ALAVÉS 0

NUMANCIA 2

El Alavés zanjó la racha de media docena de jornadas sin perder -en las que había logrado un triunfo y cinco empates- tras caer ayer ante el Numancia. 42 días después de su último triunfo en Mendizorrotza, el equipo gasteiztarra pretendía ofrecer una nueva alegría a su afición. Su victoria del pasado domingo ante el Betis en Sevilla les dio motivos para pensar en dar un paso más hacia los puestos cómodos de la tabla, pero el equipo soriano les devolvió a la realidad del fútbol.

Al Alavés le faltó rematar, porque ocasiones tuvo. Tampoco se les puede achacar falta de ganas o de ambición. Los locales salieron a por la victoria y empezaron pisando fuerte. En el minuto 9, les anularon un gol por fuera de juego cuando su artífice Toti, algo adelantado a la pareja de centrales soriana, ya lo celebraba. Incluso llegó a subir al marcador, pero inmediatamente fue borrado cuando el Glorioso se las prometía felices.

No se amilanaron y continuaron atacando. Al cuarto de hora Migue recibió un golpe en la nariz que le dejó sangrando y se ausentó momentáneamente -las placas confirmarán si hay rotura nasal-, para regresar y permanecer en el terreno de juego hasta el minuto 81 en el que fue sustituido.

Las ocasiones de Juli

El Numancia recurrió al balón parado como mejor arma. En el minuto 21 Julio Álvarez colgó una falta al borde del área que Juanma conectó con un testarazo a la cruceta alavesista. Los dos equipos se enzarzaron en hilvanar pases en el centro del campo pero sin mirar a las zonas de peligro. Por momentos, el Numancia movió con más criterio e intención el balón y tuvo la pelota en su poder y mirando la meta de Manu Fernández. Superada la media hora Juli tuvo para el Alavés la más destacada acción con una colada por banda derecha hasta línea de fondo pero terminó estrellando el balón en el cuerpo de Munir.

Tras el descanso evidenció el Numancia un mayor deseo de ir a por el partido y dominaron los de Anquela en el arranque ante un Alavés dubitativo y sin tener claro si debía ir al ataque o mantener sus posiciones.

En el minuto 50 Sangalli sustituyó a Raúl García. El exrealista recuperó su sitio tras cumplir la sanción de dos partidos y comenzó a generar peligro por la banda derecha. En el 56, Juli mandó un balón a portería pero Munir despejó desde la esquina en la primera ocasión del Alavés en el segundo tiempo. Insistió el Numancia con paciencia y perseverancia en sus ataques. Superada la hora de partido Isidoro centró desde la derecha un balón al segundo palo para que Vicente le colocara un precioso balón a Sergi Enrich que solo tuvo que empujar a puerta vacía para adelantar al Numancia en el maracador. Un mazazo.

Alberto López, el entrenador del Alavés, buscó la reacción ante el golpe, recurriendo a Ion Vélez, el jugador navarro que fue duda hasta el último momento por un problema en el sóleo que le ha afectado esta semana en la que se perdió dos días de entrenamiento. La situación no estaba para reservar efectivos de cara al partido de Copa que el martes juega el equipo gasteiztarra ante el Espanyol.

Afloraron los nervios en el cuadro alavesista y se completó la decepción en el 86, con un lanzamiento de Julio Álvarez que superó la barrera alavesista sin que Manu Fernández pudiera hacer nada para sentenciar en Mendizorrotza con 0-2. Faltaban tres minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario y otros tantos del descuento. Quedaba todavía una última ocasión, la de Ion Vélez, que intentó el gol de la honrilla, y no entró. No era el día. La última vez que los albiazules vencieron en su estadio fue el pasado 18 de octubre al Lugo (1-0) y sus dos siguientes comparecencias en Gasteiz frente a Alcorcón y Sporting de Gijón terminaron con empate y reparto de puntos. Ayer fue bastante peor.

De acuerdo con la suerte

A falta de completarse la jornada de Segunda División, el Alavés es decimosegundo -en casa suma 10 puntos de 24 posibles- y el Numancia, que logró su segunda victoria consecutiva de la temporada, se sitúa décimo. Su entrenador Juan Antonio Anquela admitió que había sido una victoria «muy difícil. El Alavés ha salido enchufado. Hemos capeado el temporal como hemos podido, hemos aguantado ante un buen equipo y hemos tenido más suerte». Y añadió algo que comparten la mayoría de los técnicos «el fútbol no te permite relajarte».

Lo sabe Alberto López, que no ocultó su frustración y que en sala de prensa estaba intentado descubrir que había pasado. «Estoy decepcionado porque la entrada ha sido buenísima, se han vaciado y es una derrota que no esperábamos. Creo que no nos lo merecíamos. Han corrido, han trabajado muchísimo. Hemos intentado llevar el peso del partido, ha habido de todo, lucha, suerte. Pero creo que ellos han tenido más suerte», señaló el irundarra.