Acuerdo de mínimos para comenzar a trazar la hoja de ruta soberanista
La mayoría de partidos soberanistas firmaron ayer un principio de acuerdo sobre la hoja de ruta a seguir en caso de victoria independentista en las próximas elecciones del 27 de setiembre. Un punto de partida acordado por CDC, ERC, EUiA y MES (exsocialistas), y al que la CUP podría sumarse en caso de mayor concreción.
La ANC sorprendió a última hora de ayer con un comunicado en el que dio cuenta del principio de acuerdo alcanzado por la mayoría de partidos soberanistas para definir implícitamente las elecciones del próximo 27 de setiembre como plebiscitarias y fijar los primeros pasos a seguir en caso de victoria independentista. Firmaron el documento CDC, ERC, EUiA y MES -el partido de los exsocialistas críticos-, así como la propia ANC, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis de Catalunya (AMI). Se trata de un acuerdo ambiguo y poco concreto que, sin embargo, llega como agua de mayo a un proceso en plena zozobra tras las disputas partidistas entre CiU y ERC, entre otros. Un acuerdo que tiene la virtud de sumar a Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y a los exsocialistas y que, en caso de mayor concreción, podría contar también con el apoyo de la CUP. También con el de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), siempre que así lo decidan sus militantes en la consulta interna que la formación celebrará el próximo 14 de junio. Esa es la idea de los firmantes, que esperan que a finales de este mismo mes «se firme este documento con la voluntad de que sea un punto de partida abierto para que se puedan integrar otras fuerzas políticas y sociales».
El breve documento hecho público ayer explica que el principio de acuerdo se asienta sobre dos bases, la primera de las cuales es acordar que las elecciones del 27 de setiembre «deben servir de mecanismo legal para conocer la voluntad del pueblo catalán sobre su futuro político». El segundo punto establece de forma muy genérica las fases del proceso constituyente «en el caso de que las fuerzas soberanistas obtengan la mayoría parlamentaria».
La primera de las fases consistirá en una declaración solemne en el Parlament como inicio al «proceso que nos ha de llevar a la constitución del nuevo Estado o República catalana». Seguirá el inicio del proceso propiamente dicho, durante el cual se procederá al «despliegue de los mecanismos de transición nacional y de las estructuras de Estado», tras lo cual finalizará con la «culminación democrática del proceso por parte del pueblo de Catalunya», en lo que puede ser entendido como la promesa de un referéndum o unas nuevas elecciones, sin que se concrete nada al respecto.
Ambigüedad e inconcreción
Y es que la ambigüedad y la inconcreción son una constante en el texto. Sin ellas es probable que ni EUiA ni MES se hubiesen sumado, aunque conviene recordar que, precisamente, es el principal factor que aleja a la CUP. En cualquier caso, llegarán los momentos de mayor concreción, a la fuerza.
De momento, el principio de acuerdo no parece mala noticia para unas bases soberanistas asustadas por el «impasse» del proceso, agravado ayer por una encuesta de la Generalitat en la que los contrarios a la independencia (48%) ganaron posiciones respecto a los partidarios (44,1%).
Más susto todavía para CiU (31-32 diputados) y ERC (30-31), que se alejan según la encuesta la mayoría absoluta fijada en 68 escaños. Sin embargo, el independentismo no retrocedería en el Parlament, ya que el ascenso de la CUP hasta los 10-11 diputados permitiría mantener los actuales 74 escaños independentistas. La partida sigue.

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