EH Bildu criticó ayer la necesidad de solicitar autorización al Gobierno español para poder organizar una consulta ciudadana en Basauri, donde «van a decidir sobre qué es lo mejor para su futuro quienes seguramente no sabrían colocar la localidad en el mapa».

Así lo expresó la parlamentaria Jasone Agirre sobre la organización de la consulta en torno al plan de regeneración urbana de San Fausto, Bidebieta y Pozokoetxe, convocada en 2016 por el Ayuntamiento coincidiendo con las elecciones al Parlamento autonómico, y a la espera de resolución por parte del Consejo de Ministros, tras haber sido impugnada por la Abogacía del Estado. Una suspensión que, señaló la soberanista, responde «claramente a motivos políticos», y supone «un ataque directo a la autonomía y la capacidad de decisión y acción» del Consistorio y sus vecinos.

Propuesta por la coalición, y aprobada por mayoría absoluta en el pleno municipal de julio de 2016, EH Bildu denunció que PNV y PP «han vaciado de contenido del artículo 82 de la Ley Municipal –aprobada en la Cámara de Gasteiz– por la que se organizó la consulta».

«En Basauri se han topado con la política de la sumisión y el cambio de cromos del PNV», declaró Agirre para acusar a los jeltzales de «haber vuelto a dar la espalda a su propia ley».

En «una reinterpretación totalmente restrictiva» que EH Bildu enmarca tras la negociación de los presupuestos entre PNV y PP, la coalición soberanista de izquierdas reprobó que ahora, para celebrar una consulta popular, sin pedir permiso al Gobierno español, «el aspecto deba afectar solo a una parte del municipio», la misma que votaría en dicho caso.

La solicitud de permiso al Ejecutivo Rajoy para organizar la consulta se produjo el 28 de abril, con el respaldo de PNV y un concejal de EH Bildu, mientras que los otros dos se abstuvieron. Asimismo, votaron en contra PSE, PP, Basauri Bai y el concejal no adscrito.