Soledad Galiana
Dublín

La política de cambio de Sinn Féin, refrendada en Irlanda

Sinn Féin e independientes exigen un giro en las políticas de austeridad del gobierno irlandés para responder a un electorado que busca el cambio. Sinn Féin reclama ya elecciones anticipadas por lo que consideran un «aviso de despido» al Ejecutivo.

Sigue el recuento de votos en Irlanda. Son las complicaciones de un sistema electoral que requiere un recuento manual, pero con la ventaja de permitir a los ciudadanos ser los protagonistas del proceso electoral, no solo como votantes, sino como candidatos sin la pertenencia obligatoria a un partido político. Y ese recuento ha causado la dimisión del líder del partido laborista irlandés a consecuencia del derrumbe del voto de su partido.

Y quien quiera observar los resultados y las tendencias del electorado en estos comicios, comprobará que al menos en Irlanda, al contrario que en su vecina Gran Bretaña, donde la tendencia hacia euroescépticos y extrema derecha es evidente, los ganadores se incluyen en su mayoría en un grupo que se describe como eurocríticos -básicamente, se apoya la idea de la construcción europea pero en una dirección divergente a la actual- y en este caso son precisamente los independientes, partidos minoritarios de izquierdas y Sinn Féin los que han resultado los ganadores.

Los independientes, porque en estos momentos y mientras se siguen contando los votos de las elecciones europeas, ya han conseguido dos escaños en el parlamento de Bruselas, y Sinn Féin porque se han cumplido con los pronósticos más favorables al partido republicano: tres eurodiputadas elegidas y otro a punto de caer. Dos de ellas, Martina Anderson en Belfast y Lynn Boylan en Dublín, las más votadas de todos los candidatos, y en el caso de los otros dos eurodiputados, Liadh Ní Riada (ya elegida) y Matt Carthy, los segundos más votados.

En las elecciones locales en el norte de Irlanda, Sinn Féin se sitúa por primera vez como partido más votado con el 24.07% del voto con respecto al 23.09% del DUP, aunque ello no se traduce directamente en el número de electos, 101 de Sinn Féin frente a los 130 del DUP.

En el Sur, Sinn Féin triplica su número de electos en los gobiernos locales, de 54 en las elecciones del 2009 a 157 este año (aún quedan por elegir seis representantes locales en Monaghan, debido al retraso de un recuento causado por el fallecimiento de uno de los candidatos el día de las elecciones.

Sinn Féin se convierte en el partido mayoritario en Belfast y Dublín. En la capital norteña, con 19 concejales, en la del Sur, con 16 frente a los 5 elegidos en 2009. En otros municipios y ciudades irlandesas, el apoyo al partido republicano ha marcado hitos históricos, como la elección de candidatos en Limerick y áreas de Dublín, donde el partido no había tenido representación desde la creación de la república irlandesa en 1920.

Esta subida de Sinn Féin, independientes y partidos de izquierda se enmarca en las desafortunadas políticas de austeridad auspiciadas por los partidos mayoritarios en el panorama irlandés.

El socio mayoritario de gobierno, el partido laborista, prácticamente ha desaparecido del panorama local y totalmente del Europeo. Ello significa la pérdida de sus tres escaños en el parlamento europeo, y una caída del 13.9% del voto conseguido en 2009 a alrededor de un 5% este año. El precio ha sido la dimisión de su líder, el ministro de Exteriores y viceprimer ministro irlandés, Eamon Gilmore, y esta dimisión ha tenido su impacto en el gobierno, que se enfrenta a la posibilidad de una remodelación adelantada a la que planeaba para setiembre de este año.

Su socio de gobierno Fine Gael, también ha sufrido en las urnas. En Dublín, Fine Gael pierde cuatro concejales, y a pesar de que se espera que mantenga el número de escaños en Europa, sus candidatos han tenido que ser elegidos con las transferencias de los votos de otros. En las locales, de los 340 candidatos conseguidos en 2009, ahora cuenta con 232 (de un 32% del voto a un 24%).

Desde Sinn Féin ya se reclaman elecciones anticipadas «para permitir que la gente tenga una real revolución democrática», al considerar que el voto en estas elecciones muestra la falta de apoyo del electorado a la coalición de gobierno, y le han dado al gobierno «el aviso de despido». El partido republicano ha criticado a laboristas y Fine Gael por desestimar a los votantes que han optado por Sinn Féin en estas elecciones como simplemente un voto de castigo y no como un voto por un cambio y políticas alternativas a la austeridad.

«Han votado por la manera justa y decente en la que presentamos nuestros argumentos. Han votado por reforzar el proceso de paz, por el desarrollo de una sociedad creada sobre la base de derechos y ciudadanos», argumentaba el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, que durante el día de hoy viaja a Estados Unidos precisamente para discutir el estancamiento del proceso de paz en Irlanda.

«Los resultados de las elecciones y la dimisión del líder laborista creo que han intensificado la crisis que lleva sufriendo este gobierno desde hace tiempo», apuntaba Adams, quien considera que la dimisión de Gilmore no es significativa, ya que lo que se necesita en Irlanda es «un cambio en la política, no en las personalidades».

El principal partido en la oposición, Fianna Fail, experimenta un incremento en el voto con respecto a su caída en picado en las generales de 2011 (cuando el electorado irlandés le quiso hacer pagar por su mala gestión del boom económico irlandés y el despilfarro de 12 años de superávit presupuestario que cristalizó con el rescate europeo y la intervención de la Troika en Irlanda hasta diciembre del pasado año). Sin embargo, el incremento no era el esperado para el principal partido de la oposición si se comparan los 266 electos por el partido este año con los resultados de las elecciones del 2009 a nivel local, cuando consiguió 218.

A nivel europeo, el partido podría retener dos de su actuales tres escaños en el Parlamento Europeo. Claramente, la frustración de los votantes de los partidos en el gobierno no ha encontrado un hogar en las políticas de Fianna Fail, que aunque críticos de la gestión del gobierno de coalición si han apoyado políticas de austeridad y recortes con sus votos en el parlamento de Dublín. Y precisamente Dublín es el principal problema para el líder de Fianna Fail, porque a pesar de recuperar tres concejales, no ha conseguido reconquistar una posición europea en la ciudad. Si esto fue una de las causas del principio del fin del anterior líder del partido, Brian Cowen, también puede ser una dificultad para el líder actual, Michéal Martin, que ya ha sufrido críticas dentro de su partido.