Aitor AGIRREZABAL
EL PROCESO SOBERANISTA CATALÁN

A derribar el muro español

Un pueblo con ganas de expresar su opinión y convencido de derribar el muro levantado por el Estado español ante la consulta democrática. La caída de una pared lo escenificó al inicio del acto de final de campaña de ``Ara és l'hora''.


La sociedad catalana se ha mostrado dispuesta a superar las trabas del Gobierno de Madrid y hacerlo coincidir con el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín, este domingo. El acto final de la campaña de ``Ara es l'hora'', anoche en Barcelona, invitó a los catalanes a construir un nuevo país donde el pueblo tome las riendas de su futuro.

El evento contó con la participación de múltiples ámbitos de la sociedad catalana, desde el mundo de la cultura, colectivos de migrantes, políticos o las portavoces de Omniun Cultural y la ANC. Tampoco faltó la representación de Euskal Herria, con varios miembros de la plataforma Gure Esku Dago ofreciendo apoyo al pueblo catalán y a su derecho a decidir.

Ante miles de personas, la presidenta de Òmnium, Muriel Casals, aseguró que Catalunya estará mañana «un poco más cerca de la libertad», a lo que su homóloga de la ANC, Carme Forcadell, añadió que «votaremos porque no somos súbditos de nadie». Entienden el acto de desobediencia que llevarán a cabo durante la jornada de mañana como un ejercicio masivo de democracia y en defensa de los derechos fundamentales.

Casals situó el siguiente paso en la independencia: «Queremos decidir y construir entre todos. Deseamos la independencia hacia un futuro libre». Habló de un pueblo en pie y un cambio en marcha, pero tal y como recordó «todavía todo está por ganar».

La desobediencia como acto legítimo ha sido el hilo conductor de la campaña, realizada por miles de voluntarios hasta la fecha, que han dejado claro ante la clase política su deseo de cambiar el futuro.

«Catalunya poderosa»

La primera en subir al escenario fue la escocesa Natalie McGarry, quien recordó el referéndum celebrado en su país hace mes y medio. Con conocimiento de causa, remarcó que «no pasó nada» por preguntar al pueblo y que todos los ciudadanos pudieron votar y defender con argumentos el futuro que querían para Escocia. Si al norte de la isla británica se echó de menos la movilización callejera, la sociedad catalana volvió a dar anoche una lección y una demostración de que la decisión de expresarse no se negocia y está más que tomada, con miles y miles de personas llenando la avenida Maria Cristina.

Las urnas tampoco faltaron en la noche de ayer en Barcelona, haciendo la llamada a una participación masiva mañana. Y un objetivo: «Serem lliures». Todos y cada uno de los representantes que subieron al escenario introdujeron su voto en una de estas urnas, como harán mañana. En este sentido, Casals afirmó que «no hay nada que pueda parar la voz del pueblo».

Desde la campaña se ha animado al voto. Al voto por el Sí-Sí, por el Sí-No y por el No. Eso sí, Forcadell remarcó su apuesta por el doble Sí: «No queremos ser independentistas, queremos ser independientes». El deseo de «acabar con un gobierno que amedrenta al pueblo» es el último empujón para la campaña soberanista. «No somos súbditos de nadie, que nadie decida por nosotros», reclamó. ``Catalunya es poderosa'', rezaba la letra de la rumba de Peret con la que se cerraron acto y campaña.