De principio a fin han dominado los de Sito Alonso el partido y con un Javi Salgado imperial, autor de 20 puntos, ha impuesto el ritmo que más le ha interesado para pasar por encima de un Baskonia pitado por su público y que solo ha encontrado en las acciones de Causeur y Heurtel la respuesta en un horrendo partido.

En un desangelado Buesa Arena y con Pablo Prigioni como espectador de lujo, el Gipuzkoa Basket ha destapado las vergüenzas de un apático Laboral Kutxa desde el salto inicial.

Salgado y Hanley han endosado un 0-15 que ha llevado el marcador a un 3-17 (m.7), desatando las iras de una afición cada jornada más crítica con su equipo.

No ha encontrado la manera de encauzar la debacle el equipo de Sergio Scariolo, que ha terminado el primer cuarto con un sonrojante 7-21.

En el segundo acto, el mermado Gipuzkoa Basket, sin Neto ni Ramsdell, ha noqueado a un Baskonia errático (10-36, minuto 15) ante una pitada descomunal de un público encendido.

Con Javi Salgado, durante 20 minutos, al frente y manejando el partido a su antojo, Hanley, con 17 puntos, y Robinson, con 8, han disfrutado una y otra vez para vapulear al Baskonia, que se ha refugiado grogui en los vestuarios en el intermedio (21-40).

Ha intentado mejorar su pobre versión el Baskonia con los puntos de San Emeterio en la reanudación. La cuarta personal del visitante David Doblas con 29-47 en el minuto 24 ha sido otro elemento que ha podido contribuir a la resurrección local.

Dos minutos le ha costado a Pleiss llegar a esa falta, lo que le ha llevado al banquillo para dejar huérfano al Baskonia de su único argumento ofensivo.

El obligado descanso de Salgado, Hanley y Doblas ha sido exprimido por el Laboral Kutxa con la puntería de un renacido Causeur para acercarse a diez puntos (42-52) al terminar el tercer cuarto.

Ha seguido exprimiendo el Baskonia el cansancio del Gipuzkoa Basket para estrechar el marcador y, con mucho trabajo y sufrimiento, ha llegado a situarse a solo cuatro puntos (56-60, minuto 35) ante un rival sustentado por la puntería de Javi Salgado desde los 6,75 metros.

Con acciones individuales de Heurtel ha intentado el Baskonia a la desesperada tumbar la resistencia de un fatigado rival que se resistía a entregar el partido tan cerca del final (66-68 con solo 25 segundos por jugar).

En la lotería de los tiros libres finales no le ha temblado el pulso a Robinson para certificar el triunfo y poner fin a seis derrotas del Gipuzkoa en el Buesa y conquistar por vez primera el pabellón baskonista.