«Ipurua Tallarra» ha generado controversia en la calle y dudas en el Ayuntamiento. El proyecto millonario presentado la semana pasada por Álex Aranzabal encuentra partidarios y detractores en la masa social y algunas objeciones y muchísima cautela entre los partidos políticos con representación en el consistorio que, en la mayoría de los casos, se enteraron de los planes del club azulgrana por los medios de comunicación.

El propio alcalde eibarrés, en un comunicado público emitido ayer, explicó que, pese a que el presidente armero había asegurado que las conversaciones con las instituciones estaban avanzadas, fue el «pasado miércoles» cuando el Eibar «presentó a la Alcaldía su proyecto». Miguel de los Toyos entiende que este tiene «todavía un largo recorrido y la posición del Ayuntamiento se definirá cuando todos los grupos municipales tengan la información y corresponda tomar posición oficial».

Realiza, sin embargo, algunas primeras valoraciones sobre el proyecto. Recuerda, en primer lugar que las instalaciones del Eibar son propiedad del Ayuntamiento y que el Plan Especial establece las medidas del campo de fútbol, con lo que los parámetros deberán ajustarse siempre a esas medidas y a lo establecido en el convenio de cesión de las instalaciones. Destaca, además, que la intención del Eibar de hacerse con los terrenos que ahora ocupa el convento de Santaines «podría chocar» con el planteamiento municipal de ampliación de las instalaciones del Polideportivo. Se da la circunstancia, además, de que «la calificación urbanística del ámbito es la de equipamiento deportivo de dominio público, por lo que en cualquier caso deberá ser la Administración pública la que impulse el desarrollo de ese espacio». De los Toyos, en cualquier caso, se muestra especialmente preocupado por la eliminación del actual anexo «y como derivada, de todas las actividades que se desarrollan en el mismo. No cabe duda de que el proyecto deberá contemplar alternativas a la actividad desarrollada por el deporte base en el anexo». Qué decir tiene que el coste, 21 millones de euros, también sería objeto de debate, sobre todo teniendo en cuenta que, según adelantó el alcalde, el Eibar «prevé aportar algo más del 16% y el resto suponen apoyos públicos externos».

En cualquier caso, De los Toyos no descarta ninguna posibilidad, aunque admite que estaríamos «ante el comienzo de un camino», pese a que el plan inicial presentado por el presidente azulgrana pasa por que toda la obra esté concluida en 2017.

En términos similares se expresa el resto de grupos políticos representados en el Consistorio eibarrés. En declaraciones a Radio Eibar, Leire Abanzabalegi (EH Bildu) asegura que «a los grupos no se nos ha presentado» -algo que corroboraron los representantes de PNV y PP-, un proyecto que genera muchas dudas. «Siempre hemos dicho que estamos a favor del Eibar pero también que hay que trabajar con humildad y mesura. Hablar de un proyecto de 21 millones de euros para una ciudad de 27.000 habitantes parece un poco excesivo», aseguró Abanzabalegi, que cree que «además habrá que estudiar con mucho detalle la viabilidad del proyecto y saber con qué grupos, vecinos y asociaciones se ha hablado para desarrollarlo».

Eva Juez, por su parte, aseguró que el PNV no se manifestará «hasta estudiar a fondo un proyecto que ahora solo conocemos por encima». En los mismos términos se expresó la edil del PP Carmen Larrañaga.

Reunión informativa

El Eibar, por otro lado, ha citado a los abonados y accionistas que lo deseen para la reunión informativa sobre el «Ipurua Tallarra» que se celebrará mañana en Portalea (19.00).

Los vecinos de «Ipurua Aurrera» y el grupo municipal de EH Bildu han solicitado en el Ayuntamiento la paralización cautelar de las obras de Ipurua tras la aparición de grietas en la carretera y la torre colindante, por las que se ha filtrado agua a los garajes. Los técnicos de la obra aseguran que el problema es ajeno a esta.