Una constructora urdió la operación para captar fondos de los purines de Karrantza

Tras el fiasco de la planta de tratamiento de purines se encuentra, según el Consistorio de Karrantza y la Abogacía del Estado, la constructora Excavaciones Viuda de Sainz que formaba parte del capital social de Ade Biotec SL a través de la mercantil GMSM Medio Ambiente SA.

La grave problemática medioambiental que generan los purines de la mayor cabaña de vacuno de Bizkaia, aún sin resolver por las instituciones, fue la excusa de empresas vinculadas a la construcción para acceder a fondos públicos y obtener beneficios millonarios, según apuntan distintas partes en los procesos que se siguen en los juzgados por el fiasco de la planta de tratamiento de Karrantza. Al frente, Excavaciones Viuda de Sainz que formaba parte del accionariado de Ade Biotec a través de GMSM Medio Ambiente (80%) y Ezten, un fondo de capital riesgo del Ejecutivo de Lakua.

Esta firma es una de las grandes licitadoras a contratos públicos en Bizkaia, teniendo entre sus principales clientes a la Diputación, Consorcio de Aguas y Consistorio bilbaino. Cuando se estaba gestando el proyecto de Karrantza, la compañía llegó a conseguir contratos por valor de 200 millones de euros cada ejercicio en el periodo 2006-2008, aunque en 2009 y 2010 descendieron a 110 y 113 millones.

Esta constructora también estuvo implicada en otro asunto turbio, la adjudicación de las obras del frustrado polideportivo de Pinosolo, en Leioa. Aros Estudio de Arquitectura y Excavaciones Viuda de Sainz, según dictaminó la Autoridad Vasca de la Competencia, ganaron el contrato de Pinosolo -53 millones, más que el presupuesto municipal anual- tras haber sido amañado el concurso. Por ello, Leioa Kirolak rescindió el contrato.

En el caso de la planta de tratamiento de purines, Viuda de Sainz efectuó en 2009 los trabajos previos a la construcción del proyecto que promovía Karrantzako Minda en los terrenos de La Torcachas, percibiendo algo más de 1,6 millones de euros.

Pese a que el objeto social de Karrantzako Minda era el diseño, montaje y explotación de la frustrada instalación en ningún momento asumió materialmente dicha actividad, según defiende la Abogacía del Estado en la pieza de calificación que ha entregado al Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Bilbo. La actividad material de construcción y explotación de la infraestructura se encomendó «a un supuesto tercero» mediante la celebración de un «contrato de llave en mano», por 11,4 millones de euros, IVA no incluido.

Ese «tercero» no es otro que Ade Biotec, proponente inicial de la solución tecnológica y socio constituyente de Karrantzako Minda a través de una sociedad interpuesta y pantalla hasta febrero de 2007 -Enerminde SL-, fecha en la que tuvo lugar la salida formal de la sociedad y la ampliación del objeto social de la mercantil concursada que asumió también la explotación de la planta. El adjudicatario subcontrató los trabajos a la UTE integrada por Ahidra y Colsen, por un importe de un millón de euros menos que el precio que Karrantzako Minda le había satisfecho a Ade Biotec.

Detrás de los informes técnicos

La sociedad pública Neiker encargó en marzo de 2004 a la ingeniería Eptisa-Cinsa un estudio en el que se propuso construir una estación depuradora de purines en el polígono industrial de Matienzo. Los datos de construcción, costos de explotación y estimación de ingresos fueron facilitados por Ade Biotec y Levenger Cogeneración, tal como consta en el informe.

Paralelamente, el director de Investigación Agropesquera y Alimentaria, Martín Ascacibar Gregorio, solicitó al ingeniero industrial Xavier Flotats Ripoll una evaluación de la idoneidad de dos soluciones tecnológicas para el tratamiento centralizado de los purines, la antes citada y la de Sener Grupo de Ingeniería. Flotats informó favorablemente respecto a la solución tecnológica expuesta por Ade Biotec-Levenger-Inasmet. Así, ya existía un plácet técnico para construir una planta, a la que se sumaría tras un viaje a Dinamarca una segunda instalación que produciría fertilizantes a partir de la fracción sólida de los residuos que se tratase.

La planta de producción de fertilizantes logró de Lakua un millón de euros sin poner un ladrillo

Junto a la planta de tratamiento de purines se preveía la construcción en una finca colindante de otra de producción de fertilizantes. Con el fin de promoverla y explotarla se constituyó en febrero de 2006 Ongakarrantza, que buscaba como Karrantzako Minda captar fondos públicos.

Pese a no poner ni un solo ladrillo, según destaca la Abogacía del Estado, obtuvo en 2007 dos ayudas del Gobierno de Lakua de los programas Erein e Ikerketa por más de un millón de euros. Ongakarrantza tenía como cliente a Karrantzako Minda-Biokarrantza, ambas compartían domicilio social y dos consejeros en sus órganos de administración: Jesús Gonzalo Aristondo y Alberto Ayerbe Hidalgo.

Al frente de esta mercantil, cuya hoja registral se cerró en 2009, se encontraban entre otros Santiago Ortega Francisco y José Antonio San Román Fernández, dueños de la constructora vallisoletana Tecprogesa, en proceso concursal. Ambos fueron condenados en julio de 2013 por el TS a seis años de prisión por un delito continuado de falsedad de documento mercantil, en concurso con un delito de estafa, por haber endosado 78 pagarés en 2007 a una docena de entidades bancarias por los que obtuvieron cerca de 11 millones. A.G.