Joseba ITURRIA

Froome, ante su reto más difícil

El inglés busca la grande que falta en su palmarés a la espera de conocer su sanción por el positivo por salbutamol en la última Vuelta.

El Giro comienza hoy con una crono de 9,7 kilómetros en Jerusalén con Chris Froome como gran protagonista porque busca la única grande que no ha ganado en una situación anormal porque todavía no se ha tomado ninguna decisión siete meses después por su positivo de salbutamol que pone en discusión su victoria en la Vuelta.

Froome ha competido con normalidad hasta ahora e incluso reclamaba antes de viajar a Jerusalén su presencia en el Tour en julio. Se ha marcado para este año el objetivo de hacer el doblete Giro-Tour por vez primera desde que Marco Pantani lo logró en 1998, lo que supondría encadenar cuatro grandes consecutivas tras ganar Tour y Vuelta, a la espera de conocer si pierde la ronda española.

Es un reto muy difícil porque llega al Giro con la duda de ver cómo supera lo que le rodea en los últimos meses y con un equipo menos poderoso de lo habitual. Al margen de tener un corredor menos tras el cambio de reglamentación, De la Cruz, Poels y Sergio Henao serán sus únicos apoyo para la montaña.

Esta temporada solo ha podido ser décimo en Andalucía, 34º en la Tirreno y cuarto en el Tour de los Alpes en sus tres únicas pruebas disputadas. Además ha trabajado duro en las concentraciones, pero pese a ganar en el Tour y en la Vuelta da la sensación de ir a menos en su rendimiento. Será su primer Giro desde 2010, cuando abandonó.

Rivales de mucho nivel

Los rivales que va a encontrar en el Giro son de primer nivel. Tom Dumoulin será hoy el último en salir a las 16:45 con el dorsal número 1 tras ganar la última edición. Fue el más fuerte en la montaña y tiene dos cronos llanas para marcar diferencias sobre los escaladores, la de hoy de 9,7 kilómetros y la de la última semana en Rovereto de 34,2.

Además Fabio Aru buscará su primera victoria en el Giro tras ser tercero en 2014 y segundo en 2015, año en el que ganó la Vuelta, y acabar quinto en el último Tour después de no poder participar en la ronda italiana, que era su objetivo. Este año ha renunciado a correr el Tour para repetir su calendario de 2015, con Giro y Vuelta y el Mundial como último objetivo. Como Froome, llega al Giro tras un estreno poco alentador en el UAE. Fue decimotercero en Abu Dhabi, duodécimo en la Tirreno y tuvo que abandonar en la Volta con problemas en una pierna. Y desde entonces no ha corrido.

El Mitchelton presenta un equipo poderoso con Johan Esteban Chaves como líder con la esperanza de superar su complicada pasada temporada y recuperar su nivel de 2016, cuando fue segundo en el Giro y tercero en la Vuelta. Empezó bien el año con la victoria en el final en alto y en la general del Herald Sun Tour y también tuvo que abandonar en la última etapa de la Volta y llegó fuera de control en la jornada final de la París Niza.

Por si no alcanza su mejor nivel, el equipo australiano presenta la baza de Simon Yates, sexto en la Vuelta de 2016 y séptimo en el último Tour. A diferencia de Chaves, ha estado mejor en la Volta, cuarto, y París Niza, segundo, con sendas victorias de etapa. Además Mikel Nieve es una garantía siempre, como ha demostrado con su buena actuación en Lieja y Tour de Romandía en sus primeros días de competición tras su caída de Sierra Nevada, y el equipo presenta otros dos escaladores del nivel de Haig y Kreuziger.

Astana también presenta un equipo muy fuerte con Miguel Ángel López como líder, Pello Bilbao, Hirt, Kangert, Lutsenko y Luisle Sánchez. Con equipos menos fuertes destacan Thibaut Pinot, cuarto en el último Giro y ganador del Tour de los Alpes en la última prueba de preparación, Louis Meintjes, octavo en los dos últimos Tours, Domenico Pozzovivo, sexto en el último Giro, Michael Woods, séptimo en la última Vuelta, y George Bennett, décimo en la de 2016.

Cinco vascos en la salida

Junto a Mikel Nieve y Pello Bilbao, llamados a tener un papel destacado, estarán otros tres vascos. Igor Anton participa por quinta edición consecutiva a sus 35 años y trece años después de su debut en una prueba en la que ganó una etapa en 2011. Víctor de la Parte también repite en un Movistar que no llevará a ninguno de sus cuatro mejores corredores, lo que dará libertad al gasteiztarra, Carapaz, Betancur y Rubén Fernández. Y Markel Irizar vuelve al Giro diez años después de su última participación.

Junto a los aspirantes a la general y los vascos hay que destacar una nómina de velocistas de menor entidad que otros años con Viviani, Juul Jensen, Modolo, Van Rensburg, Bennett, Bonifazio, Van Asbroeck, Debusschere, Sbaragli, Mareczko y los Van Poppel. Participan los dieciocho equipos del World Tour y cuatro continentales profesionales invitados: los italianos de Androni, Wilier y Bardiani y el Israel Cycling Academy al acoger su Estado las tres primeras etapas.

Ocho finales en alto

Tras la crono de hoy y las dos primeras etapas en línea en Israel, el martes y el miércoles hay un constante sube y baja con 2.500 y 2.000 metros de desnivel y el jueves llega el primero de los ocho finales en alto en el Etna, 17,9 kms. al 6,9%.

El segundo fin de semana de la carrera presenta dos etapas muy duras con 209 kilómetros el sábado entre Montevergine di Mercogliano, una subida de 18 kilómetros, y más dura aún es la del domingo entre Pesco Sannita y el Gran Sasso con 225 kilómetros y 3.900 metros de desnivel y tres puertos duros. Los dos últimos, Calascio y Gran Sasso, están encadenados con 47 kilómetros de subida hasta la meta casi sin descanso.

El martes llega el cuarto final en alto en Osimo y el tercer fin de semana presenta el sábado el final en la pared del Monte Zoncolan, que tiene cuatro kilómetros al 15,4 de media en su parte central del total de diez en una etapa con 4.300 metros de desnivel y tres subidas duras en los últimos 40. El domingo la etapa no acaba en un puerto, pero sí en subida y tiene 4.000 metros de desnivel y 38 kilómetros finales durísimos.

Tras la crono llana de 34,5 kilómetros con la que empieza la última semana la traca final llegará con el final el alto de Prato Nevoso del jueves, los 4.500 metros de desnivel del viernes con final en Bardonecchia tras superar Finestre y el sábado se terminará de decidir la carrera con el final en alto de Cervinia con tres duros puertos en los últimos 68 kilómetros y 4.000 metros de desnivel. Es el Giro.