
El alcalde de Lleida y hasta hoy diputado crítico del PSC en el Parlament, Àngel Ros, ha explicado esta tarde las razones que le han llevado ha abandonar su escaño, debido a las discrepancias con la dirección del partido, que ha impuesto el no a la proposición de ley que el pleno aprobará este jueves para pedir la competencia para convocar referéndums. «Puedo entender la decisión de la dirección, pero no compartirla», ha sentenciado.
Ros ha asegurado que su decisión «no ha sido nada fácil», pero que no le ha quedado más margen «después de haber buscado fórmulas de encaje con otros compañeros». Después de recordar que «el derecho a decidir forma parte del compromiso del PSC» y que el PP «ha rechazado la propuesta socialista de reforma constitucional», Ros ha insistido en que la opción de la abstención hubiese sido la más coherente, ya que «no era necesario oponerse a una iniciativa que puede servir para convocar un referéndum legal». En este sentido, sin embargo, ha admitido que «todos saben que es una medida más simbólica que real».
Sobre el argumento de la dirección, que justifica su voto en contra aduciendo que no hay acuerdo previo con el Estado, Ros lo ha rechazado recordando que cuando se llevó el Tripartit al Congreso, «tampoco estaba previamente acordado con el Estado».
El hasta ahora diputado del PSC ha reivindicado el carácter catalanista del partido, con el que ha asegurado seguir comprometido –seguirá como alcalde de Lleida–. En referencia a lo que puedan hacer el resto de diputados críticos, Ros ha reclamado que «sea cual sea su sentido de voto mañana, en el PSC cabemos todos». Un claro mensaje a la dirección, que ha amenazado con expulsar del grupo parlamentario a los diputados que rompan la disciplina de voto.
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha convocado a la mesa mañana por la mañana, antes de pleno, para aceptar la renuncia de Ros. En los próximos días –pero no mañana– recibirá el acta de diputado el número dos de la lista del PSC por Lleida, Òscar Ordeig, situado en la órbita de los afines a la dirección.
A la espera de la decisión del resto de críticos
Ros ha comido este mediodía con un grupo de diputados socialistas formado por los críticos Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Rocío Martínez-Sampere, además de Xavier Sabaté, diputado habitualmente afín a la dirección pero que en los últimos días ha tratado de arrastrar el partido hacia la abstención, con el objetivo de garantizar la unidad.
A la salida de la comida, realizada en un conocido restaurante barcelonés, Sabaté ha anunciado que respetará la decisión del partido pese a discrepar. Sin embargo, sigue siendo una incógnita qué harán Elena, Geli, Martínez-Sampere y Núria Ventura –que no ha estado en la comida–, ya que hoy se han limitado a señalar que no harán pública su decisión hasta mañana por la mañana. En las últimas horas se especula con que Elena, Geli y Ventura puedan romper la disciplina de voto y abstenerse, algo que el partido ha advertido ya de que supondrá la expulsión del grupo parlamentario. El desenlace final, sin embargo, no se conocerá hasta el pleno que comenzará mañana a las 11.00.

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