano, lo utilizó de inicio en el Camp Nou y concluyó también así el encuentro de Vallecas. «Es una posibilidad que se contempla -explica Ekiza- y que se contempla bien, visto cómo fue el lunes. Tal y como estaban ellos, el poner tres centrales dio poso al equipo, más seguridad... El equipo lo agradeció y también en Barcelona se sintió cómodo. Son variaciones tácticas y está bien que al equipo no le resulten extrañas, porque las puede necesitar en momentos determinados».

Esos momentos abaratarían la titularidad para los centrales, pero Ekiza prefiere ganársela por otros medios. «Hay que buscar la mejor solución para parar al rival y después jugará el que decida el entrenador», zanja el futbolista, que en Madrid disputó su tercer encuentro como titular, tras los choques ante Villarreal y Barcelona. «Nadie dijo que fuera a ser fácil hacerse hueco. El bloque está muy definido y además es muy sólido. Yo ya sabía dónde venía, que tenía que trabajar muchísimo para intentar ganarme oportunides y para estar bien, tanto física como mentalmente, al llegar esas oportunidades. Es bueno que sea así porque la competencia beneficia al equipo, es sana, positiva y necesaria».

Una competencia de la que Ekiza empieza a salir victorioso. No es descartable que el sábado repita en Málaga. Le gustaría especialmente, teniendo en cuenta que fue en La Rosaleda donde debutó en Primera, con la camiseta del Athletic, en 2011. «Me encantaría. Como te puedes imaginar recuerdo ese campo con cariño y no me importaría que fuese también allí donde empezase a sumar más partidos como titular», sonrió. Y, ya puestos, «a encadenar victorias por primera vez. No será fácil pero el equipo ha demostrado que es capaz de hacerlo bien ante cualquiera. Iremos con confianza y a intentar ganar».