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Trump se queda sin Twitter, pierde equipo y ¿podría ser desalojado por «incapacidad»?

La apuesta por la revuelta popular hecha por Donald Trump ya tiene varios efectos en su contra: a las tomas de posiciones políticas para desalojarle cuanto antes se suman las dimisiones internas y el bloqueo de las redes sociales de que se vale principalmente.

Trump, en un acto reciente tras perder las elecciones. (Mandel NGAN/AFP)
Trump, en un acto reciente tras perder las elecciones. (Mandel NGAN/AFP)

Quizás no le importe mucho en su huida hacia adelante, pero un cordón sanitario en torno a Trump ha comenzado a desplegarse, y quienes primero lo extienden son algunos de sus propios seguidores y las redes sociales en que basa toda su comunicación.

Redes sociales como Twitter o Facebook han decidido en las últimas horas bloquear las cuentas del presidente saliente de EE.UU.

«Como resultado de la violenta situación sin precedentes y en curso en Washington, D.C., hemos requerido la remoción de tres @realDonaldTrump Tweets que se publicaron hoy por violaciones graves y repetidas de nuestra política de integridad cívica"» explica en su mensaje Twitter.

«Esto significa que la cuenta de @realDonaldTrump se bloqueará durante 12 horas después de la eliminación de estos Tweets. Si no se eliminan los Tweets, la cuenta permanecerá bloqueada», advierte Twitter.

Facebook también impidió que Trump publicara en su plataforma durante 24 horas, indicó la compañía en una nota que citan medios estadounidenses.

Ello se produjo después de que la red eliminara un video que publicó a sus seguidores que participaron en el asalto.

Trump también sufrirá un bloqueo de 24 horas en la red social Instagram, propiedad de Facebook.

Opciones de sacarle de la Casa Blanca

La constatación de que Donald Trump no aceptará el relevo del 20 de enero y que quemará todas las naves en la batalla está provocando además un debate político urgente sobre las opciones de retirarle del poder antes incluso de esa fecha.

Algunos miembros del gabinete del presidente Donald Trump y algunos legisladores están estudiando la posibilidad de invocar la enmienda 25 de la Constitución alegando su incapacidad para servir en el cargo y traspasar las funciones de presidente al vicepresidente, Mike Pence. La relación de Trump y Pence en estas últimas horas es surrealista, puesto que el presidente le instó primero a impedir la elección de Biden en la sesión prevista este miércoles y después le ha acusado de los incidentes.

Según CNN, varios miembros del gabinete de gobierno están discutiendo la posibilidad de invocar la enmienda 25 para forzar la salida inmediata de Trump, aunque existen amplias dudas sobre si este proceso que contempla la Constitución prosperaría o si es aconsejable en estos momentos.

La Constitución estadounidense contempla la posibilidad de que el vicepresidente y una mayoría de ministros del gabinete (secretarios de departamentos) transmitan una declaración escrita en la que declaren la incapacidad del mandatario para desempeñar sus funciones sin que medie votación alguna y para que se traspase el poder inmediatamente al vicepresidente, en este caso Mike Pence.

Si el presidente se opusiera a ello y no hubiera acuerdo, el Congreso dirimiría las diferencias.

Un grupo de 17 demócratas, miembros del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, han enviado una carta a Pence para que invoque la enmienda 25, ya que consideran que Trump ha incitado a la multitud de simpatizantes concentrada este miércoles en Washington al asalto por la fuerza del Capitolio.

En paralelo, hay llamamientos a lanzar un nuevo impeachment o proceso de destitución, que en realidad ya se empezó a barajar el lunes tras filtrarse la grabación de sus presiones para intentar cambiar el resultado en Georgia. Los congresistas Ilhan Omar y David Cicilline han abogado por esta vía. La emergente diputada demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha tuiteado:

Dimisiones en su entorno

A todo ello se les suman las tomas de posición de empresarios estadounidenses hasta ahora complacientes con Trump y varias dimiones fulminantes en su entorno.

El consejero adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Matt Pottinger, ha dimitido tras el comportamiento del presidente Donald Trump ante los disturbios.

La cadena estadounidense cita fuentes cercanas a Pottinger para confirmar esta dimisión, que no es la única que se ha producido en las últimas horas entre los altos cargos del gabinete de Trump.

La CNN también había informado el miércoles de que varios de los principales asesores del presidente, incluido el asesor de seguridad nacional Robert O'Brien y el subjefe de gabinete Chris Liddell, estaban considerando renunciar.

Por otra parte, Stephanie Grisham, exdirectora de comunicaciones de la Casa Blanca, y secretaria de prensa y actual jefa de gabinete de la primera dama, Melania Trump, presentó su renuncia en la tarde del miércoles, a raíz de las violentas protestas, según explicó un funcionario de la Casa Blanca a CNN.

Este medio confirmó igualmente la renuncia con efecto inmediato de la secretaria social de la Casa Blanca, Anna Cristina "Rickie" Niceta.

Grisham y Niceta se encontraban entre los funcionarios de la administración Trump con más años de servicio.