IBILIZ IBILI | Marko SIERRA

Vuelta al Urumea 2 Adarra, Zaburu, Azketa, Leuneta

En la 1ª etapa de esta vuelta, partimos de su desembocadura en la Zurriola y dejamos atrás un territorio muy urbanizado, con islotes seminaturales en Oriamendi, con el corte viario del 2º cinturón en Galarreta, con guiños al mundo rural en Santa Barbara, Azkorte y Buruntza, y con un territorio alterado bajo el Buruntza, por cantera, «trenesito» de alta velocidad y polígono en Telleriagaina, cerrando así, el valle por el SW. Desde allí hacía arriba, vimos como lo rural cobra fuerza, favorecido por las elevaciones y alcanzamos el campo base de Besabi, utilizado para ascender a Onddi, que volvemos a utilizar.

Por camino rural asfaltado en ascenso hacia Adarra, llegamos a Montefrío. Allí, contornear la cuenca andando nos deja frío, debido al matorral. Dos son las alternativas: la 1ª supera la valla a derecha y tras pasillo verde y doble giro a la izda en ascenso, nos adentra en la repoblación de pinos, intercalado por un pequeño hayedo trasmocho con posible lamia, finalizando junto a otra erreka, que sin pasarla y en ascenso, con refugio a derecha y hayedo intercalado, alcanza Mantaleko lepoa, entre Aballari y Adarra; la 2ª sigue recto por pista principal y giro a derecha gradual, introduciéndonos en el prado ascendente hasta un falso collado junto a Aballarri. Su ascensión y descenso es una trepada-destrepada poco difícil, reencontrándonos en el collado (0.40h).

Adarra enseña aquí sus cartas y muestra en vivo y directo la ascensión de esta vuelta al Urumea, cuyo curso queda al fondo a la izda. Bajo su cima democrática todo vale: opción de izquierdas, derechas, o directa y empinada. Adarra, 819m. (1.10h).

Adarra, prominente desde casi todas sus caras, presenta una S dócil que permite descender entre pastos, pequeña repoblación geométrica y espectacular menhir de Eteneta al collado del mismo nombre. Enseguida la opción del Oindo, aparece al frente, en dirección SE, hasta su cima evidente. De ahí entre árboles sueltos y por sendero, descendemos a Otsolepoa sin lobos, que también alcanzaríamos por el camino que de Eteneta avanza por el borde superior de la repoblación de cipreses de Lawson (2.00h).

A partir de aquí el esquema y el paisaje de Oindo es una partitura que se repetirá con ligeras variaciones. De frente el sendero, que inicia un sube y baja, y que visita distintos monumentos megalíticos. A la izda a pocos metros, una alargada hilera de puestos de caza. Algo más abajo, repoblaciones forestales de pinos insignes, laricios, alerces y cipreses de Lawson, entre las cuales serpentean pistas forestales que rodean las montañas. Debajo, muy debajo, el Urumea. A la dcha a pocos metros, una interminable valla. Bajo ella, en ocasiones senderos, caminos y/o pistas, entre más repoblaciones de pinos laricios, alerces y más cipreses de Lawson. Modelo forestal americano, donde individuos sueltos de ametza y algún haya resisten, aportando pinceladas de distinto color al monótono paisaje. Debajo, muy debajo, el Leitzaran, perteneciente al Oria.

Siguiendo por el sendero, con los últimos metros en fuerte pendiente con rocas que afloran y que superamos apoyando las manos, alcanzamos Zaburu, 781m. (2.20h). Su descenso lo realizamos en dirección NE junto a la valla, hasta que superada la zona más rocosa, aparece a derecha un paso de madera, que invita a ir hacia el SW por el que saltaremos de Urnieta, a Hernani, faldeando Zaburu.

Visitado Altxistako lepoa, entre Hernani y Elduaien, y su hermoso cromlech, asoman los 3 «escalones» de subida a Azketa. Sus referencias son: de frente en el suelo, decenas de alerces tumbados por ciclogénesis, plantados omitiendo la recomendación de no usar esta especie en collados expuestos; a la izda en algunas laderas, parcelas desarboladas, obviando que con tanta lluvia no podemos permitirnos tenerlas tan desnudas; a la derecha otras, que esperan talas y con vistas hacia Aralar, y de espalda hacia arriba Zaburu, Oindo, Adarra... y hacia abajo, Donostia. Cima de Azketa, 835m. (3.20h).

Tras el pasillo verde, una valla y un abanico de senderos, caminos y pistas que asaltan la tachuela de Etzala, previa al binomio Unamuno-Leuneta. Hacemos apetito, afrontando de frente Etzala tras valla metálica y paso de madera, y tras coronar, descendemos por la espalda disfrutando de nuevos cromlechs, antes de afrontar de frente Unamuno, entre pequeños abedules. Obviamos el desvío a izda de la GR, Vuelta a Gipuzkoa, y un camino perpendicular. Así llegamos a la parte superior del cordal Unamuno-Leuneta, ahora entre Arano y Elduaien. Saltando la nueva valla, y girando a dcha, encontramos otra a izda y por el nuevo pasillo, un pequeño hito a izda advierte la cima de Unamuno. Un sendero desde ésta, nos acerca a Leuneta, 887m. (4.15h).

Desde su cima, la valla que desde el collado del NE asciende hasta aquí, y la pista principal que desde Arano por la izda asciende hasta el collado, con paisaje arbolado en ocasiones, desarbolado en otras y las más, con una alargada hilera de hayas, componen las trazas de nuestro descenso a Arano (5.00h). Un buen plato de alubias en este pueblo -el único de la Nafarroa actual que desde su casco deja ver el mar- un buen vino y un chófer, no deben hacer olvidar la fundación de Donostia: «Desde Hondarribia hasta el Oria y desde Arrenga hasta San Martin de Arano».