MANRESA 76

BILBAO BASKET 77

Cuando se juega bien, ganar es más fácil; lo difícil es seguir ganando cuando se juega mal.

Bilbao Basket conseguía su quinta victoria después de una sufrida victoria en Manresa, un duelo en el que los hombres de negro hicieron méritos de sobra para perder, pero también para sentenciar el partido. Al final, replicando el 76-75 con el que se entraba en el último minuto, después de un triple de Dewar que cerraba un parcial de 7-0 para el Manresa, una canasta a la media vuelta de Marko Todorovic, rescatando un lanzamiento errado por Andjusic, daba la definitiva ventaja a Bilbao Basket. Eso sí, Zeljko Sakic tuvo el triunfo catalán en sus manos, aunque por fortuna, su tiro ganador no entró.

Andjusic -principalmente- y Dejan Todorovic dieron el paso adelante que tanto se les pedía ante la baja de Dairis Bertans. Siguiendo la estela de Wragge, los triples del dúo balcánico en el segundo cuarto -siete en ese lapso para los 11 que convertiría el cuadro vizcaino al final- arreglaban el desaguisado del primer período. Una defensa excesivamente blanda dejaba hacer a un Manresa que lucía una intensidad bien distinta a la mostrada en Gasteiz hace una semana. En los diez primeros minutos Alex Mumbrú se vio sorprendido por los fundamentos de la promesa lituana Grigonis, mientras que Grimau les recordaba a sus excompañeros que a base de penetraciones se puede hacer tanto daño como lanzando desde la distancia.

El 28-15 de inicio auguraba un partido calamitoso, aunque el tino desde más allá del arco cambiaba las tornas. Con todo, la primera línea defensiva de los hombres de negro no ofrecía seguridad alguna, algo que jugadores como Alex Hernández o White aprovechaban para romper todo el entramado bilbaino de retaguardia. Si los de Sito Alonso sumaban a bombazo limpio, los del Bagés replicaban con un número altísimo de canastas fáciles, fruto de una distribución de balón demasiado sencilla a cuenta de una defensa vizcaina bastante descuidada. En todo caso, Andjusic sostenía a su equipo con 15 puntos, llegándose al descanso 44-43.

Vaivenes a tutiplén

El regreso a los vestuarios supuso la continuación de la exhibición de Grigonis. Por suerte para Bilbao Basket, el joven lituano se cargó de personales, y cuando Pedro Martínez lo cambió, al cuadro manresano se le apagaron las luces.

Los hombres de negro al fin pudieron empezar su remontada de forma seria; es decir, enlazando un juego no tan dependiente del acierto y en el que la defensa subía varios enteros. Marko Todorovic, Raül López o Mumbrú, no precisamente grandes defensores, tuvieron mucho que ver en que los vizcainos llegaran al arranque del último cuarto con ventaja: 60-61. Una ventaja que se convertiría 60-69 gracias a un parcial de 0-8 con minutos realmente siderales de Raül López.

Pero el Manresa seguiría peleando y empataría a 69. De la mano de Andjusic, los de Sito Alonso amagaron la ruptura del partido al irse 69-75, pero incluso entonces regresaría a la vida el cuadro del Bagés, adelantándose 76-75 con un parcial de 7-0 cerrado por Ben Dewar ya dentro del último minuto.

Hubo que sufrir hasta el final, pero el tino estuvo con Marko Todorovic y la suerte, con los hombres de negro.