Beñat ZALDUA
BARCELONA
Interview
Joan Manuel Tresserras
Exconseller de Cultura

«Tiene que haber margen para entenderse, más por pragmatismo que por sintonía personal»

Joan Manuel Tresserras (1955) entró en el Tripartit como conseller de Cultura y Medios de Comunicación en 2006 como independiente propuesto por ERC. Al acabar el periplo en el Govern, se hizo militante del partido, donde es una de las voces más escuchadas por Oriol Junqueras. Defiende, por tanto, las listas separadas como mejor opción para maximizar el voto independentista.

Acabada la experiencia gubernamental, Joan Manuel Tresserras, doctor en Ciencias de la Información, volvió a la facultad de de comunicación de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), donde ejerce de profesor y donde nos recibe.

Tras el éxito del 9N hemos asistido al ciclo de conferencias. Empecemos por la primera, la de Mas. ¿Qué le pareció?

Evidentemente era el president el que tenía que mover ficha y creo que lo hizo de una manera muy hábil, que hace pensar en él como en un político relativamente original. Aparentemente es muy cartesiano y racional y por tanto podría ser previsible, pero ya ha habido diversos momentos en los que ha demostrado cierta capacidad para improvisar y ser muy imaginativo. En su posición, solo puede aspirar a liderar el proceso, que ya es también su proyecto político personal, porque sabe que no tiene margen para recular. No creo que lo quiera hacer, pero si quisiera, no podría. Y en buena lógica, creo que sabe que tiene que convocar elecciones para lograr un nuevo mandato democrático.

Unas elecciones que propone que sean plebiscitarias...

Hay que recordar que el centro-derecha de Catalunya está en proceso de reestructuración y que, en estos momentos, es más importante el capital personal de Artur Mas que el de Convergència. En estas condiciones, y con la capitalización del 9N, Mas puede pensar que puede liderar un espacio más amplio que el de Convergència, que carga con el caso Pujol y tiene todavía casos pendientes de juicio. Y como lo que propone es convertir las elecciones en un plebiscito con todas las condiciones, con el único tema de la independencia en la agenda, reclama la lista unitaria.

Propuesta que Junqueras no compra.

Por muy plebiscitarias que sean, son elecciones y muchos partidos y mucha gente plantearán también las cuestiones sociales. Y lo que no se puede hacer en nombre de la lista única es dejar que las formaciones no soberanistas se adueñen de la bandera de las luchas sociales. Además, Junqueras plantea que las elecciones tengan también un carácter constituyente, mientras que para Mas son solo plebiscitarias y deja el proceso constituyente para más adelante. La distinción es fundamental.

¿Qué le pareció la conferencia de Junqueras?

Lo que hace Junqueras no es responder a la conferencia de Mas, sino exponer y desarrollar unos criterios que ya había presentado antes. De hecho, Junqueras no mencionó al president en su intervención.

Directamente no, pero sí que le dejó un par de recados...

Bueno, pero no es una intervención pensada como respuesta, sino que explica su posicionamiento introduciendo el tema de la diversidad como motor fundamental del país, históricamente y ahora específicamente. A partir de ahí justifica su propuesta. Y se dirige sobre todo a las izquierdas, porque insisto, no se pueden dejar de lado las luchas sociales y la justicia social. El proceso independentista es finalista porque quiere la independencia, pero es instrumental, es decir, quiere la independencia como plataforma para hacer las transformaciones sociales pendientes.

Cada uno dice que su fórmula es la mejor para maximizar el voto independentista y uno, francamente, ya no sabe qué pensar. ¿Usted está convencido de que por separado sumarán más diputados que juntos?

La verdad es que, por mi entorno personal inmediato, tengo la impresión de que hay mucha gente que según quién entre en la lista, no querrá saber nada. Convergència perdería a los sectores que piensan que ir con Esquerra es inaceptable y Esquerra perdería el ala izquierda y probablemente algunos aliados de la disidencia socialista. En cambio, si se acuerda un paquete de medidas conjuntas, con actos unitarios, pero con listas separadas que se sabe quién ha confeccionado, el recorrido es más amplio. Y con el compromiso añadido de formar un Govern de concentración....

¿No hay trampa en defender las listas separadas en nombre de la diversidad y luego proponer un gobierno de concentración?

