No, no se puede hacer una adaptación mejor de los tebeos de Mortadelo y Filemón. Por suerte Ibáñez ha vivido lo suficiente para ver con sus propios ojos la película de sus personajes más reconocibles con la que siempre soñó. El dibujante sigue en activo a sus 78 años, entre otras cosas porque su inmortal creación no ha pasado de moda. Aunque buena culpa de su pervivencia hay que achacársela a Javier Fesser, quien en «Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo» acierta a actualizar a la célebre pareja en una aventura que, sin renunciar a la esencia de sus historietas, constata que siguen siendo los máximos representante de la chapuza made in Spain, tan longeva como ellos mismos.

Desde que en el 2003 Javier Fesser realizara «La gran aventura de Mortadelo y Filemón» en imagen real, quedó claro que terminaría optando sin remedio por la animación, con tal de que su propio universo imaginario conectara definitivamente con el del humor Bruguera. El estilo inventivo de Javier Fesser está muy próximo al de Jean-Pierre Jeunet, algo que también se puede comprobar en «Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo» mediante la identificación del villano del título con el sentido onomatopéyico de la canción «Boum» de Charles Trenet, que se utiliza como su sintonía de presentación. Pero Filemón tenía que aparecer a los sones de cualquier canción más cutre y hortera, y así es como llega a hacer una imitación de su ídolo Junio Iglesias, berrenado en el karaoke «Me olvidé de vivir». No cabe duda de que como musical animado la nueva película de Fesser se sitúa en las antípodas de Disney.

La asombrosa técnica de animación lograda por el estudio Ilion se basa en el cuidado milimétrico del detalle, hasta el punto de que conviene ver la película muchas veces para apreciarla en todo su minucioso trabajo. El costumbrismo de siempre es trasladado al ambiente de la calle que se respira hoy en día, con una presencia masiva del medio televisivo y en concreto el canal Telahinco a través de su programa estrella Gran Fulano.