Tras el rechazo a las cuentas recibido a finales de diciembre, el presidente rojiblanco encara la Asamblea extraordinaria del próximo 21 de febrero con el aval de la Supercopa y el revulsivo que ha supuesto la llegada de Marcelino a un equipo que cerró el año pasado envuelto en una dinámica negativa.

¿Con qué ánimo se quedó tras el empate ante el Levante en las semifinales de Copa?

Creo que hubiera sido un partido histórico si la afición llega a estar en San Mamés. La sensación que tengo es que en los últimos dos años hemos demostrado que somos un rival temible en eliminatorias. Nos cuesta superar a los rivales, pero nadie nos gana fácil por lo que tenemos opciones de pasar a la final en Levante.

¿Cómo valora los éxitos deportivos en este inicio de 2021?

Ya con Garitano recuperamos esas sensaciones y con Marcelino volvemos a ofrecer esa fiabilidad. A pesar de los altibajos, el objetivo es consolidar este ADN y forma de competir dando relevo a jugadores jóvenes. Es difícil explicar lo que se siente en el corazón cuando se cierra el círculo al levantar un título.

Marcelino ha heredado un equipo fuerte y con salud y le ha añadido un mensaje de ambición

¿Cuánta importancia concede al trabajo de Marcelino?

Todos los clubs hemos vivido un verano y una pretemporada muy difícil. Marcelino ha heredado un equipo fuerte y con buena salud y le ha añadido un mensaje de ambición. El planteamiento es el de ir a por la victoria y estamos encontrando la fórmula de agobiar al rival. Falta alargarlo durante más tiempo, pero es complicado encontrar una regularidad con esta pandemia en cualquier equipo.

¿Por qué se decantaron por su contratación?

Queríamos buscar a alguien con experiencia que pudiera recoger el testigo del trabajo de dos años. Que nos ayudara a dar un paso adelante y a crecer. Que entendiera perfectamente lo que es Lezama y que apostara por pelear con esta plantilla en la Supercopa, la Copa de este año y la final aplazada.

Sorprendió la forma en la que se decidió destituir a Garitano.

Es muy difícil dar un viraje en mitad de la temporada. Además, estábamos convencidos de que el proyecto de Garitano y Ferreira nos estaba ayudando a crecer y regenerar la plantilla, pero es obvio que la manera de cerrar el año con dudas nos hizo reflexionar y buscar un nuevo impulso con un cambio en el banquillo para afrontar los retos de 2021.

Unos días más tarde también cesó al técnico del femenino.

Ya comenté que fue la semana más dura desde que estoy en Ibaigane por el respeto y cariño que tengo hacia Garitano y su cuerpo técnico. Al mismo tiempo, con Villacampa nos unía esa forma de ser valiente. Se juntaron las salidas de personas que apreciamos por cómo son y entienden el Athletic.

¿El Athletic ha salido damnificado de los cambios que se han producido en el fútbol femenino después de apoyar el convenio y la profesionalización con la marcha de jugadoras como Oroz y Damaris?

En el fútbol femenino tenemos que trabajar a medio plazo con perspectiva y estrategia. En el Athletic creemos que la apuesta pasa por la cantera. Se están copiando errores graves del fútbol masculino acelerando procesos a golpe de fichajes y no creando una base. No nos parece que ese sea el camino a recorrer cuando todavía existen desigualdades en instalaciones entre equipos de Primera con campos de hierba artificial y natural.

¿Cree que los relevos en el banquillo y la mejoría en resultados van a influir en la Asamblea?

Hay que separar ambos planos. Los intereses deportivos de este club son sagrados. Las decisiones que tomamos tanto en la primera plantilla como en Lezama tienen que ser objetivas y profesionales. Espero que en los parámetros con que se toman las decisiones en la Asamblea se estén valorando otro tipo de conceptos.

Devolveremos los partidos de 2020 con los que esperemos se puedan jugar la próxima campaña

El coronavirus ha dejado unas pérdidas de 40 millones, ¿por qué no las han cubierto con el fondo de provisiones?

Las cuentas están planteadas desde la responsabilidad y el rigor. Han pasado una auditoría sin salvedades en estamentos superiores como la Liga y el CSD. Y el presupuesto responde a una situación de crisis que ya hemos evaluado. Al modificarse la ley con las pérdidas por coronavirus, hemos querido salvaguardar esa «hucha» para la siguiente directiva. Al final de esta temporada quedarían unos 76 millones en las provisiones.

