NAIZ

Juzgan a un ganadero de Berastegi acusado de dejar morir de hambre a 45 vacas en su caserío

Un ganadero guipuzcoano será juzgado próximamente en Donostia acusado de un delito de maltrato animal por dejar morir de hambre a 45 vacas en un caserío de Berastegi. La Fiscalía de Medio Ambiente le reclama un año y medio de prisión.

Una vaca de una pequeña explotación rural que no tiene nada que ver con los hechos. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Una vaca de una pequeña explotación rural que no tiene nada que ver con los hechos. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Un ganadero guipuzcoano será juzgado próximamente en Donostia acusado de un delito de maltrato animal por dejar morir de inanición a 45 vacas en un caserío ubicado en Berastegi, hechos por los que se enfrenta a una petición de un año y medio de prisión por parte de la Fiscalía de Medio Ambiente.

En su escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Efe, el Ministerio Público pide que también se impongan al procesado cuatro años de inhabilitación para la tenencia de animales, así como para desempeñar profesiones, oficios o comercios que tengan que ver con ellos.

La Asociación en Defensa de los Derechos de los Animales y su Legislación, Animal-Lex, que ejerce la acción popular en este caso, solicita para el procesado la misma condena que el Ministerio Público.

Los hechos se produjeron en el año 2017, cuando, según la versión de la Fiscalía, el inculpado habría dejado de «dispensar alimento sólido a las reses» que formaban parte de su explotación ganadera.

Una situación que presuntamente se prolongó dos meses, durante los que resultó «imposible» que los animales se alimentaran «por sí mismos», ya que «estaban estabulados y carecían de medios automáticos» que les dispensaran alimentos.

«De esta manera -agrega el documento-, murieron de inanición un total de 45 ejemplares bovinos».

Generó conmoción

El hallazgo de los animales muertos generó cierta conmoción en Gipuzkoa, después de que vecinos de Berastegi alertaran a la Diputación del fuerte hedor que procedía de las instalaciones ganaderas, situadas en el barrio de Amerialde, por lo que la institución foral envió un veterinario al lugar.

El técnico encontró a las reses muertas, tras lo cual levantó acta del hallazgo y se activó el protocolo correspondiente en estos casos.

Los cuerpos de las vacas fueron trasladados al centro de incineración de animales de Ortuella, al tiempo que se comenzó a alimentar y tratar al ganado vivo, además de realizar labores de desinfección de los establos, ya que en las instalaciones había cerca de un centenar de cabezas en total.

Las pérdidas económicas para la explotación ganadera por la muerte de estas vacas fueron evaluadas inicialmente por la Diputación en cerca de 90.000 euros, sin contar el costo que supusieron otras labores asumidas por la institución foral como el traslado de los ejemplares muertos y la atención de los que aún se encontraban con vida.

Tras estos hechos, el sindicato agropecuario EHNE pidió que no se pusiera «en duda la profesionalidad de los baserritarras de Gipuzkoa» a causa de este «suceso lamentable y aislado», al tiempo que solicitó que el incidente fuera esclarecido cuanto antes y de la forma más correcta.

En un primer momento, la Diputación explicó que los primeros indicios apuntaban al abandono o a la mala gestión de la explotación, sin contemplar en ningún caso que el maltrato hubiera sido intencionado.

No obstante, la Fiscalía de Gipuzkoa abrió unas diligencias de investigación sobre la muerte de estos animales que concluyeron con la apertura del actual proceso penal que próximamente sentará en el banquillo de los acusados al presunto autor de estos hechos.

En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso Efe, el inculpado explica que, aunque él era el titular de la explotación ganadera, ésta era propiedad de su padre y alega que, tras la muerte por enfermedad de dos de las vacas que cuidaba, entró en un «estado de confusión» que le «imposibilitó para ocuparse del cuidado» del resto de animales o pedir ayuda durante dos semanas, a consecuencia de lo cual fallecieron 45 ejemplares más.