Ni habrá elecciones en marzo, tal y como exigían el líder de ERC, Oriol Junqueras, y las entidades soberanistas, ni habrá lista unitaria, como reclamaba el president, Artur Mas. Tras casi cinco horas de reunión en el Palau de la Generalitat, ambos líderes acordaron, con el visto bueno de las presidentas de la ANC, Òmnium Cultural y AMI, Carme Forcadell, Muriel Casals y Josep Maria Vila d'Abadal, respectivamente, dejar el anticipo electoral para el próximo 27 de setiembre. Unos comicios a los que las formaciones soberanistas acudirán por separado pero con una hoja de ruta nacional acordada; al menos entre CiU y ERC.

Así lo anunció ayer el propio Mas, en una rueda de prensa convocada de urgencia a última hora del día. De hecho, fue una sorpresa, ya que el clima previo a la reunión no auguraba acuerdo ninguno entre ambos líderes, que en las últimas semanas y sobre todo en los últimos días, se habían lanzado reproches mutuos a través de reuniones, periódicos, redes sociales y mensajes de móvil. De hecho, tanto Mas como Junqueras pidieron ayer «disculpas» por el espectáculo de los últimos días.

En este sentido, Mas insistió en que la noticia más importante de ayer fue «recuperar el clima de unidad de acción y de respeto mutuo». Sobre su renuncia a la lista unitaria, el president señaló que «un acuerdo es mejor que cualquier otra cosa que se sitúe en el desacuerdo», al entender que «el acuerdo garantiza la continuidad del proceso político de transición nacional y garantiza que este procese llegue hasta la victoria, que es el gran objetivo».

Y sobre la fecha, Mas trató de ilusionar a un soberanismo que prefería las elecciones en marzo recordando que «el 27 de setiembre hará un año de la firma del decreto de convocatoria de la consulta del 9N» y apuntando que el primer día de campaña será, justamente, el 11 de setiembre de 2015, Diada Nacional.

Por su parte, Junqueras, que agradeció la ayuda de las entidades soberanistas, reivindicó también la importancia de rehacer «un acuerdo y un clima de confianza absolutamente necesario para acelerar y culminar el proceso de independencia», algo para lo que servirán, según él, las elecciones del próximo otoño: «Ahora que tenemos una fecha, tenemos que ganar y hacer que estas elecciones sean la consulta definitiva».

En cuanto a la renuncia a las elecciones en marzo, Junqueras, reconoció que «ésto cuesta mucho más de lo que me gustaría, pero es una oportunidad histórica que no podemos dejar». En este sentido, recordó que todos ceden y que «lo importante era el acuerdo, porque sin acuerdo no había elecciones».

Con palabras similares se expresó la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, que pese a reconocer que «no es nuestra fecha», se mostró satisfecha al poner en valor que «lo importante es que se ha rehecho la unidad». «Estamos contentos porque se ha rehecho la confianza y la unidad y tenemos el compromiso para culminar las estructuras de estado», señaló Fordadell, quien añadió: «Tenemos una fecha que será la que nos hará ganar la independencia».

Presupuestos

Más allá del acuerdo sobre la fecha y el formato electoral, el acuerdo alcanzado ayer entre Mas y Junqueras supone la recomposición del acuerdo de legislatura que los republicanos habían dado por liquidado en las últimas semanas.

Así, los ocho meses restantes hasta las elecciones deberán servir, según explicaron por separado ambos líderes, para desarrollar las estructuras de estado y las leyes que constan en dicho acuerdo y que resultan «de máxima importancia para el futuro del país», en palabras de Mas.

Este retorno del pacto se podrá ver estos días, durante la tramitación parlamentaria de los presupuestos de este 2015, que convergentes y republicanos volverán a negociar en las próximas horas. Pero el acuerdo también podría tener sus efectos en las municipales, ya que ambos líderes acordaron priorizar acuerdos postelectorales «con aquellos que están a favor del proceso».