El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, confirmó que el club blanquiazul se presentará al concurso aprobado por unanimidad por el ayuntamiento de Donostia y Anoetako Kiroldegia para el nuevo campo y mostró su esperanza de que «no se presente nadie más».

Recordó que «tenemos un proyecto que dimos a conocer en abril y nos vamos a presentar en cuanto tengamos conocimiento del pliego y un estudio exacto del calendario». Sobre la fecha para el inicio de las obras apuntó que habrá «una fase 0 con actividades externas como establecer las bases en las esquinas para la nueva cubierta y una fase 1 en la que necesitamos bajar el campo más de dos metros. Eso solo se puede hacer en verano, necesitamos tres meses, no será fácil empezar en mayo, pero intentaremos empezar lo antes posible».

Sobre el coste de las obras y la parte que asumirá la Real se mostró partidario de esperar a los resultados de las elecciones de mayo para hablar con el ayuntamiento de Donostia y la Diputación para la remodelación del Ministadio y de instalaciones como la Kultur Etxea y la Kirol Etxea, pero prevé que la Real pueda aportar entre 30 y 35 millones de euros.

Una inversión fuerte que asumirá sin dudas porque entiende que el nuevo Anoeta «es algo que la Real lleva persiguiendo desde finales de los 70. Es algo histórico. Todos sabemos lo que suponía Atotxa, la historia del Mundial 82, el cambio a Anoeta con la exigencia de las pistas en el estadio... Se puede decir que la Real inicia un camino para quitar las pistas y tener un campo como Dios manda. Estamos contentos y hay que ir paso a paso».

Quiso dar las gracias a los cuatro grupos políticos representados en el ayuntamiento de Donostia -EH Bildu, que forma el equipo de Gobierno que ha liderado el proceso, PNV, PSOE y PP- y al alcalde Juan Carlos Izagirre.

Destacó que el Consejo tiene el trabajo muy adelantado para que el sueño se pueda cumplir cuanto antes. La Real lleva décadas esperando esta oportunidad y hay que aprovechar y convertir en realidad un sueño. Es el mejor fichaje que se puede realizar, algo básico para cualquier plan».

Por ello la Real destinará al nuevo Anoeta una parte importante de los sesenta millones de euros de beneficios que presentarán las cuentas que someterá a la votación de los accionistas en la Junta del miércoles próximo.

Unas cuentas extraordinarias

Jokin Aperribay consideró las cuentas como extraordinarias en el doble sentido de la palabra. Por el éxito que supone cerrar el pasado ejercicio con un superávit de 24,4 millones y poder presentar una previsión de 35,9 para el actual con ingresos extraordinarios como son jugar la Champions, que generó 22 millones en el pasado ejercicio, y las ventas de Illarramendi, Griezmann, Bravo y Seferovic por un total de 65,7 millones.

Las cuentas del pasado ejercicio presentan unos ingresos récord de 98,9 millones de euros y unos gastos de 74,4 porque, según explicó Aperribay, «se han incluido como gastos los once millones de la indemnización al Arsenal para cancelar el anterior contrato y para que no tuviera derechos a futuro sobre Carlos Vela. Además están incluidas las renovaciones del propio Vela, Agirretxe, Pardo, la incorporación de Granero sin pago de traspaso y buena parte de la contratación de Canales».

La previsión de beneficio para esta temporada es de 35,8 millones con unos ingresos de 87,7 millones, 43,4 por la venta de jugadores y 25 por televisión, y unos gastos de 51,9, que aumentarán por la llegada de Moyes y su ayudante y la posibilidad de que lleguen fichajes.

El presidente blanquiazul admitió que, a pesar de que siempre en los presupuestos se contempla una cantidad en caso de destitución de un entrenador en plena temporada o de fichajes en diciembre, habrá una desviación por la incorporación de David Moyes y Billy McKinley. Señaló que no hay prevista ninguna incorporación de otro técnico y que por ahora Moyes no ha pedido fichajes. «Valoramos y tomaremos una decisión», dijo Jokin Aperribay.

Además destacó que «con los dos ejercicios en conjunto, con 60 millones de superávit, entendemos las inversiones realizadas este verano, los once millones por Vela y los siete por Finnbogason. Consolidadas definitivamente las cuentas de la Real, buscamos dar una estabilidad económica de futuro invirtiendo en el equipo».

El presidente blanquiazul subrayaba además que «por primera vez desde hace muchísimo tiempo el club tiene un patrimonio neto positivo y fondos propios positivos». Pero advertía que «los resultados son extraordinarios en todos los sentidos y tenemos un plan económico hasta 2018 sobre la base de unos 50 millones de ingresos y unos gastos de 48-51».

Los abonados no pagarán más

En ese sentido también destacó el carácter excepcional de la decisión de no incluir medios días del club ni un aumento en las cuotas de los abonados por segunda temporada consecutiva por los beneficios extraordinarios. Señaló que cuando los presupuestos sean normales volverán los medios días del club y las subidas de cuotas.

Recordó que «los abonos de la Real son más baratos que en 2007, cuando solo se aplicaba un IVA cinco puntos menor al 50% del abono. Ahora la Real ingresa en términos netos un 10-15% menos que en 2007. La crisis existe y los resultados de la Real permiten tomar estas medidas, pero no creo que se pueda sostener en el tiempo porque la Real va a necesitarlo».

Además Aperribay quiso destacar que «en mayo se dictó un auto que declaró que se había cumplido con el convenio con los acreedores ordinarios y subordinados. Con los privilegiados que tienen préstamos participativos empezamos con 27 millones y cuando terminamos de cobrar los traspasos de este verano solo quedarán 10-11».