Pablo CABEZA
BiLBO
Interview
GAIZKA INSUNZA
GUITARRA DE AUDIENCE

«Las bandas sonoras nos permiten acercarnos a estilos ‘ajenos’»

La banda de Gernika Audience demostró con la banda sonora de «Amerikanuak» una amplia capacidad para escribir música descriptiva, en consecuencia, no sujeta al patrón de canción y abierta al color. Su nueva banda sonora acompaña al documental «Jai Alai Blues», que repasa la ascensión y caída de la cesta punta vasca en el mundo. Audience presenta su música este jueves en Bilbo.

La carrera de Audience es tan elegante y atrevida que deja a la banda de Gernika entre las formaciones más innovadoras y capacitadas que ha conocido la historia de Euskal Herria. Debería haber recorrido medio mundo, como los pelotaris de cesta punta del Ja Alai de su pueblo; pero por las circunstancias que sean, en principio incomprensibles, van escribiendo una historia con menos letra gruesa de la debida y dejando, paradójicamente, un listado de referencias profundamente admirables.

Tras la aportación musical al documental “Amerikanuak”, ahora es el turno de “Jai Alai Blues”, presentado en el festival Zinemaldia de Donostia en su pasada edición, así como en Barcelona, Praga y otros lugares. El documental narra la historia del Jai Alai a lo largo de un buen número de países donde tuvo, a principios del siglo pasado, un enorme éxito que terminó siendo más efímero de lo esperado por diferentes circunstancias que se analizan en el brillante documental dirigido por Gorka Bilbao.

Audience musica la ascendencia y caída de la cesta punta a lo largo de quince títulos cargados de sonidos emotivos, atmósferas pegadas a las imágenes, todo con el ingenio, imaginación y calidad que la banda ha demostrado a lo largo de su extensa y apreciada carrera. Ahora es el turno de presentar esas canciones, aunque no con la estructura del documental, en Bilbo. Será mañana jueves en Kafe Antzokia a partir de las 21.30, con el aliciente, además, de presentar dos nuevos componentes que forzosamente van a teñir el sonido de la banda: Felix Buff (Willis Drummond, Joseba Irazoki...), gran batería (no será su debut con Audience, ya lo hizo en Durango y Gernika), y Ruben Garatea, acordeón, teclas y guitarra, otro valioso multiinstrumentista. Ruben es de Gernika y es parte asimismo de la banda de Arrasate McOnak. Dos cracks.

¿Les han inspirado las imágenes a la hora de componer o ha sido un proceso independiente y reajustado oportunamente?

Sí que hemos tenido ocasión de ver imágenes más o menos montadas de casi todos los pasajes del documental, y el feedback con los realizadores ha sido continuo. Hemos estado bien informados respecto a los ambientes y épocas por los que transcurre la historia, así como de las andanzas de los personajes principales. “Amerikanuak” fue un buen Precedente. Sin embargo, “Jai Alai Blues” ha sido mucho más complejo ya que transcurre por distintas épocas y diversas localizaciones (Euskal Herria, Filipinas, China, Cuba, México, Florida…).

¿Conocían antes de ver el documental los hechos de ascensión y caída de la cesta punta? En Gernika hubo –y en parte se mantiene– precisamente una intensa tradición de pelotaris...

Personalmente no conocía la historia tal como se cuenta en el documental. Creo que, como casi todos, conocía una parte de la misma. En este sentido, creo que el documental tiene un gran valor. Es verdad que hay mucha afición a la cesta en Gernika, de hecho varios de los miembros del equipo de realización, así como del grupo. han jugado. El documental, además, termina con imágenes recientes del Jai Alai de Gernika lleno hasta la bandera. De hecho, durante los últimos años se está volviendo a ver un gran interés

Visto que este es ya el segundo documental que musican, y que requiere texturas a veces breves y de diferente tinte, ¿se recurre mucho a piezas breves, ideas, esbozos, guardadas en el ordenador?

Puede que seamos el grupo del mundo que menos emplea el ordenador para componer música. Toda la música que forma parte de la banda sonora del documental ha sido compuesta expresamente para él. Lo que sí hay son descartes de la banda sonora que puede que utilicemos en el futuro, ya que compusimos y grabamos más música de la necesaria.

No se les había escuchado tan negros y funkys sicodélicos como en el tremendo corte «Dania funky groove». Sobria pieza de la que salen crecidos.

A mí también me gusta. Es muy divertida para tocarla en directo. Surgió de manera muy natural y ha ido evolucionando de un modo más gradual que la mayoría de canciones de Audience.

El hecho de ser una BSO permite liberarse de estructuras de la canción como tal y superar retos ambientales.

Sí, es cierto que las bandas sonoras nos permiten acercarnos a estilos “ajenos”, que no dominamos del todo. Pero, por otra parte, cuando compones una banda sonora tienes que ser consciente de estás sujeto a la historia y su ritmo, por lo que hay aspectos de la música que se ven condicionados por la misma.

¿Podría hablarse de skechts sonoros?

Me parece un término acertado.

¿Esto requiere un esfuerzo extra al tener que crear pasajes diferentes?

En algunos casos partimos de una idea general, o canción maestra, de la que vamos extrayendo partes. Por ejemplo, teníamos una composición principal para “Cuba” de la que hemos extraído alrededor de 3 o 4 piezas. Ocurre lo mismo con México (hay 3 piezas que están basadas en la misma canción maestra) y con Florida en los 70. En este caso sí que me encaja lo que me comentabas antes de los “esbozos”, pero al revés, je, je. No es que nos guardemos descartes de proyectos anteriores, más bien creamos canciones con distintas partes y las vamos modificando en función de las necesidades del documental.

BSO con cambios de tensión, pero sin dejar de ser Audience.

No queremos ser demasiado “obvios”. Durante todos estos años nos hemos atrevido con nuevas sonoridades, pero creo que hagamos lo que hagamos sonamos a Audience. Podemos acercarnos a sonidos caribeños, o hacer una canción funky, pero hay algo nuestro que siempre asoma hagamos lo que hagamos.

Multiinstrumentistas y perdidamente curiosos.

Además en las bandas sonoras siempre nos atrevemos con instrumentos nuevos. Si en “Amerikanuak” probamos banjo, mandolina y dobro, esta vez nos hemos lanzado con el acordeón, el Rhodes o xilófono, entre otros.

Podría pensarse que al ser un documental sobre un deporte tan dinámico, tan de pirueta, las canciones serían aceleradas, pero la línea es de relajo.

Exceptuando la parte de Florida en los 70, donde se da un gran boom del deporte, y donde tanto el documenta como la música adquieren un ritmo frenético, el resto del documental como la música es bastante tranquila. Es así porque el documental tiene un tono narrativo pausado, a veces incluso adquiere tonos detectivescos o de investigación; ahí está Zulaika explicando la evolución de la modalidad, las apuestas, su expansión por el mundo. Al mismo tiempo, se descubren personajes y tramas muy de novela negra, en los que se conjugan la mafia con el glamour de Hollywood… todo muy misterioso…

¿Cambia en directo la estructura de las canciones?

En algunos casos hemos vuelto a las composiciones originales, aquellas que tras diversas vueltas conforman la banda sonora del documental.