Tras las renuncias de numerosos dirigentes del PSC a aspirar a la primera secretaría del partido –la última ayer, la de quien parecía candidata de consenso, Núria Parlón–, el diputado y exviceprimer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha dado el paso esta tarde y ha anunciado que empieza a recoger los 2.000 avales necesarios para presentarse a las primarias del próximo 13 de julio.

«Lo dije ayer: estoy dispuesto a lo que sea necesario para ayudar en la reconstrucción del PSC en un momento especialmente difícil, en el que se acumulan resultados electorales negativos, fuertes tensiones políticas, sociales y nacionales, unas grandes incertezas sobre el futuro de las relaciones entre Catalunya y el resto de España, y una crisis económica con sus graves consecuencias en términos de paro, desigualdades y pobreza», explica Iceta en su blog.

Aunque señala que publicará su programa en los próximos días, el candidato socialista ha avanzado esta tarde que si es el escogido para dirigir el PSC, sus prioridades serán, entre otras, «abordar con inteligencia y determinación el proceso soberanista, colaborar en la renovación del PSOE y rehacer la cohesión interna del PSC». Asimismo, Iceta defiende la celebración de unas primarias abiertas para elegir el candidato a la Generalitat. Unas primarias a las que, añade, no piensa presentarse.

Con una dilatada trayectoria dentro del aparato del partido, Iceta es considerado como uno de los principales ideólogos del PSC –es presidente de la fundación Campalans, ‘think tank’ socialista–, así como uno de los principales apoyos del recientemente dimitido primer secretario, Pere Navarro. Iceta es además uno de los dirigentes clave en la relación con el PSOE, que tantos males de cabeza ha comportado para el socialismo catalán. De hecho, es miembro de la Ejecutiva del PSOE.

Elementos que invitan a pensar que Iceta difícilmente recibirá el apoyo de los sectores críticos del PSC, que ahora tendrán que plantearse si presentan una candidatura alternativa para las primarias o definitivamente abandonan el barco socialista.