¿Qué escenario se maneja si no se aprueban?

No nos gustaría tener que volver a revisar y ajustar las cuentas porque es una herramienta que necesita el club. Nuestra intención es seguir porque nos han elegido para gobernar hasta junio de 2022. Además, ese presupuesto se está convirtiendo casi en las cuentas, ya que llevamos ocho meses desde que comenzó y estamos asentando lo que está ocurriendo.

La gestión de la Junta ha sido eficaz y el Athletic ha superado con nota 2020

¿A qué achaca las críticas y el rechazo recibido?

El trabajo de esta Junta ha sido intenso y eficaz. Pero hay que reconocer que, además de cometer errores, no hemos sabido trasladar ese compromiso y esfuerzo. No es fácil mandar un mensaje de calma y seguridad en esta situación como les ha ocurrido a todo tipo de entidades y gobiernos. Vamos a defender nuestra gestión porque el Athletic ha superado con nota este 2020.

¿Cómo se encuentra la directiva tras las dimisiones de María Tato al principio de temporada y la más reciente de Óscar Arce?

Las dos salidas las conocíamos y las contemplábamos a medio plazo. Han sido transitadas y pactadas con toda la calma del mundo. Es más, seguimos teniendo al otro lado dos socios y dos exdirectivos que son compañeros de esta Junta.

¿Por qué han decidido no cobrar la cuota «social»?

Nosotros lo que queremos es que la cuota de 2020 compense la de 2021. Devolveremos los partidos pendientes de 2020 con los partidos que esperemos se puedan jugar al inicio de la próxima temporada. Pero seguimos pensando que en la Asamblea del próximo curso deberíamos de defender una "cuota covid-19" con una aportación lineal de los socios.

La plantilla entiende perfectamente las circunstancias y lo ha demostrado

Los gastos de personal han vuelto a subir y no se ha concretado la rebaja salarial.

La salida de Garitano y la llegada de Marcelino había que reflejarla. Además están las renovaciones realizadas que se basan en una política de propuestas de salarios brutos con variables y objetivos. Los jugadores ya estuvieron a la altura en abril y estamos cerca de llegar a un nuevo acuerdo.

¿El fichaje de Berenguer y los intentos por Javi Martínez y Llorente no son contradictorios con bajar salarios?

El jugador de consenso que queríamos todos era Berenguer. Explicamos el acercamiento con Javi Martínez y la distancia que encontramos. A partir de ahí, aunque cometimos errores de comunicación, no se exploró ninguna otra vía. La plantilla entiende la llegada de Berenguer como un refuerzo en ataque que necesitábamos. Comparten las circunstancias que está atravesando el club y se ponen de su lado. Vamos a ser una referencia en el fútbol profesional de cómo hemos afrontado esta crisis de manera colectiva.

En cuanto a las renovaciones realizadas, falta concretar la de Raúl García.

Es un jugador importantísimo al que le gusta cuidar los detalles. Lo más importante es que tanto el Athletic como Raúl García han dicho que quieren seguir juntos.

Ibai Gómez fue su primer fichaje al llegar a Ibaigane, ¿encuentra alguna explicación a las escasas oportunidades que ha tenido?

No hay una respuesta fácil, pero es una prueba de la exigencia que hay en la plantilla. Lo único que puedo decir es que el fútbol ha demostrado que perseverando devuelve el trabajo. Estamos en una final por un balón que puso Ibai y acabó tocando Williams en la eliminatoria ante el Barcelona. Somos un equipo que necesita de todo el mundo –plantilla, directiva y afición– para sumar en favor de este proyecto.

La grada de animación es un proyecto estratégico, pero vamos a potenciar un mayor consenso

¿En qué situación queda la grada de animación?

Es un proyecto estratégico, pero vamos a potenciar una mayor participación con el objetivo de ampliar consensos. La propuesta que trasladamos a la Asamblea me parece impecable en el apartado técnico y arquitectónico. Una solución que seguro va a tener recorrido. El club va a apoyar crear unas mesas de diálogo para facilitar el encuentro entre los socios que quieren seguir sentados y aquellos que quieren vivir la grada de otra manera.

¿Es esa grada el legado que le gustaría dejar?

Los objetivos de gobierno principales que tenemos son modernizar Lezama con la residencia para la cantera, renovar una plantilla del primer equipo que pueda volver a ser campeona, unificar una grada joven y popular que proteja el espíritu de San Mamés, reforzar el papel de la Fundación e impulsar la nueva propuesta de reforma de los estatutos.