La Diputación de Bizkaia reconoce que «en menos de un kilómetro» de la carretera local BI-4523, que va desde la iglesia de San Isidro en dirección a Otzerinmendi, en Zeanuri, se han talado cerca de 130 árboles. Entre ellos, dos robles de «tamano considerable», uno en el acceso a Ortuzar y otro un poco más arriba en la subida a la ermita de San Justo, en la misma cabeza del talud, «con gran parte de las raíces descubiertas, inclinados hacia la carretera y con ramas de gran tamaño sobre la misma». También se cortó un haya pegada a la calzada, con ramas de gran volumen sobre la carretera.

Fuentes del Departamento de Desarrollo Económico y Territorial explican que, tras analizar los casos, se concluyó que, «por su proximidad a la carretera, por el volumen y diámetro de sus ramas y por el estado de sus raíces, la posibilidad de caer a la carretera (árbol o ramas de gran tamaño) y poder ocasionar un accidente», se justificaba la tala.

En cambio, en este camino, añaden las fuentes forales consultadas, existen otros árboles –incluidas unas encinas en el barrio de Otzerimendi– que aunque afectan a la carretera, se han mantenido «por su importancia».

Todos los residuos generados (ramas, troncos, restos vegetales…) han sido o triturados o retirados a un gestor autorizado, tal y como se establece en la legislación de gestión de residuos vigente, salvo en los casos en los que el titular, bien en el periodo de alegaciones o bien con posterioridad, haya solicitado el aprovechamiento de la madera, en cuyo caso se ha dejado el árbol completo en la parcela, siempre y cuando no ocasionara peligro de deslizamiento a la carretera.

Normativa aplicable

Estas intervenciones, añaden, tratan de garantizar la seguridad de los usuarios de la red foral de carreteras, amparadas en un procedimiento encaminado a retirar aquellos árboles y ramas, situados en el dominio público, susceptibles de caer a la carretera, o aquellos que pudieran causar problemas en la red de drenaje. Para ello, se publicó el 17 de julio de 2018 en el Boletín Oficial de Bizkaia una orden foral por la que el diputado de Desarrollo Económico y Territorial ordenó someter a información pública la relación de titulares de árboles a talar de oficio en las carreteras forales para evitar accidente e incidentes.

En el supuesto de que «por necesidades de la carretera», fuere necesario realizar labores de poda o talas en franjas de arbolado ubicadas en los márgenes de la carretera, el Servicio de Conservación de Carreteras, con independencia de exigir la misma al titular de tales árboles, podrá realizarla de oficio.

A tal fin se elabora la oportuna relación de fincas en las que se ubiquen los citados árboles, publicándose la relación en el boletín oficial y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento en el que se ubique la actuación, a fin de que cualquier interesado pueda formular cuantas alegaciones y sugerencias estime pertinentes. Finalizado dicho plazo, se dicta la oportuna resolución, estimando o desestimando las mismas, fijado la fecha de inicio de los trabajos.

Desde la Diputación explican que, dentro de este procedimiento, se han analizado individualmente los árboles de «mayor valor ambiental» –robles, encinas, hayas, entre otras especies–, respetando aquellos que no ocasionaran un riesgo grave para la carretera y sus usuarios. Para garantizar la correcta aplicación de este criterio, una vez replanteados los árboles a talar por parte del Servicio de Conservación de Carreteras, se informa al Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural por si tuvieran que establecer la especial protección de algún árbol.

Otros casos

Tras la primera denuncia recogida en NAIZ, varios ciudadanos han advertido de talas «indiscriminadas» del especies autóctonas en el enlace de Barazar a Otxandio, y otras en el entorno de Zeanuri, poniendo en cuestión que haya «cualquier tipo de evaluación ambiental que justifique esta barbaridad». No entienden que se corten esos árboles por las hojas y restos vegetales que dejan en las calzadas y en las cunetas, que fuentes forales destacan que generan problemas de balsas y láminas de agua «que conllevan una alta peligrosidad para los vehículos».

«Hay árboles que tienen la misma antigüedad que los caminos y es inadmisible que se talen», manifiestan. Esos vecinos inciden en que no entienden que se talen robles y hayas «con mucha estabilidad» mientras se dejan los pinos. «¿Las hojas de los pinos no provocan accidentes?», se preguntan.