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BRUSELAS

Los Veintisiete dan luz verde al presupuesto de 2013 y lo dejan en manos del Parlamento

Los Veintisiete han dado luz verde a la propuesta de presupuesto para 2013 y sobre los pagos pendientes de 2012 de programas como el Erasmus, con lo que la aprobación pende ya solamente del voto en pleno del Parlamento Europeo, el 12 de diciembre.

Los ministros de Interior de los Veintisiete han sido los encargados de refrendar las cuentas comunitarias para el año 2013 después de que el pasado martes se avanzara la negociación con el Parlamento Europeo, cuya Comisión de Presupuestos llegó a un acuerdo «político» sobre el texto.

Los eurodiputados dejaron claro que su visto bueno al acuerdo, que tiene que volver a darse en pleno el próximo 12 de diciembre, tuvo lugar para evitar que termine el año sin unos presupuestos aprobados y a condición de que los Veintisiete garanticen que no quedarán al descubierto la financiación de programas como el Erasmus el año próximo.

La semana pasada, los embajadores de los Veintisiete ya habían llegado a un preacuerdo sobre el presupuesto de 2013 y los pagos pendientes de 2012 con los únicos votos negativos de Austria, Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia y Países Bajos.

Los Veintisiete negociaron en base al nuevo proyecto presupuestario presentado por el Ejecutivo comunitario, que propuso un techo de pagos para el año próximo cercano a los 137.797 euros y de compromisos por valor de 151.000 millones.

Finalmente, el acuerdo establece unos pagos de 132.840 millones de euros y unos compromisos –importe máximo de pagos futuros a los que se puede comprometer la UE– de 150.900 millones de euros.

El gran caballo de batalla del Parlamento Europeo en las negociaciones ha sido el presupuesto rectificativo de 2012 para pagar las facturas pendientes para sufragar la falta de liquidez en lo que queda de año para programas europeos como las becas Erasmus.

También están pendientes de la aprobación del presupuesto extraordinario más de 500 trabajadores vascos del sector del metal que tienen que recibir ayudas a la reinserción del Fondo Europeo de Globalización.

La Eurocámara no quería abrir el melón de las cuentas de 2013 sin fijar un acuerdo sobre los pagos pendientes y el compromiso de los Veintisiete a no repetir el mismo error el año próximo.

Sobre el presupuesto rectificativo, la Comisión Europea había pedido inicialmente 9.000 millones de euros para hacer frente a los pagos pendientes, cifra que rebajó a 7.500 millones para salvar, sin éxito, la primera ronda de negociaciones entre el Parlamento y los países miembros.

El preacuerdo alcanzado entre los países miembros consiste en pagar 6.000 millones de euros del presupuesto de 2012, aunque el Parlamento pide 2.900 millones más y que no se imputen a los pagos de 2013.

Si el pleno no da su brazo a torcer el día 12, Bruselas podría gastar cada mes una doceava parte de las dotaciones presupuestarias de 2012 o de su proyecto presupuestario para el próximo ejercicio fiscal, la que sea menor.