En un rueda de prensa ofrecida en nombre de los seis grupos que han organizado el evento, Alberto Spektorowski, del Grupo Internacional de Contacto, ha anunciado la intención de implicar a los gobiernos del área en el proceso de pacificación en Euskal Herria. «Latinoamérica debe tomar en serio un protagonismo en este proceso y debe levantar su voz para opinar de lo que está ocurriendo en Europa. Debemos ampliar Aiete a lo grande, que sean los presidentes quienes digan que ese es el camino para un nuevo escenario de paz».

Spektorowski ha hecho suyas las palabras que la víspera utilizó la senadora uruguaya Lucía Topolansky, al recalcar que el hecho de adherirse a Aite no supone una aprobación de la actuación de ETA. «Lo que queremos es la paz a pesar de estar, o no, con alguna de las partes implicadas en el conflicto».

El profesor de Ciencia Política en la Universidad de Tel Aviv ha criticado la actitud del Gobierno español ante las demandas de la sociedad civil para que asuma medidas que ha considerado mínimas para facilitar el desarrollo del proceso de paz. «Lo que se le está pidiendo en el tema de los prisioneros es lo mínimo que puede se le puede pedir, pero por el momento no hay disponibilidad ni para ofrecer ese mínimo».

Convertir lo «humanitario» en «político»

Preguntado por las razones que pueden justificar esta actuación de las autoridades españolas, Spektorowski ha señalado que «el problema es que (el Gobierno) transforma en político lo que sería humanitario y razonable».

Paul Rios, de Lokarri, ha destacado a este respecto que «no se entiende desde una lógica democrática que el Gobierno español ignore las recomendaciones, no ya de las organizaciones civiles, que puede ser entendible, sino las que le han sido formuladas por el Gobierno y Parlamento Vasco».

Rios ha explicado a los medios de comunicación mexicanos que el proceso de paz no está detenido. «Nos encontramos eso sí, con un muro de dificultades y lo que estamos es buscando salidas; pero si en el 2011 logramos encontrar caminos para avanzar, estoy convencido de que también ahora lo conseguiremos».

Preguntando por los pasos que debieran darse para desbloquear el proceso, ha recordado las recomendaciones emanadas del Foro Social en Euskal Herria, que ha resumido en el diálogo entre todas las partes implicadas, el desarme de ETA, la reintegración social de las personas encarceladas y la reparación a todas las víctimas del conflicto.

Los seis grupos convocantes enviarán el documento que acordaron el jueves a todos los actores implicados en el proceso, así como a organismos internacionales como la Unión Europea, el Consejo de Europa y Naciones Unidas, de quienes solicitarán «hagan un esfuerzo sincero y honesto» y estén a la altura de las circunstancias para lograr que sea posible la consolidación del proceso iniciado en Aiete.

Han anunciado, además, la creación de plataformas en toda Latinoamérica para lograr adhesiones, tanto a la declaración de Aiete como a las recomendaciones que en mayo pasado surgieron del Foro Social celebrado en Euskal Herria, y han explicado que están evaluando la viabilidad de celebrar un segundo encuentro en Colombia. Hasta la fecha casi una veintena de expresidentes y autoridades latinoamericanas han suscrito el Documento de Aiete.