El entrenador no ocultó su desazón en la sala de prensa, como no lo hizo durante el partido con constantes gestos de desesperación y de desaprobación del juego de su equipo.

«Estamos absolutamente decepcionados por el resultado y por la sensación que hemos dado en algunos momentos», reconoció Ernesto Valverde, quien añadió que la derrota es «un mazazo importante por el resultado, por mucho que vengamos de una buena racha en la Liga, en la que todavía vamos a tener que sufrir, y en nuestra moral, de la que debemos recuperarnos rápido porque tenemos partido el miércoles».

Lamentó el técnico que no supieron imponer «un fútbol rápido y con intensidad, sino que hicimos demasiados pases hacia atrás. Tengo la sensación de que empezamos los partidos demasiado parados en San Mamés», reconoció.

Sobre el inicio de Viguera en la banda derecha y su posterior pase al centro, explicó que «no es la primera vez que coloco a Viguera en el costado. Me gusta jugar con gente de arriba en banda y también lo he hecho en otros equipos. Quería que apoyara a Williams desde el lateral, pero no estábamos dominando y he optado por ponerle detrás de Williams y pasar a Beñat a la banda. Lo que ocurre es que, cuando pierdes, todo es un desastre», señaló el entrenador.

En su opinión, el partido fue «un calco al del Granada, con ellos atrás y nosotros haciéndonos cada vez más lentos. Luego, cometes un error y ellos se refuerzan en su planteamiento defensivo». Volvió a redundar entonces en que abusaron de la pausa «para lo que es mi gusto, demasiado parados y con demasiados pases atrás, sin balones en largo».

En cuanto a la sustitución de Williams la justificó por «la situación del partido y porque fueran otros los que asumieran dar vuelta al partido. El es un jugador rápido y la verdad es que no había mucho sitio para correr». Reconoció que no sabe qué decisión tomará respecto al futuro inmediato del joven delantero porque «dependerá de la evolución de Aduriz y Guillermo», aunque dejó claro que Williams es «jugador del filial».

«No estuve nervioso»

Por su parte, Williams desveló que fue en el hotel de concentración cuando Valverde le adelantó que iba a jugar y que, aunque sintió las «cosquillas en la tripa» habituales en una situación así, «no estuve nervioso».

Tras reconocer que vio «cumplido un sueño», afirmó que se sintió «muy apoyado por los compañeros. Gurpegi me dijo que juegue tranquilo y Muniain y Unai López también me ayudaron mucho», señaló.

Admitió que fue «una sorpresa» para él recibir esta oportunidad y añadió que seguirá «trabajando» en el Bilbao Athletic «para poder volver a entrar en otras convocatorias».

Para Williams, de 20 años y debutante con el dorsal número 30, la mayor diferencia que notó entre Primera División y Segunda B fue, «sobre todo, el ritmo» y también «que los rivales aprietan mucho». En cuanto al recibimiento en San Mamés comentó que fue «espectacular» y que «la afición hace que sea algo mágico».