La Cámara autonómica ha celebrado, a propuesta de EH Bildu, un debate monográfico sobre las fórmulas para la resolución del conflicto político, en el que se han aprobado varias propuestas de resolución presentadas por los grupos.

El Parlamento de Gasteiz ha ratificado el «suelo ético» de Ponencia de Paz y Convivencia de la pasada legislatura, iniciada sin la presencia de la izquierda abertzale en la Cámara. El texto ha recibido el apoyo de PNV, el PSE y el PP.

Esta iniciativa ha salido adelante con la abstención de EH Bildu y de UPyD. La portavoz de la coalición abertzale, Laura Mintegi, ha denunciado que se ha tratado de «excluir» a su grupo del acuerdo mayoritario, tras lo que ha advertido de que «sin la fuerza y la sensibilidad que representa EH Bildu, no se logrará la paz».

Por su parte, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha criticado la «falta de concreción» del texto acordado por PNV, PSE y PP, así como la, a su juicio, falta de alusiones del mismo a ETA. Por el contrario, PNV, PSE y PP han destacado la «relevancia» del acuerdo alcanzado.

Entre las conclusiones refrendadas a través de este acuerdo, se destaca la necesidad de «determinar y reconocer la responsabilidad de cada cual en el pasado y las consecuencias relativas a las vulneraciones de los derechos humanos». Además, se reclama «una memoria colectiva no neutral y activa contra la quiebra de los derechos humanos y sus consecuencias».

Por otra parte, se subraya que la memoria «constituye una herramienta esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo». En la misma línea, se destaca la relevancia de «evitar una verdad a medias, reprimida o amnésica». El texto, además, establece que «ni una sola causa política puede situarse por encima de los principios básicos de la ética y el respeto a los derechos humanos», ya que estos «constituyen un absoluto ético por encima de cualquier causa».

Proceso de diálogo

La Cámara también ha dado luz verde a algunas propuestas presentadas por EH Bildu, como el décimo punto del Pacto de Ajuria Enea, firmado en 1988.

En esta proposición, el Parlamento da su apoyo a un proceso de diálogo entre el Estado español y ETA: «Si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia (...) apoyamos procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia, respetando en todo momento el principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular».

Esta propuesta ha salido adelante con el apoyo de la propia EH Bildu y del PNV. El apoyo de los jeltzales también ha permitido que salga adelante una iniciativa en el que la coalición independentista destaca que «todas las víctimas merecen reparación, rehabilitación y garantía de no repetición de las vulneraciones que han sufrido».

Conflicto político

El Parlamento autonómico, sin embargo, ha rechazado otras propuestas planteadas por EH Bildu, entre ellas la que destaca que el conflicto vasco tiene un origen histórico y político. «Lo que se conoce como conflicto vasco es un conflicto histórico de origen y naturaleza políticos en el que se encuentran implicados los Estados español y francés», por lo que «la resolución deberá también ser política».

La coalición liderada por Laura Mintegi también proponía que ETA y el Gobierno español dialoguen sobre «el desarme y la eliminación de las estructuras militares, así como para solucionar la situación de los presos y refugiados». En la misma línea, instaba al Gobierno de Lakua a desarrollar «un papel activo para que los presos vascos regresen a Euskal Herria y sean liberados quienes padezcan enfermedades graves o tengan cumplida su condena». Estas propuestas tampoco han prosperado.

«Disolución incondicional»

La Cámara también ha dado el visto bueno a dos propuestas de UPyD. Una de ellas –apoyada por PSE, PP y la propia UPyD, y ante la que el PNV se ha abstenido y EH Bildu ha votado en contra–reclama la «disolución incondicional»de ETA y que esta «reconozca el daño causado y colabore con la Justicia». La otra –apoyada por todas las formaciones, salvo por EH Bildu, que la ha rechazado– reafirma el compromiso de «atender a las víctimas del terrorismo como merecen».