La tercera etapa de la divisoria sur de la Lautada, comienzo de los Montes de Vitoria

Aquí viene la tercera etapa de La divisoria sur de la Lautada, evidentemente, cada vez más situados al oeste. Este tramo de la divisoria es el menos definido de todos. Ya que, nada más pasar el monte Kapildui, la línea de la divisoria se difumina bastante y, quizás, nos cueste un poco orientarnos. Sin embargo, a veces también apetece un poco cambiar esa visión panorámica de la Lautada alavesa y «perdernos» entre escondidos valles. Por lo demás, este recorrido continúa con la misma tónica que en etapas anteriores, esto es, calidad, disfrute y preciosos paisajes. Como colofón, ascenderemos a dos cumbres puntuables.
Desde el fondo del pueblo de Azazeta sale una pista asfaltada dirección oeste que va paralela a un riachuelo. Más adelante, dicha pista asfaltada se convierte en pista de tierra y tuerce al norte. Cuando llegamos a un collado, sale a nuestra izquierda otra pista de tierra que enfila a un picacho. Después de atravesar dos langas, abandonaremos la pista y subiremos, larra a través, hasta el picacho. En todo momento tendremos este picacho a la vista, muy evidente.
A partir de ahora, avanzaremos por un sendero que va por todo el filo, espectacular. De esa manera, podremos admirar los dos preciosos valles que tenemos tanto a izquierda como a derecha. Pronto llegaremos a un marcado collado desde el que hacer un último esfuerzo y subir al Arraialde (1.048 m).
Desde la cumbre volveremos sobre nuestros pasos al collado y giraremos a la izquierda. Saltaremos una langa y bajaremos por el mismo fondo de la vaguada. Aquí no hay sendero, por lo que nos encontraremos haciendo «la del jabalí». A pesar de ello, se avanza muy cómodamente por el manto de hojas que ha formado el bosque de encinas. De repente, saldremos a una larra en la que, por difusos senderos de vacas, saldremos a Berrozi. Simplemente consiste en bajar, más o menos, en la misma dirección que la ladera del monte. Desde esta posición ya se adivina entre el bosque la línea de ascensión al Kapildui.
Desde el pueblo de Berrozi seguiremos hacia el oeste por una empinada pista de cemento. Cuando estamos a punto de llegar a la única casa que queda, nos saldremos por la larra de la derecha. Pasaremos una langa y subiremos por un camino formado por una línea de arquetas de agua. Dicha línea de arquetas nos lleva directos al Kapildui (1.175 m), ascensión de calidad. En el argot popular dicho monte es conocido como «El pirulí» debido a la gigante torre metereológica instalada en su cumbre.
Bajaremos por la pista que nace desde la misma cima del monte y, en la primera curva que hace dicha pista a la derecha, nos saldremos a la izquierda por un bonito sendero marcado por mojones. Más adelante, saldremos a otra pista, donde obviaremos un desvío a la izquierda. Nosotros seguiremos de frente por los mojones. Pronto nos encontraremos, de nuevo, en el filo de la montaña hacia el oeste.
Estamos en el punto más delicado de todo el recorrido de hoy. Aquí deberemos evitar desviarnos en los valles que nacen tanto hacia el norte como hacia el sur, sobre todo los del sur. Ya que, si nos equivocamos y nos vamos al norte, saldremos al valle de Izartza, el cual baja directo por su pista del fondo hasta Okina: no supone mayor problema.
Pero si nos salimos hacia el sur, acabaremos perdidos en los valles que nos llevan a Arluzea, desviándonos así varios kilómetros de nuestro objetivo. Para evitar dicho infortunio deberemos estar atentos y, si es necesario, «tirar de brújula» para continuar al oeste. La clave es seguir por el filo de la montaña hasta que este se acabe.
Una vez llegados a este punto, torceremos a la izquierda hasta salir a una pista que cogeremos. Dicha pista se une más adelante con la principal. Bajando por ella, saldremos sin pérdida al pueblo de Okina y su famoso y espectacular desfiladero. Fin del recorrido, en la próxima entrega más y mejor.

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