Arnaitz GORRITI
Laboral Kutxa Baskonia cae en Klaipeda y se complica su clasificación para el Top 16

La moneda lituana al final cae cruz

Heurtel lideró una remontada que pasó del 53-35 al 78-79, pero una canasta de Galdikas más el desacierto gasteiztarra decidieron.

NEPTUNAS KLAIPEDA 80

LABORAL KUTXA BASKONIA 79

Ni Neptunas Klaipeda ni Laboral Kutxa Baskonia supieron ganar, sobre todo el conjunto lituano, que acusó su condición de novato en la Euroliga. De la mano de un estratosférico Heurtel, los de Ibon Navarro remontaron un 53-35 adverso en un partido loco y que entre triples de fábula y pases horripilantes, se decidió con un tiro final errado por el propio Heurtel, aunque nada se le puede achacar. Eso sí, el Top 16 se pone muy cuesta arriba.

Tras el 78-77, triple a tablero de Galdikas, Tillie ponía el 78-79 tras robar el propio jugador francés un pésimo pase rival. Pero Galdikas metió el 80-79 a 14 segundos tras asistencia de Girdziunas. Tiempo muerto de Ibon Navarro. Aclarado para Heurtel, que tiró de media distancia, pero su tiro no entró. El Neptunas Klaipeda remató lanzando a fallar sus últimos tiros libres con el reloj casi a cero.

Podría decirse que el de ayer fue de verdad el primer partido dirigido por Ibon Navarro. Laboral Kutxa Baskonia se tomó más tiempo para elaborar sus acciones de ataque y buscó más de lo habitual el juego interior, siendo Colton Iverson el primer beneficiado del cambio de estilo. Enfrente, el Neptunas Klaipeda, en vez de obcecarse con el triple, se aprovechó de la mala defensa en el uno contra uno de los gasteiztarras.

El primer problema llegaba desde la línea de tiros libres, ya que los gasteiztarras erraban sus siete primeros tiros libres -14 de 26, siete fallos de Iverson-, lo cual facilitaba que el cuadro de Klaipeda se pusiera pronto en ventaja. El rebote ofensivo era propiedad de Laboral Kutxa Baskonia, de forma que los malos porcentajes en el tiro tenían arreglo, con buenos minutos de Ilimane Diop.

Pero la defensa baskonista, ante todo, carece de continuidad, así que alterna momentos concentrados y otros de cierto desbarajuste, algo que aprovechaba el Neptunas Klaipeda. Además, Ibon Navarro explotó los minutos de Heurtel hasta el agotamiento del base francés. Y cuando San Emeterio, Bertans y Perkins -relegado por Vujacic como segundo base- regresaron a la cancha se fueron cayendo al descanso por 41-33, pese a realizar 10 tiros de campo más.

Blanco, negro y viceversa

Del 41-33 al 53-35 el Neptunas Klaipeda establecía un parcial de 12-2. En estas, en los peores momentos gasteiztarras, Mirza Begic vivía su debut baskonista. El esloveno colocó un par de tapones, mientras que una técnica a Gailius fue preludio de un 0-6 de parcial, con los primeros puntos de Begic y Heurtel asumiendo la responsabilidad; un parcial que se fue hasta el 0-12 en pleno parálisis lituano. El base francés arrimaba al Baskonia 55-52, pero el cuadro local supo agarrarse al liderato a base de tiros libres y entraba 61-54 al último período. Llegaba la locura.

El balancín seguía en lo suyo: Neptunas Klaipeda se iba 66-54 con un parcial de 5-0, pero entre Heurtel y Causeur devolvían el parcial. Heurtel anotaba su séptimo triple para arrimar el marcador 68-64, mientras que una antideportiva de Zavackas fue el preludio del empate a 68 logrado entre San Emeterio y Begic, y con el octavo, se adelantaba 73-75 gracias a la ¡defensa! de Tillie.

Se hizo lo más difícil, en parte porque el rival acusaba los nervios. Pero la total locura lituana fue una moneda que, de manera cruel, esta vez cayó cruz.

Navarro: «No podemos tener cuatro minutos de desconexión en defensa»

«Fastidiado», se reconocía Ibon Navarro. Ponía en valor la capacidad reactiva de los suyos, pero achacaba la derrota, desacierto aparte, a las «desconexiones» en la retaguardia.

«Tenemos demasiados minutos de desconexión atrás. Nos desenchufamos cuatro minutos y recibimos parciales altos. Luego el equipo se pone, empuja y ellos no podían casi ni tirar. Hay que mejorar eso», declaraba.

Sobre el tiro final de Heurtel, Ibon Navarro exoneraba al base francés de cualquier responsabilidad.

«Teníamos diversas opciones de tiro: una era Thomas, otras Bertans o Iverson. Ellos cambiaron la defensa y Thomas se la jugó contra un grande. Ha tomado una decisión acertada, pero su tiro se ha salido de dentro. A un jugador que ha hecho ese esfuerzo, sobre todo atrás, no hay nada que decirle», remachaba. A. G.