Maider IANTZI

EL INTERNET DE LAS COSAS AL ALCANCE DE LAS PYMES INDUSTRIALES

La plataforma IoT Cloud –creada por Sarenet, Irontec y Biotermiak– es pionera en acercar el Internet de las Cosas (IoT) a las pequeñas y medianas empresas del sector industrial. Acudimos al enorme parque de Zamudio para conocer este proyecto y mucho más.

El Data Center de Sarenet, en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia, nos da la imagen concreta de esa cosa abstracta que un día se coló en nuestras vidas y que rápidamente, a la velocidad de 300 megabytes por segundo, se nos ha convertido en (casi) imprescindible. Hablamos de Internet, que en realidad es algo físico, compuesto por routers, cables, conexiones, fibras y demás. Todo esto se puede ver en esta especie de búnker donde Sarenet guarda, como el mayor de los tesoros, volúmenes ingentes de datos.

El director de esta empresa proveedora de Internet, Jon Arberas, nos recibe en la sede principal de Zamudio, donde trabaja la mayoría de sus 86 empleados (tienen delegaciones en Barcelona y Madrid). Más tarde se sumará a la entrevista Iker Sagasti, CEO (director ejecutivo) de Irontec, empresa ubicada en Bilbo que fabrica soluciones tecnológicas. Sarenet e Irontec, junto con Biotermiak, han creado la plataforma IoT Cloud, dirigida a las pymes de la industria.

El proyecto se ha desarrollado al 100% en Euskal Herria y esperan poder comercializarlo en el primer trimestre de 2017. En el mercado existen soluciones de este tipo, pero la industria 4.0 está más centrada en las empresas de gran tamaño que realizan una gran inversión. Por ello, han buscado algo más asequible, transversal y genérico, para abrir esta posibilidad a cualquier pyme. Su objetivo es ofrecer un servicio integral, de uso rápido y sencillo.

«Cada vez más, la empresa industrial tiene una inquietud, que es vender un servicio. Biotermiak vende calderas pero ofreciendo todo un servicio, con unos mantenimientos, unos avisos… un valor añadido que es muy atractivo porque genera unos ingresos recurrentes y mantiene un vínculo con el cliente», explica Arberas. Se trata de comunicar las calderas de manera que sus datos se envíen a una plataforma Cloud. Biotermiak tiene más de 800 calderas y la estructura tradicional de guardar datos se queda pequeña. Se necesitan nuevos formatos de almacenamiento para ir recogiendo a tiempo real un flujo de información ininterrumpido y de gran volumen: Big Data. La seguridad aquí es vital y la información está encriptada.

Sarenet ha puesto la infraestructura, con la plataforma Cloud y las conexiones. «No hay límites en el volumen de datos. Es como un chicle, lo puedes extender hasta donde necesites». Irontec, por su parte, ha desarrollado la aplicación para visualizar los datos de una manera que le aporte valor al cliente final. Por ejemplo, se dibuja la temperatura y la presión de cada caldera en una gráfica y si sube la temperatura pero no la presión el sistema detecta que está pasando algo anómalo; entonces, envía una alerta y le dice al cliente que apague la caldera.

Servicio y mantenimiento

Gracias a esta plataforma, la empresa industrial, además de vender en clave de servicio, puede facilitar el mantenimiento. «A día de hoy mantener la caldera pasa por que el usuario final detecte una anomalía y te la comunique o que tú hagas una inspección cada cierto tiempo. No esperemos a que el cliente se vea afectado; si tenemos información previa que indique que puede producirse un problema, lo podremos impedir».

El caso que están abordando ahora es el de Biotermiak, una empresa del sector primario y secundario que tiene 70-80 socios. Ha creado un modelo energético diferente y sostenible aprovechando las astillas de las explotaciones forestales. Instala calderas a clientes como el Hospital de Gorliz o el Seminario de Derio. Las calderas tienen 80-120 parámetros, como la presión y la temperatura, que se miden constantemente y que sirven para saber si todo va bien y para anticiparse a algunos problemas.

