Urkullu ha contestado en el pleno del Parlamento de Gasteiz a varias iniciativas de los grupos en torno a la situación de la cooperativa, ya en concurso de acreedores.

El lehendakari ha hablado de la existencia de una «crisis sistémica» por la situación de Fagor Electrodomésticos, porque «las repercusiones de esta crisis son muy superiores a las de la propia Fagor, sus trabajadores y cooperativistas».

Ha dicho que va a ser «duro y costoso», pero que el Gobierno de Lakua trabajará para superar la situación y para generar las condiciones con el fin de que eso sea posible.

Durante su intervención, el lehendakari ha citado las diferentes reuniones en las que ha participado el Gobierno para tratar de salvar el futuro de Fagor Electrodomésticos, que, ha recordado, llegó a presentar tres planes de viabilidad a los que el Ejecutivo de de Lakua prestó su apoyo.

Urkullu ha reconocido que la sensación actual que existe en el conjunto de la sociedad vasca en torno a Fagor es de «conmoción» por la «envergadura» de la empresa afectada y por las repercusiones laborales y económicas que tendrá el cierre.

El lehendakari ha anunciado que su Ejecutivo va a seguir trabajando para que Fagor Electrodomésticos pueda mantener las líneas de negocio viable, para tratar de minimizar el impacto social y de pérdida de puestos de trabajo y para buscar nuevas actividades en las zonas afectadas.

Ha recordado que hace once meses Fagor presentó el primer plan de viabilidad con una necesidad de financiación de 263 millones de euros porque «se veían capaces de garantizar el futuro de la empresa» y que, por eso, el Gobierno de Lakua se sumó a otras instituciones y entidades para ayudar.

Urkullu ha explicado que de esos 263 millones, 40 procederían de un préstamo del Gobierno autonómico y otros 60 del Instituto de Crédito Oficial, a parte de otras aportaciones.

El pasado mes de octubre Fagor presentó un nuevo plan de viabilidad para una «reestructuración ordenada» y que, en esta ocasión, necesitaba una financiación de 170 millones de euros, por lo que el Gobierno de Lakua también se mostró dispuesto a colaborar.

La Corporación Mondragón, ha recordado Urkullu, dio por «truncado» este plan porque denegó aportar a Fagor 50 millones de euros adicionales.

Un tercer plan planteaba «salvar lo salvable» de Fagor, pero el 30 de octubre la Corporación Mondragón también dio por finalizado su recorrido, ante lo cual el Gobierno Vasco sigue mostrando su disposición a colaborar para mantener lo que se pueda salvar del negocio.

Urkullu ha añadido que Lanbide está trabajando para presentar iniciativas de apoyo al emprendimiento y de formación de los trabajadores que se queden sin trabajo por la situación de Fagor.

Falta de rumbo

Oskar Matute (EH Bildu) ha criticado la «total falta de estrategia y de rumbo» del Gobierno en esta crisis empresarial, porque reconoce que el «marco legal le pone unas limitaciones a la hora de poder actuar, mientras que el tejido industrial se va desangrando».

Borja Sémper (PP) ha considerado que el Gobierno de Lakua «no ha dado la talla» y no ha estado «a la altura de las circunstancias», porque se ha «puesto de perfil» ante los problemas de Fagor.

Diputación de Bizkaia

Por otro lado, el portavoz y diputado de Presidencia de la Diputación de Bizkaia, Unai Rementeria, ha afirmado que «habrá que preguntar» a Fagor y a sus directivos por qué cambiaron de opinión respecto a la ayuda foral que el diputado general, José Luis Bilbao, anunció públicamente ante los trabajadores de Edesa.

En una entrevista a Euskadi Irratia, recogida por Europa Press, Rementeria ha recordado que los directivos de la cooperativa se mostraron favorables a recibir avales por valor de tres millones de euros por parte de la institución foral para sacar a Edesa de la situación de preconcurso, y ha lamentado que «cambió de opinión» y que «ahora estamos viviendo las consecuencias de eso».