A mayor necesidad, peor escenario
Los azulgranas tratarán de conseguir su primera alegría de la segunda vuelta ante un Villarreal que se muestra intratable en su campo.

Cuatro jornadas después de que arrancara la segunda vuelta, el Eibar sigue clavado en sus 27 puntos. La media sigue valiendo y la sensación de que la clasificación supera ampliamente cualquier expectativa que hubiera en verano, también. Pero el conformismo lleva a pocos éxitos. Y el Eibar necesita conquistar cinco menores para celebrar en primavera el mayor, el que culmine un trienio mágico.
Tiempo tienen los azulgranas, que deben sumar quince de los 42 puntos que restan por disputar. Pero cuantas más jornadas pasan, más voraces son las dinámicas, y cuanto más se retroalimentan estas, a más velocidad parecen transcurrir las semanas. Como sucede con la podredumbre, hay que cortar pronto y por lo sano. Y cuatro jornadas, las que ha saldado con derrota el Eibar de forma consecutiva, parecen suficientes para hacer uso ya del machete.
El problema es que la necesidad empieza a apretar precisamente cuando los guipuzcoanos afrontan uno de los retos más complicados del curso. La visita a un Villarreal que ofreció una gran imagen en la primera vuelta -posiblemente el equipo que mejor fútbol ha desplegado en Ipurua-, que mantiene intactas sus aspiraciones europeas tanto en la Liga como en la propia competición internacional, y que se muestra especialmente intratable en su estadio. Solo tres partidos ha perdido allí, ante Barcelona, Real Madrid y Valencia. El último, en la décima jornada, hace casi cuatro meses. desde entonces, ha encadenado cinco victorias como local. Y en las cuatro últimas ha dejado su puerta a cero. Viene a ser como hablar de polvorones en el desierto, teniendo en cuenta que el Eibar solo ha sido capaz de marcar un gol en las cuatro últimas jornadas.
Pero también es cierto que ante el Elche, los azulgranas mejoraron considerablemente su imagen respecto a jornadas anteriores, que se suelen comportar de manera excelente ante los grandes equipos y que sus mejores actuaciones han llegado habitualmente lejos de Ipurua. Así que a mayor necesidad, peor escenario, sí; pero a mayor reto, más ilusión, también.
Si es cuestión de ver el vaso medio lleno, Gaizka Garitano es el primero que se apunta. El técnico reconoce que, «dentro de los terrenales, el Villarreal es uno de los mejores; un gran equipo, con las ideas claras, rápido en ataque, jugadores de talla mundial y una plantilla muy competitiva y larga», pero recuerda que «nosotros también somos un buen equipo. Tenemos 27 puntos y nadie nos ha regalado ninguno. Pese a nuestras limitaciones, no somos fáciles de batir», recordó. Por eso cree que «tenemos que afrontar el reto sin miedo y sí con mucha ilusión. Venimos de hacer un buen partido y debemos ser optimistas, aunque sepamos que los favoritos son ellos».
Cambios en el once, que no se ha repetido en una vuelta completa
Por muy recomendables que resulten las rotaciones en ocasiones, un once recitado de carrerilla suele ser muy buena señal. Y una misión imposible en este Eibar, que solo repitió equipo en las tres primeras jornadas de Liga. En el Martínez Valero llegó el primer cambio, con la entrada de Saúl, y desde entonces, y ha pasado una vuelta completa, Gaizka Garitano no ha vuelto a repetir alineación.
De forma voluntaria en ocasiones pero forzado por las circunstancias la mayoría. Sobre todo en este 2015, en el que lesiones, sanciones y la marcha de Albentosa, le han impedido dar continuidad a su equipo. De hecho, ya es noticia que el técnico vaya a poder alinear, si así lo desea, la misma defensa dos semanas consecutivas -aunque también podría apostar por una línea de cinco-, algo que no había podido hacer desde el parón navideño.
Sí habrá novedades en el resto de líneas. Al menos una, ya que Piovaccari, sancionado, seguirá el encuentro desde el sillón. En principio, su puesto lo ocupará Ángel, aunque hay incluso más incógnitas que novedades. Garitano, de hecho, viajó con veinte jugadores por las dudas de Capa, que acabó el choque contra el Elche con problemas por un golpe en la rodilla, Didac, que se perdió el último encuentro por molestias musculares, y Manu, que en teoría puede jugar con la máscara pero que probablemente apostará por la precaución, habiendo pasado apenas tres semanas desde que se fracturara el pómulo.
Además de en punta de ataque y a expensas de cómo se encuentre Capa -Javi Lara, con una buena actuación el pasado lunes, podría repetir titularidad-, la otra novedad podría llegar en el pivote, con la entrada de Jon Errasti por Borja. A.U.L.

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