La Real comenzó ayer a preparar el partido del sábado contra el Celta con la llorada ausencia de Carlos Vela, quien recibió el alta hospitalaria a primera hora de la mañana y se encontraba ya en las instalaciones de Zubieta antes de que arrancara el entrenamiento de sus compañeros. Según informaba el club, el futbolista mexicano, operado el lunes del menisco de su rodilla derecha, está con ganas de acortar en la medida de lo posible los dos meses de baja previstos por los servicios médicos.

Con Vela descartado para los próximo seis o siete partidos de Liga, el otro punto de atención estaba puesto en Sergio Canales, que también tuvo que ser cambiado al descanso en el Santiago Bernabéu por problemas físicos. Ayer se supo que el jugador cántabro sufre un «esguince grado I del ligamento lateral externo» de su tobillo derecho, por lo que no pudo participar en el entrenamiento y es seria duda para el encuentro contra los celtiñas.

Por lo demás, a los ya conocidos problemas de Carlos Martínez, en el parte médico se unieron los de Yuri Berchiche, a consecuencia de una «contusión en el antepie izquierdo». Los dos laterales se limitaron a realizar trabajo personalizado, tanto sobre el césped como en el interior de las instalaciones, y no está nada claro si podrán estar disponibles para el próximo compromiso de Anoeta.

«Totalmente adaptado»

El encargado de atender a los medios en Zubieta no fue otro que el portero Gerónimo Rulli, quien pese a su juventud se ha metido a los aficionados en el bolsillo en apenas diez partidos como titular. El guardameta argentino fue llamado por su buena actuación en el Bernabéu, aunque no pudo escapar de la preocupación general que ha causado la lesión de Vela.

«Es una baja muy grande. Por él pasa nuestro juego ofensivo, es el máximo goleador del equipo. No descubro nada, todos lo conocen. Pero si bien perdemos a un gran jugador, tenemos otros que también tienen que aprovechar su oportunidad, la de sumar minutos, la de sumar nivel en el equipo, y tienen que dar ese paso adelante, no solo ellos, sino todos. Dar la cara por lo que somos como equipo y sacar los tres puntos el sábado contra el Celta», pedía el meta.

Un rival directo que es décimo con 24 puntos, dos más que la Real, y que puso fin el pasado sábado a una mala racha de un punto de 27 posibles en los últimos nueve partidos. Rulli explicaba al respecto que «hay muchos equipos en pocos puntos, y lo cierto es que son tres puntos muy valiosos. Sabemos que el Celta viene de una mala racha, pero el último partido tomó aire ganando al Córdoba».

Sobre su primer partido en el Bernabéu, el portero reconoció que «es uno de los sueños que tiene cada jugador, jugar en los mejores estadios. Tuve la oportunidad de jugar en el Bernabéu, fue una experiencia muy linda. Lástima por el resultado, pero son recuerdos que a uno se le van a quedar y espero que la próxima vez pueda sacar un buen resultado».

Rulli dijo también que se va adaptando al equipo, y que eso tiene mucho que ver en su buen rendimiento: «Uno con el correr de los partidos y la confianza de los compañeros se va sintiendo más importante dentro del equipo. Pero no solo por estar atajando, sino por estar ya totalmente adaptado a lo que son ellos: saber lo que le molesta, lo que no... Y eso hace que uno se sienta cada vez más parte de esta familia. Espero seguir así y aprendiendo de ellos».

Preguntado por su posible renovación, el guardameta desveló que «a mediados de febrero van a venir mis agentes para acá y esperemos que sea con buenas noticias». Y tampoco se cortó lo más mínimo al desear que «todas las partes se pongan de acuerdo para poder seguir acá».