Xabier ALZELAI
Ingeniero de pruebas
ANÁLISIS | Gran Premio de Abu Dhabi

Años luz

El autor analiza en el texto el desenlace de la lucha por el título de los dos pilotos de Mercedes, hace balance de una temporada marcada por el cambio de reglamentación, y pone la mirada en el próximo año, donde tampoco faltarán novedades y cambios en los equipos.

De la forma en la que termina la temporada, y a falta del test post-temporada de esta semana en Abu Dhabi, es un hecho que la estrella de Mercedes se encuentra a algunos años luz de distancia del resto de competidores. El primer Mercedes fue un coche de carreras y hoy demuestran que siguen siendo capaces de hacer coches ganadores.

El fin de semana comenzaba más o menos como cabía esperar, con la abrumadora superioridad de Mercedes tanto en los libres como en calificación. El sábado se imponía Rosbeg con la pole, repitiendo por primera vez en 16 años una primera fila en la última carrera con los dos primeros clasificados en el Mundial. Pero el bacalao se corta los domingos.

Consciente de su desventaja de 17 puntos respecto a Hamilton, el alemán apelaba a la «ayuda» de Hamilton para ganar la carrera y llevarse así el título. Es cierto que Hamilton había cometido algunos errores recientemente bajo presión. Esta vez Rosberg iba a necesitar de la ayuda de los Williams para presionar a Hamilton por detrás, dado que un segundo puesto sería suficiente para el inglés en caso de que su compañero de equipo ganara la carrera.

Sin embargo, el plan soñado de Rosberg no se cumplió. Era quizás demasiado optimista o dependía de demasiados condicionantes. Hamilton consigue su segundo título, igualando a Alonso y convirtiéndose en el primer piloto de Mercedes en ganar el campeonato desde 1955 (Fangio). Hamilton ha crecido en paralelo a Mercedes como piloto durante los últimos dos años y este fin de semana ha demostrado que no siempre comete errores bajo presión. Incluso que es capaz de mantener la calma para dar la vuelta a un fin de semana como el que se le presentaba el sábado.

Hay que congratular a Mercedes por haber mostrado la mano izquierda necesaria para mantener el orden y la imparcialidad durante todo un año, una temporada que tenía todos los ingredientes para desembocar en explosión interna en Mercedes. También habría que felicitar a Hamilton y Rosberg, por haber sabido gestionar la lucha al nivel que exigen las circunstancias y hasta la última carrera. Una lástima la forma en la que ha tenido que terminar su carrera Rosberg, en este caso debido en gran parte a problemas técnicos: con 160CV menos por problemas con el ERS, al cual se le añadían otros problemas como el mapa de gas. Rosberg es más rápido que Hamilton en calificación, y sería bonito verle dar ese paso de ritmo que a veces le ha faltado en carrera.

Nos despedimos de una temporada que representa un claro cambio de ciclo en la F1. Un año por una parte dominado por el conflicto de intereses que suponía la introducción del nuevo reglamento de motores, y sus consecuencias. Un cambio de motores en principio promovido por los proveedores de motores y la organización, con el objetivo de aplicar tecnologías innovadoras que sean representativas para los fabricantes de automóviles, algo que no era el caso en los últimos años.

Esto había originado la huída de fabricantes como BMW, Honda y Toyota. Este cambio de reglamento tiene sus aspectos negativos, que probablemente en un principio no habían sido tenidos en cuenta por completo. Por una parte ha surgido una colisión del reglamento de motores híbridos con los intereses del deporte y del show. Los pilotos han dejado de ir al límite, necesitan dosificar y para ello reciben constantemente instrucciones por radio. La F1 ya era un campeonato de ingenieros desde hace algunos años, pero este carácter se ha acentuado notablemente con el nuevo reglamento. El sonido de los nuevos motores turboalimentados tampoco es comparable a los V8 anteriores. En mi opinión existe un claro conflicto de intereses entre el tipo de F1 que quieren los fabricantes como Honda, y el tipo de F1 que quieren los seguidores del deporte.

Además, la tecnología necesaria es inmensamente compleja en comparación con lo que los equipos conocían hasta hoy, lo que deriva en costes de leasing de motores mucho más elevados. Esto sitúa a los equipos pequeños en una posición financiera delicada, y es seguramente el motivo principal por el que Caterham y Marussia no estén el año que viene en parrilla.

En 2015 nos espera una temporada no menos intensa que la última, con algunos cambios que aportarán emoción. Por ejemplo el ya confirmado fichaje de Vettel por Ferrari, y la inminente incorporación de Alonso a McLaren, aún por confirmar. Dos pilotos top que emprenden una nueva aventura empezando prácticamente de cero, ambos con el mismo objetivo de hacer crecer a un equipo para ganar lo antes posible más campeonatos. Ferrari y McLaren-Honda son dos equipos con historia, que a pesar de no haber estado a la altura en los últimos años tienen potencial y recursos suficientes para volver a lo más alto muy pronto. Son desafíos distintos, que al mismo tiempo inevitablemente van a ser comparados durante el año que viene constantemente.

El de Vettel es un desafío de conseguir devolver a Ferrari a la senda de las victorias, desarrollando equipo y coche en paralelo, en una Scuderia que últimamente se había convertido en una guerra interna. Algo que Alonso no ha sido capaz de cuajar en los últimos cinco años. No es una tarea sencilla, y seguro que va a costar mucho trabajo. Lo que está claro es que Ferrari necesita una mentalidad fresca a todos sus niveles, y Vettel es un teamplayer con el estatus de cuadruple campeón. En mi opinión es uno de los mejores candidatos para el desafío, capacitado para emular las hazañas del gran «Schumi». Si lo consigue eclipsaría claramente a Alonso y entraría directamente en el universo de los mitos.

En cuanto a Alonso, aún no hay nada confirmado sobre su destino pero sería muy sorprendente no verle en un McLaren en 2015. A pesar de su edad, el asturiano es uno de los pilotos mejor valorados de la parrilla y demuestra los motivos cada vez que puede. Honda vuelve como motorista en 2015 de la mano de McLaren después de estar algunos años fuera, por lo que su punto de partida es una incógnita. El rendimiento de Alonso va a depender mucho del motor que realice Honda y la integración de todo el paquete bastidor-motor. La competitividad y fiabilidad con las que el motor Honda llegará a Australia son cuestiones difíciles de contestar hoy. Puede que Honda llegue con un motor competitivo y fiable de entrada, o puede que estén a años luz como actualmente se encuentran Renault y Ferrari de Mercedes.

En cualquier caso, sabiendo de dónde viene el motor y conociendo la forma que tienen los japoneses de trabajar con los motores, no sería sorprendente de ninguna manera ver un motor Honda a un nivel comparable al Mercedes desde la primera carrera en Australia.