El Alavés recibe al Numancia con la intención de dar un paso adelante definitivo en la tabla, encadenando dos triunfos consecutivos por primera vez en la presente temporada y dando una alegría a su fiel hinchada, que no disfruta con una victoria local desde la que se lograra el pasado 18 de octubre ante el Lugo por 1-0. La visita de los sorianos puede ser la ocasión propicia para lograr ese objetivo, estirando en una jornada más la racha de seis semanas sin perder, pero sin olvidar que los castellanoleoneses también llegan a Mendizorrotza en una trayectoria positiva -cinco semanas invictos en su caso-.

A la vista de los buenos resultados no contempla muchas variaciones Alberto López en su equipo inicial. Las buenas actuaciones de Einar Galilea, por ejemplo, podrían aplazar el regreso de Laguardia, que ha vuelto a entrenar tras la conmoción cerebral de hace una semana. Toribio, recuperado del pisotón en el pie que recibió en Sevilla, y Beobide, que parece haberse olvidado de los problemas de pubalgia, también seguirán en el centro del campo, ya que el capitán Manu García no se ha recuperado del bocadillo que le impidió jugar ante el Betis.

En ataque, Ion Vélez tiene pocas opciones por un problema en el sóleo, y su puesto lo pueden ocupar Tejera o Juanma. En el costado derecho Sangalli puede recuperar su sitio tras cumplir la sanción de dos partidos. Y en punta Manu Barreiro volverá a ser la referencia. En cualquier caso, Alberto hará los últimos descartes hoy mismo.

«Es un rival de la categoría, con centrales muy aguerridos, con un ritmo de juego cambiante, con gente rápida arriba, con jugadores en buen momento de forma. Además es un equipo que fuera de casa está haciendo buenos resultados, y lógicamente nos pondrá las cosas difíciles», destacaba el entrenador albiazul sobre el Numancia en su comparecencia previa.

En el conjunto soriano, Juan Antonio Anquela tiene las bajas confirmadas de los defensas Paco Regalón y Ripa, mientras que su principal duda en el once está en los laterales, donde Valcarce podría jugar en el izquierdo o desplazar a Isidoro a esta demarcación, metiendo Kader en la derecha. «Estamos preparados para ganar en cualquier campo, pero el equipo no puede relajarse en ningún momento», avisaba el técnico.