La concejala delegada de Bienestar Social e Igualdad, Ana Lezcano, ha explicado que la campaña se ha elaborado en un contexto de «consenso y colaboración» con diversos colectivos, y que tendrá diversos soportes, como carteles, broches, camisetas o tarjetas.
«La violencia sexista es aquella a través de la cual se construye el miedo en las mujeres», se basa en las «relaciones de poder que sitúan al hombre por encima de la mujer y cuyo objetivo es garantizar que las mujeres vivan en una situación de sumisión», ha dicho Lazcano, quien entre sus «diferentes formas» ha citado «insultos, tocamientos, golpes, acoso sexual, violaciones e incluso la muerte».
Por ello, ha apelado a la implicación de la ciudadanía en cualquiera de los espacios festivos para responder a cualquier manifestación de violencia sexista que se sufra o que se vea, con nueve «ideas clave» reunidas en el mensaje de que «en fiestas no todo vale».
Las fiestas son para el disfrute de hombres y mujeres; una agresión no se justifica por el uso ni el abuso de ninguna droga; que alguien exponga su cuerpo no es razón para agredirle ni desnudarle; y la necesidad de autoprotección para evitar agresiones en entornos con mucho descontrol, son algunos de estos mensajes.
Otras de las ideas recuerdan los teléfonos donde pedir ayuda –principalmente el 112–; piden «no mirar para otro lado» si se presencia una agresión; respetar el «derecho a decir no» de las mujeres; y adoptar una «actitud activa» frente a las agresiones sexistas.
La formación específica para policías municipales y personal de protección civil, o la formación a los medios de comunicación sobre los criterios más adecuados para abordar los casos de violencia sexista son otros de los objetivos de la campaña, titulada «Por unas fiestas libres de agresiones sexistas».

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