Isaac Rosa
ELDIARIO.ES, 2015/1/5
HEMEROTEKA

La puerta giratoria de Zarzuela

(...) La puerta giratoria de Zarzuela no es como las demás: tiene giro de 360 grados. Juan Carlos entró por esa puerta el 2 de junio, y volvió a salir por el mismo sitio, en un movimiento rápido, visto y no visto. Es decir, que se quedó donde estaba.

¿Entonces? ¿Cuál es la gracia de esa puerta giratoria? Pues que le permite conservar los privilegios de monarca, pero sin las molestias del cargo. Es decir, vivir como un rey, en el sentido más popular de la expresión. Vivir como un rey pero sin el coñazo de ser rey, sin viajes protocolarios, recepciones, inauguraciones y despachos con Rajoy. Vivir como un rey, pero sin disimulo, y sin tener que pedirnos disculpas si mete la pata. (...)

Aparte de casa y sueldo, disfruta de protección jurídica. Dejó de ser inviolable, pero el Congreso lo hizo aforado por la vía urgente, lo que en la práctica, con la cortesana ayuda de fiscales y jueces, equivale a ser inviolable. Aforamiento que además se extiende a todas las actuaciones de su vida privada.

(...) desde que abdicó, ya todo es su vida privada, sus asuntos. Lo que antes era blindaje institucional y mediático, ahora es vida privada.

(...) Lo de Juan Carlos tiene mérito, mucho. Su última gesta en este Reino de España ha sido convertir una rancia monarquía, de la que uno solo podía salir muerto (pues de lo contrario perdería sentido el invento dinástico), en una profesión con jubilación y puerta giratoria. Y con pedorreta de propina para los republicanos: «¿No queríais rey? Pues ahora tenéis dos». Viva el rey.