«Ponemos un pequeño equipo, que es un gateway, en las instalaciones para consultar esas 80-120 variables y recogerlas. Le habla a cada una de las calderas en su lenguaje, ya que cada caldera es diferente. Traducimos la información a un lenguaje único, la subimos a la nube y la plataforma nos permite tres cosas: visualizar los datos, generar alertas y hacer predicción o aprender en base a comportamientos e intentar adivinar el futuro», indica Sagasti.

Conexión hasta en una botella

El Internet de las Cosas predice que en el futuro iremos conectando todos los objetos a la red y obteniendo información de ellos. «Puede ser cualquier cosa... hasta una botella de agua. ¿Para qué? Se medirá la velocidad de consumo. Cuanta más información tengas, las decisiones que tomes tendrán mayor valor desde el punto de vista del marketing. Lo que se deberá hacer es utilizar esos datos de una manera ética, porque pueden tener sus contraprestaciones y peligros. Pero si hacemos un buen uso nos debería llevar a un mundo donde al tener mayor información las cosas sean mejores». El director de Irontec se muestra esperanzado.

Arberas menciona la ciudad inteligente, donde, por ejemplo, las papeleras avisan cuándo están llenas para que el camión solo realice los viajes necesarios. «Está claro, esta es la revolución que viene. Y creo que en la industria, al ser algo productivo, el impacto es mayor. Supone mucho ahorro». La fuerza de una prensa, el desgaste de piezas... hay cantidad de información disgregada que se puede ensamblar. Por ello, no han hecho un proyecto a medida de Biotermiak, sino que han buscado que la plataforma sea transversal y genérica. Utilizan la modalidad pago por uso, de manera que cada empresa tenga claro lo que le cuesta el servicio. Por cada dispositivo paga X al mes (aún no han fijado el precio pero aseguran que será asequible). En eso ayuda que todo el software que usan sea libre. No pagan licencias a nadie.

Sarenet funciona desde 1995. Es de las únicas empresas de esa época que sigue adelante en Euskal Herria. Además, siempre han ido creciendo. La mayoría de los profesionales son técnicos: programadores, ingenieros de telecomunicaciones… Al igual que en Irontec, que cumple trece años. Empezaron cuatro personas y ahora son 32.

En tecnología el cambio es brutal. «Messenger antes lo era todo y ahora ¿quién se acuerda de él? Nokia era el principal fabricante de móviles y ¿quién se acuerda de él?», comenta Sagasti. Por ello, ambas empresas llevan la innovación en su ADN. Siempre se están anticipando y, sin embargo, afirman que ni ellos pueden imaginar las enormes posibilidades que se están abriendo.

 

Desde una centralita en la nube hasta un softphone, siempre innovando

Tanto Sarenet como Irontec ya están pensando en la siguiente idea. Así, el próximo paso de la plataforma IoT Cloud, que por el momento recoge los datos de las empresas, será crear un software inteligente que los analice y, en base a eso, actúe.

A veces la demanda precede a la oferta. «Es lo que está pasando ahora con los móviles. La gente ya está preguntando cómo será el nuevo iPhone, Samsung o Android. Casi se exige que traiga algo nuevo. Eso no sucedía antes de que saliese el primer móvil», indica el director de Irontec, Iker Sagasti.

«Todavía no existe una gran demanda de las empresas para esta plataforma IoT Cloud –comenta–. Estamos en un buen momento para estar bien posicionados y, a la vez, es arriesgado porque no sabemos realmente hacia dónde irá el mercado. Tiene esa parte de oportunidad de ser uno de los primeros, pero abrir camino casi siempre equivale a equivocarse e ir corrigiendo. Nos toca abrir camino muchas veces. Nos pasó con la telefonía IP en 2006. Fuimos una de las primeras empresas en Euskal Herria en ofrecerla: es como enviar un e-mail y se ahorra mucho».

Ahora desarrollan un softphone con la idea de una web que sea a la vez teléfono. El director de Sarenet, Jon Arberas, explica que construyeron una centralita virtual en la nube que realiza todas las funciones de la tradicional. «Antes tuvimos la revolución industrial y la siguiente revolución es la de Internet. La estamos viviendo». En este caso la oferta va delante de la demanda.M. I.