Un salto de seis años... luz
Álex Aranzabal cumple seis años en la presidencia del Eibar, a la que llegó con el equipo en posiciones de descenso a Segunda B. Ha dirigido el club armero en la categoría de bronce, en Segunda A y, desde el pasado verano, en Primera División.

Hace exactamente seis años, Jaime Barriuso y Álex Aranzabal se daban la mano en la sala de prensa de Ipurua. Aunque seguiría ligado al club, en funciones principalmente representativas, el primero dejaba la presidencia de la entidad, que ocupaba desde 2002. Cedía el testigo a Aranzabal, miembro de su Junta Directiva desde cuatro años antes.
La imagen en Ipurua es hoy, seis años después, tan inesperada como diferente. No hay cita en la sala de prensa, aunque sí la hubo ayer y bien distinta. Mucho traje, foto con patrocinadores, responsable de marketing, comunicación... y el equipo pensando en su duelo frente al Atlético de Madrid, correspondiente a la 21ª jornada de Primera División, por la que camina con paso firme. Este mismo día en 2009, los azulgranas, en puestos de descenso a Segunda B, preparaban la visita del Elche, que se saldaría con su tercera derrota consecutiva y supondría uno de los últimos partidos de Carlos Pouso en el banquillo. Mes y medio después llegaría Josu Uribe pero aquel barco no había quien lo salvara. A final de temporada, el Eibar regresaba a la categoría de bronce.
Así fueron los inicios de Álex Aranzabal en la presidencia del Eibar. Pocos imaginaban que la continuación de la historia fuera la que ha sido, con cuatro intentonas consecutivas de regreso a Segunda y un doble ascenso que ha llevado a los eibarreses, por primera vez en su historia, a la máxima categoría. «Como de la noche al día», admite el presidente azulgrana. «Los comienzos fueron muy complicados. El equipo estaba claramente en una tendencia de descomposición, una crisis en el vestuario importante, 16 partidos sin ganar... Aquello fue terrible. Y luego los cuatro años de play-off y los dos ascensos. Ha cambiado mucho sí», admite Aranzabal, analizando una etapa que ha tenido muchos claros, resplandecientes, pero también oscuros, aunque ahora parezcan olvidados. «Más que disgustos, el no conseguir el ascenso durante varios años se hizo duro. Aunque estamos viendo que es habitual, la Segunda B es un pozo del que es complicado salir». Aranzabal prefiere recordar esas cuatro campañas en la categoría de bronce «como un baño de realidad, para darte cuenta de que hay equipos muy importantes en Segunda B, como el Oviedo o el Cádiz, y no pueden salir. El Eibar sí pudo y lo que más valoro es que tuvo la fuerza suficiente para romper una tendencia, para asentarse primero e ir hacia arriba después».
Pese a los malos momentos, el presidente armero asegura que soñó con que llegara este momento «porque uno es soñador e ingenuo y porque no sé si todos, pero muchos eibarreses hemos tenido ese pequeño sueño. Yo sí, incluso estando en Segunda B, lo que pasa es que piensas que puede llegar algún día, no en dos años». Claro que también hubo opción a pensar lo contrario, cuando el Eibar parecía condenado a estrellarse en los play-off una y otra vez. «Sí, pero aunque estuviéramos en el pozo, que un equipo juegue cuatro años seguidos el play-off, algo quiere decir. Porque no ha pasado con otros equipos, equipos muy fuertes que tienen un año bueno y otro no. Pero el equipo mantuvo una tendencia, en la que mantuvo el nivel y siempre estaba arriba aunque no pudiera subir. Yo creo que hay que valorar más las tendencias que los éxitos puntuales y aquí ha habido una tendencia clara», subraya.
Una inercia que se mantiene en Primera, con la espectacular trayectoria del equipo. «Ahora tenemos el sabor un poco amargo de la derrota de Anoeta -admite el presidente- pero las cosas están yendo francamente bien. Los números y que el equipo da buenas sensaciones, aunque pierda compite y demuestra que sabe lo que tiene que hacer. Se ve que hay un trabajo, un bloque y una inercia».
Tan bien van las cosas que el Eibar corre el riesgo de que se acabe por no reconocerle el mérito. «Por población, con 27.000 habitantes, lo que te corresponde es estar en Tercera o a lo sumo en Segunda B. Que estemos no ya en Primera, sino incluso en Segunda, es un milagro. Lo que pasa es que nos malacostumbramos. Por ejemplo, cuando subió el Getafe, a mucha gente le pareció un milagro pero ahora es una oblicación que siga ahí. Nos malacostumbramos y pasan a ser obligaciones», lamenta Aranzabal.
El central
Lo cierto es que el objetivo, aunque muy encaminado, no se ha conseguido todavía. Y uno de los principales hándicaps que puede encontrarse el Eibar para alcanzarlo pasa por una plantilla reducida, en la que algunos aportan mucho menos de lo que se esperaba, y que además acaba de perder a uno de sus puntales con la marcha de Raúl Albentosa a Inglaterra.
Reconoce Aranzabal que «estamos buscando un central, lo hemos dicho claramente. Pero otra cosa es que lo encontremos. Y es que el mercado de invierno es muy complicado. En la experiencia que tenemos aquí, la mayoría de los casos no ha funcionado», lamenta. Y es que no es fácil atinar con tanto condicionante. «Primero tienes que acertar. Luego está el tema de las cláusulas. Por mucho que nos interese un jugador, si tiene contrato y cláusula, aunque seamos solventes nosotros no vamos a tirar la casa por la ventana. Y si está libre, hay que ver en qué estado de forma está. El resultado de los fichajes de invierno normalmente no suele ser bueno», insiste.
Tras descansar ayer, la plantilla azulgrana regresa al trabajo en Atxabalpe (10.30). Será el único entrenamiento de la semana con público porque Gaizka Garitano ha dispuesto que los otros tres -miércoles y jueves en Ipurua, viernes en Arrasate- se desarrollen a puerta cerrada.
Eibar Motor renueva su colaboración con el Eibar, al que proveerá de vehículos oficiales. Desde el club se destacó que la empresa estuvo a su lado también en Segunda B y desde Eibar Motor se subrayó el deseo de proseguir con la colaboración, que podría incluir novedades futuras.
El Eibar homenajeará al Arenas el próximo sábado, al tratarse del último debutante en la categoría que concluyó la primera vuelta como equipo vasco mejor clasificado. Representantes del club vizcaino realizarán el saque de honor del encuentro frente al Atlético.

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