Junqueras dijo una frase que lo sintetiza: la unidad de todos es más valiosa que la unidad de unos cuantos. Cuando el president Mas plantea la lista única, sabe que no es posible, porque no estarán ni la CUP ni Iniciativa. Por lo tanto, está planteando una coalición a dos con otro nombre. Eso no es una lista única, por mucho que tenga el apoyo de la Assemblea. No lo encuentro mal, no lo quiero descalificar, pero creo sinceramente que deja demasiada gente fuera.

¿Los partidos soberanistas serían capaces de mantener un tono cordial y constructivo si pugnan por un mismo caladero de votos?

No sé si son tantos los votos por los que pugnan, de verdad. Hay frontera entre los dos partidos, pero creo que la gente está bastante definida....

Si en unas elecciones con listas separadas pierde el president, ¿que papel debería jugar? ¿Ves a Mas capaz de seguir en el proceso sin liderarlo?

Entre las cosas que tienen que hablar está ésta. Cuando Junqueras plantea las listas separadas no es para ganar. No quiero decir que no quiera ganar, todo el mundo hará la campaña tan bien como pueda, pero no tiene ninguna urgencia ni la ambición personal de ganar.

Hablando claro, ¿Junqueras estaría dispuesto a ceder a Mas la presidencia pese a ganar las elecciones?

Se lo tendríamos que preguntar a él, pero yo creo que sí. En estos momentos, él prioriza la causa general y si propone lo del paraguas para varias listas es porque cree que suma más. Puede ser que la apuesta por la lista única le dé a Mas el apoyo de los votos que fluctúan entre Convergència y Esquerra, pero no importa. Creo que Junqueras tiene asumido que el papel de Mas es muy importante, aunque en estos momentos la química entre ellos es mejorable.

¿Hay por lo tanto margen para el acuerdo?

Yo creo que sí. A no ser que Mas busque una excusa para no convocar elecciones, hay margen. La demanda social de unidad y de acuerdo existe y es muy grande. Estamos ante dos liderazgos políticos muy diferentes, con proyectos muy diferentes que nacen a partir de sensibilidades también diferentes, de ver la realidad desde posiciones muy distintas. Pero aun así tienen un margen para entenderse, aunque sea más por pragmatismo que por sintonía personal.

 

«El Govern no siempre muestra la firmeza necesaria»

¿Porque se rompe la sintonía entre Mas y Junqueras?
Los compromisos para esta legislatura ya comprendían la construcción de estructuras de estado, pero no se han hecho y la decepción de Junqueras viene en buena parte de ahí. Él hace una cesión de iniciativa absoluta a Mas, porque había ganado las elecciones, y le presta un apoyo parlamentario sostenido, a veces en algunos temas francamente discutibles. Lo hace porque es su compromiso, para poder llegar a la consulta.

¿Y Convergència no cumple?
Hay que recordar que Convergència se plantea el paso del autonomismo al soberanismo hace dos años. No hace falta dudar de la rectitud de sus intenciones, pero todavía quedan movimientos reflejos de etapas anteriores. A mí me parece que el president Mas tiene perfectamente asumido su nuevo rol, pero en su Govern y en su partido es más discutible. A través de las comisiones mixtas y de los grupos de trabajo, en el interior de Esquerra se va propagando la sensación de que desde el Govern no siempre se muestra la decisión y la firmeza necesaria.

Esto explota en las reuniones de preparación del 9N...
A partir de agosto Junqueras ya tiene la impresión de que no se cumplirán los compromisos y en la famosa reunión de Pedralbes se pone de manifiesto la pérdida de confianza entre ambos, que había sido algo que hasta el momento tranquilizaba a todos. A partir de aquí, a pesar de que al primer gesto del Constitucional Mas ya cambia su propuesta, se ha impuesto el relato de que quien pone en peligro la unidad es el propio Junqueras.

¿No lo puso Junqueras en bandeja al levantarse de la mesa?
La incapacidad de impostura, ¿es un vicio o una virtud en los políticos? Es difícil de ver. Esta historia está viva, por lo que todavía no sabemos si hizo bien o mal, pero sí es verdad que eso permitió un relato según el cual el valiente e irreductible héroe del 9 de noviembre es el president. Y con todos los respetos hacia Mas, que ha demostrado mucho liderazgo político, hubo mucha otra gente que puso la cara.