Mikel INSAUSTI
CRíTICA: «Big Hero 6»

Marvel refuerza a Disney y a su robot hinchable Baymax

Se equivoca quien piense que la animación es algo ingenuo e inocuo para las mentes infantiles, porque suele contener mensajes muy influyentes de cara al definitivo desarrollo de la personalidad en proceso de formación. En Disney saben más de eso que en ninguna otra parte, y con la adquisición de Marvel se aseguran el control sobre el cine de superhéroes. «Big Hero 6» es mucho más que una película para el público familiar, porque dice mucho sobre la mentalidad actual y la función que ocupan dentro de ella los herederos del tío Walt. No hay más que ver al robot hinchable Baymax para darse cuenta de ello, tan blandito y entrañable. Fue creado para labores asistenciales, siendo como una amorosa enfermera o cuidadora. Pero la supervivencia en este mundo en el que siempre hay alguien dispuesto a hacer un mal uso de las nuevas tecnologías, exige tener que acorazarse y a Baymax le es incorporada una armadura imprescindible a la hora de enfrentarse al villano de turno.

Por lo tanto, la película entera viene a ser una metáfora del reforzamiento de Disney con Marvel, ya que las hadas no están hechas para combatir en el futuro robotizado. Pixar creó a «Wall-E» y a «Los increíbles», al robot con sentimientos y a la familia superheroica. Al final John Lasseter ha encontrado la manera de fusionarlos gracias a la adquisición de la compañía comiquera de Stan Lee. Y dicha fusión queda expresada en «Big Hero 6», no solo con la entente entre un Baymax rearmado a lo Iron-Man y el sexteto de frikis inventores en una Universidad hi-tech, sino también mediante la interculturalidad entre Occidente y Oriente. La ciudad del mañana en la cual transcurre la historia se llama San Fransokyo, por responder a la suma de San Francisco y Tokyo.

Asimismo, el metraje de «Big Hero 6» reúne dos partes diferenciadas, con una primera en la que está el corazón argumental y otra segunda que se vuelca en la acción. Ambas están perfectamente interconectadas, gracias a que el protagonista sigue un aprendizaje que va de la conciencia individual a la colectiva, de la pérdida al deseo de venganza canalizado.