Etxerat ha denunciado que el preso ondarroarra Xabier Aranburu no está recibiendo la asistencia sanitaria necesaria para hacer frente a los dolores que le provocan las piedras que padece en la vesícula. El organismo de familiares ha denunciado a través de una nota de prensa que Aranburu tenía cita con el médico el pasado 5 de agosto, tras un año de espera para ello. Al parecer, »comenzó a sufrir diferentes provocaciones» por parte de los carceleros y «finalmente consiguieron su objetivo: sacar a Aranburu esposado de la celda» y fue llevado a las celdas de castigo. Ha sido penado con 20 días de ‘mitard’.
Etxerat ha denunciado que se trata de «otra muestra de la nula voluntad de la cárcel de Lyon por respetar sus derechos más básicos»
«Nueva vuelta de tuerca» en Fleury
En la misma nota Etxerat ha denunciado «una nueva vuelta de tuerca en la vulneración de los derechos humanos de los presos políticos». Según relata el organismo los cacheos posteriores a las visitas se han visto endurecidas y además de la obligación de desnudarse y de registrar sus ropas con raquetas detectoras de metales, ahora tratan de cachearles con la misma raqueta una vez desnudos. Según Etxerat, el preso de Gernika Ibon Goieaskoetxea fue sometido a este tipo de cacheo el pasado 8 de agosto y los carceleros le informaron que «según la nueva normativa para los presos políticos vascos», según Etxerat, estaban obligados a ello.